Viernes 19 de abril 2024

Un resplandor crepuscular

Redacción 22/01/2023 - 10.25.hs

Los signos de caducidad de una generación, suelen carecer de toda sutileza. La semana que pasó, los que crecieron escuchando la música de rock y folk que nació de Los Beatles, recibieron un telegrama de preaviso con la muerte de Jeff Beck y David Crosby, dos verdaderos referentes tanto en talento como en estatura pública. Los dos rondaban los ochenta años, de modo que no puede hablarse de muertes prematuras, pero el uno-dos en la mandíbula fue golpe de knock-out. Al mismo tiempo, y en forma más silenciosa, otros grandes referentes comienzan a languidecer, víctimas de la mala salud, y aún así se esmeran para entonar esa última canción, su canto del cisne.

 

Japón.

 

Ryuichi Sakamoto (71 años) accedió a la notoriedad a fines de los años setenta, como miembro de un combo de música electrónica llamado Yellow Magic Orchestra. Inicialmente la respuesta occidental fue de cierta sospecha lindante con la burla: el poderío económico japonés hacía aparecer una oleada de productos industriales y culturales, cuya originalidad todo el mundo ponía en duda.

 

Lejos de amilanarse, Sakamoto tomó la decisión de estudiar seriamente el piano clásico, y ya a mediados de los ochenta había cimentado una carrera como compositor de música de películas. Comenzando con "Furyo" -donde también actuó junto al protagonista, su amigo David Bowie- para luego trabar una fructífera relación con Bernardo Bertolucci, para quien musicalizó varios filmes, el más notorio -y que le valió el Oscar- "El último emperador".

 

A todo esto, paralelamente coqueteó con la música bailable y la música étnica, generando poderosas colaboraciones con mitos como David Sylvian, Bill Frisell o Youssou N'Dour, mientras mantenía viva su veta clásica con un trío de piano, violín y cello (este último, siempre a cargo de su amigo brasileño Jacques Morelembaum).

 

En 2014 se le diagnosticó un cáncer de garganta, que logró superar tras un duro tratamiento, y volvió a trabajar en una música más austera y lúgubre. En 2021, sin embargo, se le anunció una metástasis colorectal, y hoy su pronóstico es reservado. No obstante, esta semana se estrenó un nuevo disco de música original, titulado simplemente "12", aún más despojado que sus obras recientes, cercano al "ambient", de una belleza casi dolorosa.

 

Londostan

 

Hanif Kureishi (68 años) nació en Londres, de padres pakistaníes, y desde sus primeros años convivió con la discriminación y la incredulidad británica hacia su talento literario. Se las ingenió, no obstante, para triunfar como novelista y guionista, llegando incluso a dirigir un libra película, "Mi hermosa lavandería". Integrante de una generación de escritores ingleses de origen asiático (junto al gran Katsuo Ishiguro, por ejemplo) sus novelas más de culto se publicaron en los '90, comenzando con la imperdible "El Buda de los suburbios" para seguir luego con "El álbum negro".

 

Su maestría y el dominio de una prosa afilada como un bisturí le permitió sobrevivir airoso al género autobiográfico. "El Buda..." estaba basado en la figura de su padre, un escritor frustrado. "Intimidad", en tanto, es la desgarradora narración de la noche previa a abandonar a su primera esposa y dos hijos.

 

El 25 de diciembre pasado, mientras caminaba plácidamente por Roma junto a su esposa Isabella D'Amico, tuvo un desmayo y caída con tanta mala suerte que se quebró el cuello, perdiendo todo dominio de sus extremidades. Internado en el hospital, luego de una complicada cirugía, obtuvo alguna mejoría, aunque no es probable que vuelva a caminar, o a sostener un lápiz en la mano.

 

Desde entonces, ha comenzado a dictar, día a día, una suerte de bitácora -que transcriben, y suben a Substack, su esposa e hijo- donde con la habitual belleza y humor de su prosa, narra sus peripecias hospitalarias, y algunos datos autobiográficos sabrosos. Por si hicieran falta nuevos motivos para admirarlo y quererlo aún más...

 

Maestro.

 

El tercer caso de resplandor crepuscular nos lo brinda un argentino, Daniel Baremboim, quien en 2022 se preparaba para celebrar sus 80 años con una serie de conciertos y eventos que, lamentablemente, debió suspender por una serie de problemas de salud, que tuvo el pudor de no revelar en detalle.

 

Apenas un par de meses atrás, el popular youtuber Rick Beato mencionaba a Baremboim, junto a nuestra también compatriota Martha Argerich, como uno de los mayores pianistas del mundo. A lo cual hay que agregar, que además desarrollaba una exitosísima carrera como director de orquesta. De hecho, a comienzos de mes comunicó su decisión de dejar el cargo de director musical de Ópera Estatal de Berlin, en el que se había despempeñado por tres décadas. "Ya no puedo garantizar el nivel de performance que con justicia debe demandarse a un director musical", explicó en el anuncio.

 

A su apabullante maestría musical, Baremboim sumó un alto perfil como intelectual y como pensador. Sus actitudes políticas le valieron más de un rechazo, como cuando programó dirigir obras de Wagner en Israel. O como, junto a su amigo palestino Edward Said, fundó la "East West Divan Orchestra", compuesta de jóvenes músicos de todo el Medio Oriente, Israel incluído.

 

El 31 de diciembre dirigió la Novena de Beethoven, pero ya no de pie sino sentado. En el futuro, lejos de retirarse, ha programado conciertos más espaciados y menos extenuantes, que compartirá con su amiga Argerich. Qué pareja de argentinos esa. Comparados con ellos, somos todos una manga de vagos sin talento alguno.

 

PETRONIO

 

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