Jueves 11 de abril 2024

Antropología sonora

Redacción 24/04/2016 - 00.26.hs

Rubén R. L. Evangelista * - Se trataba de una selección de canciones de raíz folklórica, -contenidas en dos discos de vinilo de larga duración complementados con un cuadernillo informativo-, recolectadas en suelo pampeano entre 1973 y 1975 por una técnica del Instituto Nacional de Antropología. Entre otras informaciones importantes arrojaban luz acerca de cuáles eran las especies musicales que por diversos factores podían ser consideradas propias y representativas de nuestra provincia. El trabajo se había plasmado en democracia, en una época de múltiples realizaciones de similar tenor y rasgos fundacionales, impulsadas por el Gobierno provincial desde la Dirección de Cultura, en una singular etapa creativa y movilizadora de nuestra historia regional. El acontecimiento tuvo una muy alta significación para la cultura pampeana.
Entre 1972 y comienzos de 1973, Fernando Aráoz, último director de Cultura de La Pampa bajo el régimen de facto de Agustín Lanusse, delineó y avanzó en un convenio con la Subsecretaría de Cultura de la Nación, mediante el cual ésta prestaría asistencia técnica para realizar un relevamiento musicológico en la provincia. Con ese objetivo, el Instituto Nacional de Antropología, dependiente de aquel organismo nacional, encomendó la tarea a la licenciada Ercilia Moreno Chá, quien diseñó el proyecto y puso manos a la obra en septiembre de 1973. Ese mes, realizó el primer viaje a nuestra provincia y llevó adelante los trabajos iniciales de prospección y contacto con músicos informantes.

 

Contexto.
Cuando comienza el relevamiento, al país lo conducía interinamente Raúl Lastiri por renuncia del presidente Héctor Cámpora. Juan Domingo Perón estaba de regreso en la Argentina e iba ser elegido presidente en nuevas elecciones el 24 de septiembre de ese año '73, y asumiría el cargo el 12 de octubre. En La Pampa, desde el día 25 de mayo gobernaba Aquiles José Regazzoli (PJ), y era director de Cultura Ángel Cirilo Aimetta (MID), la nueva gestión de gobierno a la que le tocó refrendar el Convenio para concretar el relevamiento musical.
Aimetta, a poco de asumir también en mayo, había puesto en marcha un "Plan general de cultura", que bajo el axioma "cultura desde el pueblo y con el pueblo", entre otras pautas, promovía la investigación, rescate y difusión de todas las manifestaciones representativas del acervo histórico-cultural, tales como la arqueología, la etnografía y el folklore.
Era un momento político, social y cultural de efervescencia en el país y la provincia, y se disfrutaba intensamente la joven democracia recuperada. Cuando Moreno Chá llegó para empezar la recolección musical, en La Pampa, el ambiente estaba fuertemente movilizado, y era muy bien vista la cristalización del rescate y con ello la revaloración de la música tradicional de la provincia, porque se la consideraba un bien esencial de la cultura y la identidad de los pampeanos. Hasta entonces sólo se debatía, se intercambiaba información y hasta se hacían investigaciones empíricas sobre los rastros del pasado musical y las danzas tradicionales de La Pampa.

 

Trabajo de campo.
Moreno Chá inició su recorrida por La Pampa munida de un grabador portátil de cinta abierta UHER 4.000L, con micrófonos marcas Sennheiser MD 21 N y AKG D 505 -todos elementos tecnológicos de alta calidad en esa época, provistos por la Dirección de Cultura-, y una cámara fotográfica réflex marca Woiglander perteneciente al Instituto Nacional de Antropología. El objetivo era obtener, en el propio ámbito donde fueran contactados los informantes, registros sonoros de muy buena calidad y fotografías de los entrevistados en su entorno habitual.
Durante su tarea, la investigadora recibió el apoyo y colaboración de muchas personas anónimas, que a su paso le aportaban datos e información necesarios para el relevamiento.
El primer viaje al Oeste pampeano, la zona más alejada y menos poblada de la provincia, lo hizo con la asistencia en calidad de baqueano del cantor y guitarrero Julio Domínguez, conocedor de esa región por haberse criado en el lugar.
Al cabo de sucesivos viajes por zonas rurales y pueblos, que la investigadora visitó en su andar a lo largo de unos seis mil kilómetros para realizar el trabajo de campo, sumó entre 140 y 150 entrevistas grabadas a músicos y cantores populares adultos, y entre cuarenta y cincuenta a niños que contactó a su paso.
La recopilación del material y su ordenamiento, estudio y procesamiento para su edición posterior, demandó pocos más de dos años. La edición sonora y gráfica del material requirió otros cuatro a seis meses, trabajo que la investigadora realizó en coordinación con los ingenieros de sonido de la empresa discográfica Fonema S.A., responsable de la edición del documental a través del su sello Quáliton.

