Domingo 07 de abril 2024

Cuando “la tele” cumple roles del Estado

Redacción Avances 29/03/2020 - 10.29.hs

La serie Sex Education ya va por su segunda temporada en Netflix. A través de vivencias e inquietudes de un grupo de adolescentes, el producto trata la educación sexual integral que debiera ser brindada en las escuelas. 

 

Candelaria Domínguez Cossio*

 

La serie británica Sex Education (Educación Sexual), seestrenó en enero del 2019 en la plataforma Netflix y a principios de este añose publicó la segunda temporada. En la primera podíamos ver a adolescentes conpersonalidades y sexualidades muy diversas siendo asesorados por un chico cuyaexperiencia sexual no sólo era nula; también su deseo en ese plano estaba aúnadormecido. Otis se hacía de los conocimientos de su madre, la exquisita psicólogay sexóloga Jean Millburn, para dar consejos no gratuitos a sus compañeros ycompañeras de colegio. Los temas que tocaban eran infinitos: desde problemas devaginitis, hasta sexualidad reprimida. Pero es esta temporada, la segunda,donde las mujeres de la serie cobran una importancia crucial. Ya no es Otisquien tiene la voz de la sabiduría en una escuela donde la educación sexual esineficiente, llena de prejuicios y refiere únicamente al sexo para lareproducción.

 

La segunda temporada de Sex Education comienza con unahisteria colectiva en la secundaria Moordale por un brote de clamidia. Todoscorren por los pasillos cubriéndose las caras, sin saber que aquella enfermedadde trasmisión sexual no se contagia por respirar el mismo aire. Nuevamente se poneen evidencia la ineptitud del director Groff para manejar situacionesimprevistas y en la asamblea de padres y madres es la doctora Jean la que ponepaños fríos y explica con mucha claridad la importancia de que la escuela tengaun programa de educación sexual integral.

 

ESI, sí. El planteo de Jean da cuenta de un reclamoque involucra no sólo a la educación argentina (donde existe una Ley sancionadade Educación Sexual Integral desde 2006). En todo el mundo este reclamo se haceeco en los jóvenes que exigen el derecho a recibir información sobre sexoseguro, menstruación, sexualidad y, sobre todo, placer. Esto último aparece enel pedido de un estudiante en un capítulo de la serie cuando un profesorincompetente intenta responder las múltiples preguntas que hicieron los y lasestudiantes. Cuando tiene que contestar dos preguntas cruciales –qué hacer siuna pareja niega el consentimiento y cómo cuidarse en una acto sexualhomosexual– no puede. Otra vez, es Jean la que responde.

 

Así, a lo largo de los capítulos, la mamá de Otis les hablaa los estudiantes de asexualidad, de bisexualidad, masturbación,anticonceptivos para las distintas identidades. Mientras tanto, Maeve, lafeminista más querida de la serie vuelve al colegio para que la admitannuevamente. También Jean refleja las dificultades y los costados durísimos deser madre sola, sin apoyo alguno del padre de su hijo.

 

Penes no consentidos. Otro personaje femenino sedestaca en esta temporada: Aimee. Si en la primera entrega de la serie lapresentaban como una chica despistada que no estaba en contacto con sus propiosdeseos sexuales, en esta ocasión ella nos representa a todas. Un hombre semasturba sobre ella en el autobús yendo al colegio y Aimee, al ver que nadie laayuda ni dice nada sobre lo que acababa de pasar, se baja, aturdida y asustada.

 

En un capítulo intenso, un grupo de chicas, donde estánMaeve y Aimee incluidas, se encuentran en el aula de castigo con la tareadifícil que dejó la profesora a cargo: encontrar algo que todas tengan en común.Con personalidades muy distintas, no saben bien qué las une, hasta que Aimeeexplota y revela que no puede subirse al autobús porque tiene miedo. Mientrastodas la consuelan, poco a poco comienzan a hablar, y lo que sale son losabusos vividos, las historias que atraviesan a todas. Una a una, las chicas vancontando desde cómo un tipo siguió por la noche en la calle a una de ellas;otra relató cuando un hombre le mostró el pene cuando era niña. Al final, laprofesora regresa y las deja irse. Pero, antes, les pregunta si habían cumplidocon la consigna. “Penes no consentidos, profesora, pero no mucho más”, respondeuna.

 

El patriarcado, la violencia machista, el factor común queune a todas ellas y que al final genera lo que sólo el feminismo logra: sororidad.Todas ellas acompañan, al día siguiente, a su compañera a subirse al colectivo.

 

La serie de Netflix trata con humor y altura situaciones queatraviesan a todos y todas. A lo largo de los ocho capítulos de esta temporadavemos personalidades distintas y temas como la homofobia y la lesbofobia, laaceptación, la bisexualidad y los prejuicios que se ponen en juego,especialmente en el protagonista. Es una serie necesaria para repensarestereotipos y formas de abordar ciertos vínculos.

 

*Feminacida

 

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