Reducir, reutilizar, reciclar para cuidar el medioambiente

Papel de revistas, de diarios, cartón, hojas de carpeta y de computadora, guías telefónicas en desuso. Todo sirve, deja de ser basura y se recicla, adquiere un valor que se traduce en ayuda y solidaridad. "En el hospital reutilizan el material y lo venden para juntar fondos. Está bueno saber que uno aporta aunque sea algo", aseguró Candela, de 15 años.
Junto a Mariana (16), Gino (14), Donato (15) y Lucas (15), la joven puso en marcha desde su curso de 3° Segunda en el colegio Mabel Peralbo la campaña que impulsa el Hospital Juan Pedro Garrahan de la ciudad de Buenos Aires, una institución que trata a niños con patologías severas y que es el principal nosocomio público de la Argentina destinado a la pediatría.
"Un vecino me acercó la propuesta y me pareció re interesante. Como soy delegada del curso se los propuse a mis compañeros y al final quedamos cinco interesados, que somos los que nos pusimos a trabajar para juntar el papel", explicó Candela.
Los chicos reúnen el material en el colegio, ubicado en O'Higgins y Urquiza, en el mismo edificio donde funciona la EPET, y es la empresa OCA la encargada de trasladarlo hasta el hospital porteño. Los papeles también se reciben en la sede de la firma del correo privado, ubicada en Dante Alighieri 1346 de Santa Rosa, y en la página de Facebook de la Red Solidaria se brindan más detalles sobre la campaña.
"Lo que se puede aportar es papel blanco o de color, sobres de todo tipo de papel, formularios, diarios y revistas, carpetas plásticas, folletos, guías telefónicas, papel de fax, cartón, papel de computadora", detalló Gino.

Lo que no sirve para la reutilización son servilletas, pañuelos descartables, planchas de etiquetas, papel fotográfico, de golosinas, con carbónicos, plastificado, metalizado, papeles autoadhesivos. "A mí me gusta colaborar con este tipo de cosas, sentís que podés hacer algo importante con tu tiempo y ayudar a alguien", señaló Mariana sobre el "Programa de Reciclado de Papel" de la Fundación Garrahan.
Hace unos días los chicos estuvieron en un stand en la Exposición Rural, y allí junto a la gente de Red Solidaria juntaron bastante material para la donación. "La gente en general se interesó, pero hubo muchos que ni prestaban atención y pensaban que era un basurero. Algunos, sin darse cuenta, nos tiraban yerba, palitos de helado u otras cosas; después nos tuvimos que poner a clasificar", recordó Donato.
La experiencia les sirvió a los adolescentes para ver con sus propios ojos la poca, en general, conciencia ambiental que muestran los vecinos. "A la gente le cuesta pensar qué uso se le puede dar a lo que ya no usa o no le sirve. Es cierto que, por ejemplo, el papel se utiliza demasiado. Uno abre la puerta de la casa y está llena de propagandas, revistitas, entonces cuando te acercás con un folleto o a explicarles una propuesta, no quieren saber nada", dijo Candela.

La campaña, además de la solidaridad, tiene otro objetivo y es cuidar el medio ambiente. "Cada uno puede aportar lo suyo para vivir mejor en la ciudad, en el colegio, en la calle. Por ejemplo el hecho de separar la basura en dos bolsas, una inorgánica y otro orgánica, es algo positivo, pero no todos lo hacen", se lamentó Mariana.
Al proyecto del Garrahan, que comenzó hace varios años, se le dio respaldo desde el colegio santarroseño hace unos meses y ahora se puso en marcha por el interés de los estudiantes.
"Siempre quería sumarme a alguna campaña y no encontraba el lugar, lo de los papeles me gustó porque lo hacemos entre los compañeros y porque te das cuenta que con poco que aportes de vos podés dar una mano a chicos que la pasan mal", resaltó Candela.
"Con poco, ayudás mucho. Esta es una campaña nacional; en todo el país se juntan papeles, lo mismo que las tapitas y creo que hay una que también junta llaves. Lo importante es que tiene un buen fin y a la gente no le pedimos que done dinero ni nada de valor, simplemente papeles que iba a tirar a la basura", señaló Mariana.

De acuerdo a la página oficial del hospital, hasta ahora se reciclaron 68.988 toneladas de papel, que permitió que no se talen 1.172.796 árboles medianos. La idea radica "en contribuir a la protección del medioambiente alentando hábitos adecuados para su defensa permanente, y la recuperación del papel en magnitudes importantes como así también constituye una acción significativa y de gran repercusión educativa", según los objetivos estipulados por la Fundación Garrahan.
Gracias a la campaña, los chicos y chicas también aprendieron el significado de las tres erres (3R) ecológicas: reducir, reutilizar y reciclar. "Es una regla para cuidar el medioambiente, específicamente para reducir el volumen de residuos o basura generada. Son pasos que si los aplicás te ayudan a tirar menos basura, ahorrar dinero y ser un consumidor más responsable", describió Gino.
"Hay que pensar que una botella de plástico tarda 300 años en desaparecer, entonces es importante que la gente tome conciencia y sea más responsable. Cuesta mucho pero hay que intentarlo", agregó Lucas.