Viernes 03 de mayo 2024

La vida de a tres

Redacción 16/10/2013 - 04.44.hs
Bautista, Joaquín y Gerónimo cursan en la misma aula, tocan música juntos, juegan al rugby en el mismo equipo y viven bajo el mismo techo. Son trillizos y comparten sus días desde hace 11 años.

Cuando se piensa en trillizos la primera imagen que se presenta es la de una misma persona multiplicada por tres. Rostros idénticos que es muy difícil identificar. Pero en este caso sucede lo contrario, cada uno tiene características físicas distintivas y si no se presta demasiada atención es posible que pase inadvertido que se trata de hermanos.
Bautista, Joaquín y Gerónimo comparten padres, casa, escuela y distintas actividades deportivas y de aprendizaje. Como la vida de cualquier chico, pero multiplicada por tres.
"Después de una consulta médica decidimos con mi esposo realizar un tratamiento de fertilización asistida y dio resultado. A los 12 días ya sabíamos que era más de uno. Al mes nos enteramos de que eran tres, así que desde ese momento nos empezamos a preparar", recordó Valeria Amigo, madre del trío que el 15 de noviembre llegará a los 12 años, días antes de que finalicen el ciclo de educación primaria en la Escuela 218 de Santa Rosa.

 

"Desde el jardín cursamos juntos y ahora no sabemos a qué colegio iremos el año que viene, pero ojalá podamos seguir los tres en el mismo porque nos gusta compartir el aula y los compañeros", se esperanzó Joaquín sobre la nueva etapa que se viene.
Valeria (39) y Mariano Tierno (44) fueron protagonistas en 2001 de un hecho poco común. Cumplieron al pie de la letra todos los pasos del tratamiento, pasaron los primeros tiempos difíciles ("en el embarazo tuve ocho meses de reposo, en la cama", aseguró Valeria) y hoy disfrutan de una familia que no tiene tiempo para aburrirse.
"Vamos a inglés, a música, jugamos al rugby desde los cinco años, dos practicamos tenis y otro natación. Yo también construyo aviones con mi papá, porque a él le gusta mucho el aeromodelismo y a mí también me encanta", enumeró Bautista sobre una agenda no apta para quedarse quieto. "Les gusta todo, todo les interesa. No hacen más cosas porque el día tiene 24 horas", sonríe Valeria.
Cuando están en casa, la música los convoca en cualquier momento. Gerónimo toca la batería, Joaquín la guitarra y Bautista el bajo. Los tres estudian en una academia y comparten la ilusión de formar una banda con sus propias canciones.

 

"Por ahora hacemos covers, nos gusta Tan Biónica, Divididos, Calamaro. Nos está faltando un cantante y también queremos sumar un tecladista. Ya hemos tocado con la academia en el Teatro Español, en el CMC y en diciembre vamos a tocar en el Aula Magna; pero queremos formar una banda más grande", afirmó Joaquín.
Es habitual que cuando se trata de mellizos, sobre todo, se los vista de manera idéntica y que sea difícil identificar a cada uno. Pero en este caso sucedió todo lo contrario desde el día del nacimiento de los tres.
"Jamás los vestimos iguales. Desde el primer día les poníamos todo con iniciales en la ropa, teníamos terror de equivocarnos. Me acuerdo de que el primer día no identificábamos a uno de ellos, pero creo que fue por el shock de encontrarnos con tres juntos. Igual, enseguida fue fácil reconocerlos por el rostro y con el tiempo el parecido físico fue cada vez menor", indicó Valeria.
En los primeros años no parecía haber tanta conexión. Cada uno se buscaba su espacio y no prestaba demasiada atención a lo que hacían los otros dos, pero con el tiempo la relación se volvió mucho más estrecha. Y entretenida.

 

"Al principio es como que no nos dábamos mucha bolilla, pero ahora estamos más juntos. En la escuela muchas veces nos sentamos en el mismo espacio. Es mejor y en algunas cosas nos conviene", describió Joaquín con una sonrisa pícara.
"Es como que siempre tenés una compañía. Está bueno porque no te aburrís", añadió Gerónimo sobre una convivencia que, como en cualquier familia, tiene sus encontronazos y posteriores penitencias de suspensión de la computadora o de alguna de las actividades que hacen fuera de la escuela.
"Por ahí nos cargamos o nos decimos cosas, peleamos un poco, pero nos llevamos re bien. No hay problemas porque tenemos muchas cosas en común y nos gusta la relación entre los tres. Siempre tenés a alguien cercano para hacer algo y nos gustan más o menos las mismas cosas", aseguró Bautista.

 

Los colores de la camiseta de Santa Rosa Rugby también los une en el sentimiento por un deporte que practican desde los 5 años. "A los tres nos gusta desde chiquitos y los fines de semana tenemos partidos o viajes", indicó Bautista imaginando que tal vez, un día, los tres jueguen juntos en la Primera del club.
Los trillizos también coinciden en un muy buen rendimiento escolar, y no tienen problemas, claro está, para armar grupos de estudio. "Tenemos buenas notas y nos ayudamos entre los tres porque al estar en el mismo curso compartimos el material y las cosas que nos dan las maestras", contó Joaquín. Gracias a los muy buenos boletines, en el acto del pasado viernes (por el 12 de octubre) el trío fue designado para llevar la bandera argentina, un hecho que no debe tener demasiados antecedentes. A la hora de las fotos, toman sus instrumentos y sorprenden con una versión de "So what", una de las canciones más emblemáticas de Miles Davis, un prócer del jazz. Y se quedan tocando, charlando y riéndose. Compartiendo una vida que se construye de a tres.

 


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