Jueves 18 de abril 2024

El gigante olvidado

Redacción Avances 25/10/2020 - 07.22.hs

A pocos días de su cumpleaños, el autor de este artículo recorre y reivindica la carrera y persona de José Larralde, “El Pampa”. Un largo camino transitado y la ayuda del gran Jorge Cafrune.

 

Nicolás Rojas *

 

Pocas veces se referencia a José Larralde cuando se nombra a los grandes artistas que ha dado la historia de nuestro folclore. No faltan las menciones (muy merecidas por supuesto) de Atahualpa Yupanki, Cuchi Leguizamón, el “Turco” Jorge Cafrune, entre otros, ¿y el “Pampa” Larralde? Siempre al final. En este informe le daremos su merecido reconocimiento a un músico que a sus recién cumplidos 83 años sigue en carrera.

 

José Teodoro Larralde Saad, tal como lo dicta su libreta de enrolamiento, nació el 22 de octubre de 1937 en Huanguelen, un pueblo ubicado al sur de la provincia de Buenos Aires, cerca de Sierra de la Ventana, lugar árido y frío que inevitablemente hizo que don José se forje de tal manera al momento se escribir sus canciones. Hijo de familia campesina, como todo niño de aquella época, se crió en un campo de la zona y con el paso del tiempo fue aplicando su cuerpo en los distintos trabajos que contiene la actividad rural, ya sea como tractorista, peón de campo, albañil y mecánico de algún vehículo del pueblo, y lógicamente del campo.

 

Su vocación por la escritura empezó de muy chico ya que a los 7 años comenzó a describir sus vivencias en el campo y situaciones ajenas que observaba, donde advertía las injusticias que se cometían con los peones de campo y con los demás laburantes del pueblo.

 

La humildad de los grandes.

 

Su primera guitarra fue un obsequio de un vecino del pueblo, y su enamoramiento con el instrumento fue instantáneo, sobre todo porque mediante el estilo de la “milonga”pudo transformar sus escrituras en canto. Comenzó a escribir y componer canciones con el fin de algún día hacerse conocer y llegar a grabar algún long play, algo que cualquiera que se inicia en la música anhela en algún futuro. Mucha importancia tuvo en esto último el gran Jorge Cafrune, que casualmente conocía a un vecino de don José y al saber “El Pampa” esto, no paró de insistirle para que se lo presente y así poder mostrarle alguna de sus canciones. Fue así que una noche de 1966, el deseo de Larralde se hizo realidad y, asado mediante, pudo conocer a su ídolo y así mostrarle sus composiciones. La impresión de Cafrune fue inmediata y destacó las grandes canciones que tenía “El Pampa” en su haber. Llamó al director de CBS, la productora que representaba a Cafrune, y logró que don José pudiera incluir dos de sus canciones en el próximo disco que estaba por sacar Cafrune.

 

Su primer concierto también fue de la mano de Jorge Cafrune, ya que meses después de este encuentro, el Turco volvió al pueblo para brindar un recital y luego de varias interpretaciones invitó a Larralde al escenario para que se transforme en amo y señor del resto de la noche. A comienzos de 1967, Larralde graba su tan anhelado primer disco, que se tituló: Canta José Larralde.

 

Durante la década del 70’ hizo presentaciones en distintos puntos del país, haciendo de esa manera conocer su obra y grabando long plays a la par de dichas presentaciones. Pero el “Pampa” no fue ajeno a la censura que propició hacia varios cantautores la dictadura cívico-militar iniciada en el año 1976. Fue así que varias de sus obras dejaron de pasarse en las radios y sus presentaciones en vivo se hicieron cada vez más difíciles. No obstante, Larralde decidió quedarse en su tierra luchándola de alguna manera y evitó exiliarse como hicieron varios de sus colegas.

 

Un artista crítico.

 

Si hay algo que ha caracterizado a José Larralde a lo largo de su obra –que cuenta con más de 25 discos sin incluir compilados– es que nunca se ha corrido de su discurso agudo y crítico hacia la sociedad de consumo, las injusticias que aun vive el peón de campo, la pérdida que década tras década ha sufrido nuestra sociedad en cuanto a la tradición de nuestro país, y su mirada contra las medidas políticas que han llevado a la Argentina hacia un país escaso en materia de educación.

 

Esto ha hecho que su obra trascienda fronteras, llegando así a países como Alemania, Brasil, Colombia, México, Chile, Estados Unidos, entre otros. Este último país incluyó una de sus canciones en la prestigiosa serie “Breaking Bad”, donde una interpretación de la cancion “Quimey Neuquén”, escrita por Marcelo Berbel y Milton Aguilar y grabada por Larralde en su primer disco, aparece en un capitulo de la 5° temporada llamado “Buried” (enterrado), donde los protagonistas entierran una suculenta cantidad de dosis de anfetamina y el tema suena de fondo dándole un marco épico a la escena.

 

Al día de hoy, exceptuando este año pandémico, “El Pampa” sigue dando conciertos, no así grabaciones de estudio, ya que su último LP data del año 1999 y se titula “A las 11 menos cuarto”. Sus conciertos, a los cuales el llama payadas o encuentros, se han transformado en grandes charlas donde explica las canciones que interpreta para luego cantarlas, lo que hace que sus shows sean de más de dos horas de duración aunque tal vez canta unas 12 canciones. Esto no hace su show menos interesante, al contrario. Invita a un magnetismo y a una concentración única, donde no se permite ni un murmullo para no cortar el clima que se crea. Me ha pasado de ir a verlo un par de veces y salir de la sala al mundo exterior y no entender donde estoy parado, cuando minutos antes estaba en un mundo si se quiere real y auténtico, y al pasar la puerta de salida encontrar ese mundo superficial al cual la tecnología nos ha llevado a lo largo de los años.

 

Si aun no han visto a este artista único por estas tierras, a mí entender el más grande al día de hoy, los invito a que se sumerjan en su mundo. Comiencen por sus canciones y si el futuro lo permite, lléguense a algún concierto de los que El Pampa nos brinda. Salud “Don José! Por muchos años más!

 

* Colaborador

 

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