Domingo 21 de abril 2024

Con todos por la liberación

Redacción Avances 21/03/2021 - 14.40.hs

A 45 años del proyecto que desplegó una política de alianzas de amplio espectro en el terreno social, sindical, cultural y educativo, Ediciones Amerindia publicó una revista de la nueva izquierda de La Pampa en los 70.

 

Nilda Redondo *

 

Entre fines de 1973 e inicios de 1975 se editó en Santa Rosa, La Pampa, la revista “Con todos por la liberación”. Tuvo su alcance provincial por expresa decisión del grupo que la impulsaba puesto que organizaron conferencias, proyecciones de cine, lectura de poemas y música en diversas localidades, más allá de que su centro más dinámico se ubicara en Santa Rosa.
Esta revista fue una expresión regional del fenómeno nacional e internacional relativo a la llamada nueva izquierda, ya en esos momentos, debido a que buscaba diferenciarse de los viejos Partidos Socialista y Comunista, que no habrían sabido comprender la situación de la clase obrera y los sectores populares durante las décadas anteriores, en particular las tres últimas: de los 40, 50 y 60, específicamente, no haber interpretado el fenómeno peronista. En relación al nivel internacional, el viejo Partido Comunista llevaba el estigma del estalinismo y la conversión de la Unión Soviética en un Estado opresivo alejado del comunismo, según esta nueva izquierda.
En particular en La Pampa la nueva izquierda militante que alcanzó niveles importantes de organización e inserción en la base social provino de dos vertientes maoístas: el Partido Comunista Revolucionario, escisión del Partido Comunista, y Vanguardia Comunista, derivada del Partido Socialista de Vanguardia. “Maoísmo” refiere a Mao Tse Tung, líder de la gran revolución comunista china, triunfante luego de la “larga marcha” en 1949, año a partir del cual se constituyó la República Popular China. Pero además, el contexto mundial estaba en situación de rebelión y de revolución: la Revolución Cubana de 1959 había efectivamente generado un impacto a nivel de la conciencia colectiva de las izquierdas y de los pueblos en relación a que era posible quebrar el brazo al imperio más poderoso del siglo XX: Los Estados Unidos de Norteamérica. Durante la década del 60 las colonias europeas en Africa habían comenzado a avanzar en procesos de independencia y algunas estaban en lucha y triunfantes como frentes de liberación nacional, tal el caso de Argelia que triunfa en 1962. Esto significa que la palabra “liberación” tenía un peso específico que remitía a dar la batalla contra los siglos de colonialismo implantado por potencias europeas que habían realizado sus ganancias con la sangre de los pueblos de Asia, Africa, Oceanía, América: ese llamado Tercer Mundo. Y además enfrentar el neocolonialismo del imperio norteamericano.
Los pueblos tenían la expectativa de que la era de la ignominia comenzaba a tener su fin pero sabían que eso no era ni mecánico ni producto de la evolución sino que debía ser producido con la lucha en todos los terrenos hasta desprenderse del dominio abierto o encubierto del poder colonial e imperial.

 

“Con todos”.
En nuestra ciudad y en nuestra provincia también vibraron esas cuerdas. Estaban armonizadas con el Cordobazo de 1969 y la gran huelga salinera en Salinas Grandes de La Pampa en el verano del 72. Con la nacionalización de la Universidad a inicios de 1973, cuando ya se despedía la dictadura de Alejandro Agustín Lanusse planteando su balbuceante Gran Acuerdo Nacional. La revista “Con todos por la liberación” apareció en ese contexto e insistirá en la huelga de base, en las puebladas, en el antiburocratismo sindical, a propósito de la huelga de los municipales santarroseños enfrentados con su burocracia y con el intendente del MoFePa Ramón Turnes.
La nueva izquierda que se expresa en la revista era centralmente de Vanguardia Comunista y de la izquierda peronista de ese momento, de origen universitario ya integrante de la JUP o de altos niveles de gestión en la UNLPam como Hugo Chumbita. También estaba presente un activismo que venía de experiencias heterodoxas marxistas, que habían tomado contacto con Praxis de Silvio Frondizi, que se había nucleado en la revista “Huerquén”, pampeana, de fines de los 50 e inicios de los 60.
“Con todos”, cuyo director fue Ricardo di Nápoli, tuvo un consejo de redacción que firmaba expresamente hasta el tercer número: Raúl Celso D’Atri, Alicia Depetris, Alicia Vidondo, Edith Vivona, Raúl Roca, Roberto Ramonda. En el cuarto y quinto número sólo figura su director, probablemente por razones de resguardo de identidades dado el avance de la represión en el país y en La Pampa, lógicamente. Además también sucedía la planificación del genocidio para el cono sur entre otros de la mano del Plan Cóndor, organizado por la CIA del Estado imperial norteamericano, ese denunciado por “Con todos” en diversas notas.
A pesar de que algunxs integrantes eran militantes orgánicxs –otrxs no– de tendencias de izquierda marxista o peronista, fueron autónomxs desde el punto de vista político y económico. “Con todos” se solventó con la venta de la revista y con pequeños aportes del sinnúmero de pequeñxs comerciantes y profesionales que la auspiciaban. Fue autónoma del Estado: enfrentada al municipal mofepista y con una mirada crítica al provincial, gobernado por el peronismo, gobernador Aquiles José Regazzoli y vicegobernador Rubén Hugo Marín; con una cámara de diputadxs con mayoría del FREJULI pero con divisiones en su seno entre una línea más derecha dentro del peronismo y otra regazzolista.