 

La edición.
Como resultado del relevamiento, se editó el "Documental Folklórico de la Provincia de La Pampa", material sonoro que reunió, en un único estuche de papel de alto gramaje, dos discos de vinilo y un cuadernillo con información sobre el contenido de ambas placas, con la selección de música tradicional criolla. "El Folklore Musical aquí incluido -aclara la autora en el material impreso-, se restringe al recreativo de la población criolla adulta, excluyéndose por lo tanto el de tipo ceremonial y el infantil, así como también la música tradicional perteneciente a la población de origen europeo y asiático que puebla esta provincia, y que también fuera recogida".
El disco número 1 contiene danzas en una faz, y en la otra reúne tonadas, estilos y cifras. Las danzas seleccionadas fueron Malambo, Pollito, Prado, Huella, Triunfo, Gato, Cueca, Vals, Polca, Mazurca, Ranchera y Chotis.
La segunda placa está dedicada en su totalidad a la Milonga -contiene 16 ejemplos relevados-, por considerarla Moreno Chá "la canción por excelencia del criollo pampeano, y por otra parte la que él siente como más legítimamente suya".

 

Presentación.
La Dirección de Cultura estaba abocada a diseñar y organizar el acto de presentación del Documental, que preveía dos jornadas de celebración con transmisiones de radio y televisión en cadena para toda la región, cuando se produjo el golpe militar que el 24 de marzo de 1976. Probablemente porque hubo continuidad en la conducción del área -la directora de Cultura del gobierno democrático, Stella Maris Gamba de Sosa, continuó en el cargo durante el gobierno militar hasta mediados de septiembre del '76-, pudo realizarse igualmente el acto de presentación, que tuvo lugar el viernes 30 de abril en el Concejo Deliberante de Santa Rosa.
Además de la directora de Cultura, estuvieron presentes la investigadora Ercilia Moreno Chá, la musicóloga porteña María Teresa Melfi, ex funcionarios de Cultura, algunos guitarreros y cantores populares y numeroso público. Moreno Chá señaló, al hablar a los presentes, que el Documental es un trabajo único en su tipo realizado por una dirección de Cultura provincial, y mencionó y agradeció a Fernando Aráoz y Ángel Cirilo Aimetta, -quienes luego hicieron también uso de la palabra-, porque habían sido sus interlocutores para concretar el relevamiento, en especial el segundo de los nombrados.
Entre otros cantores y musiqueros invitados, se hallaban en la sala Valentín Guzmán, Julio Domínguez, Jacinto Maldonado, Severio Gómez, Enrique Tubán y Héctor Hugo Gómez -algunos de ellos provenientes de lugares remotos de la provincia-, convocados para ser reconocidos por su participación en el trabajo de recopilación musical. Cada uno de ellos recibió un ejemplar del material documental.

 

Censura.
Habiendo hecho el gobierno de facto control ideológico y depuración en la administración pública provincial, aquella noche en el Concejo Deliberante estaban muchos de los empleados y técnicos que acababan de ser prescindidos, y que tenían afinidad con el ámbito cultural de la provincia, el más atacado y controlado por el gobierno militar. Cuando se hizo la noche de la dictadura en Argentina, el acto de presentación del Documental constituyó en la provincia el último hecho cultural de la democracia avasallada.
Ese valioso material sonoro y su información escrita, en lo inmediato sólo pudo ser apreciado por unos pocos afortunados que tuvieron acceso a él, porque cuando los funcionarios que lo detentaban advirtieron que su contenido era sabiduría popular, le cayó encima la censura y permaneció varios años guardado bajo llave. Fue exhumado recién en febrero de 1982. Su encierro y liberación podía asimilarse a la caída y al renacer, alternativamente, de la cultura popular en la provincia toda, simbolizada una vez más en sus más entrañables expresiones espirituales: la música, la poesía y el canto.

 

Otros aportes.
Además de una segunda publicación gráfica titulada "El Folklore Musical Pampeano" (1980), con noticias, comentarios y análisis científicos de la autora del Documental acerca de los materiales hallados, la investigadora dejó grabados para su difusión, treinta y cinco programas radiales de media hora cada uno, de un ciclo que llamó "Desde la trilla gringa hasta la barda puestera", en los que con su propia voz narra y describe, paso a paso, el itinerario realizado por La Pampa al llevar a cabo la recopilación. Quien esto escribe, tuvo a su cargo la asistencia técnica durante las grabaciones de los programas, que se realizaron en los estudios de LRA3 Radio Nacional Santa Rosa en la segunda mitad de 1975.
* Investigador de la música pampeana.

 

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