 

La voz de todxs.
“Con todos” supo expresar una multiplicidad de voces y para ello recurrió al arte de las entrevistas que proliferan en sus cinco números. Buscaba de esa manera desarrollar un trabajo en el seno del pueblo que incidiera en lo educativo, la comunicación, la cultura, el arte, lo económico-social, las políticas en relación a la distribución de la tierra, el agua, el pan, los salarios; estuvo a favor de una determinada manera de movilización popular o contraviolencia –al decir de Jean Paul Sartre– sí a la pueblada, a ganar las calles y sacar los conflictos de los trabajadores de su engarce sindical; ponerlos hacia afuera al modo de SITRAC- SITRAM, los salineros, la nacionalización de la Universidad; Villa Constitución.
En “Con todos” se expresa una política regional, nacional, antiimperial y anticolonial. Sus ejes regionales fueron de largo plazo y aún no se han solucionado, no por ineficacia sino por el golpe de Estado, el genocidio, el neoliberalismo y el favor que siempre se da, desde las políticas públicas, a la burguesía, es decir los propietarios, en general a los grandes. Así es como no se ha desconcentrado la tierra de las pocas manos en que está; no se la ha distribuido para que tengan trabajo y alimentos lxs integrantes del pueblo. Tampoco se ha logrado revertir el problema del agua, del Atuel, seco por acumulación de los bienes de la naturaleza por parte de la oligarquía mendocina –no del pueblo mendocino– y menos de su población indígena, tan expoliada como la nuestra hasta el presente.
“Con todos” supo destacar el contexto de descolonización de Africa. Y su impacto en el seno de las potencias coloniales como fue la liberación de Guinea y Cabo Verde en septiembre de 1973 y la revolución de los claveles en Portugal en abril de 1974. Un ejemplo peligroso para el capitalismo y el colonialismo puesto que no solo se liberaba una colonia sino que se derrotaba la dictadura de Salazar, ejercida, en el momento de la revolución, a través de Marcelo Caetano.
El eje antiimperialista estaba cifrado en la denuncia de la presencia intervencionista de los EEUU de Norteamérica desde México al Sur de América, proceso desarrollado desde las primeras décadas del siglo XIX y expandido absolutamente durante el siglo XX. El avance de la CIA en cuanto a impulsar golpes de Estados contra gobiernos progresistas o socialistas, es denunciado y analizado expresamente refiriéndose, entre tantos, al golpe contra Jacobo Arbenz en Guatemala en 1954 y al de Chile contra Salvador Allende en 1973.

 

Frentistas.
Para “Con todos”, el arte, la cultura y lxs intelectuales, eran estratégicos en alianza con lxs obreros, el campesinado y el ancho campo popular. En primer lugar el núcleo que organizó la revista era un núcleo intelectual que había adoptado el punto de vista de la clase trabajadora y el pueblo. Se trabajaba por otro tipo de intelectual y de artista; se reivindicaba que la disputa en este terreno era central: se constituía en otro campo de batalla que debía ser valorado como tal, sin menosprecio: así lo sostiene Edgar Morisoli, que firma EM, al homenajear a Rodolfo Ortega Peña quien acababa de ser asesinado por las Tres A en plena calle, el 31 de julio de 1974. El arte que se recupera es el de la compaginación, la intervención con el recorte, el collage, el montaje, al modo de los 70: vanguardistas y revolucionarios.
“Con todos por la liberación” fue una experiencia frentista hegemonizada por la nueva izquierda y con inserción entre lxs trabajadores (municipales, ATE, prensa), la Universidad, el movimiento estudiantil, las barriadas. Tuvo una política frentista pero con una finalidad: no electoral sino para avanzar hacia la liberación que ese momento se pensaba nacional y social. Era el gran momento de ese tipo de frentes anticapitalistas pero que estaban dispuestos a recorrer territorios comunes con la pequeña y mediana burguesía apostando a no darles la hegemonía.
Expresó en sus páginas el avance de las luchas sociales y sus triunfos pero también manifestó el paso firme de la derecha en el seno del gobierno tanto nacional como provincial. Ese movimiento finalmente resultó catastrófico y anunció el advenimiento del genocidio. Lxs integrantes de “Con todos” como lxs trabajadorxs que encabezaron las luchas, lxs docentes y lxs médicxs que participaron del proyecto de liberación, fueron apresadxs, obligadxs a renunciar, torturadxs, censuradxs, exiliadxs, algunxs pudieron ir fuera del país y otrxs fueron condenadxs al ostracismo interior, dejaron de ser bien vistxs por sus propixs vecinxs.
Además la dictadura quemó los libros y revistas que tanto habían perturbado al establishment u obligó a ocultarlos. Pero las voces pasadas y las experiencias contrahegemónicas no desaparecen. Vuelven y vuelven. A esto contribuirá la edición facsimilar de la revista “Con todos por la liberación” llevada adelante por Amerindia de la mano de Alicia De Petris y Susana Berdasco.

 

*Docente e Investigadora UNLPam, escritora. Autora de prólogo de esta edición facsimilar.

 

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