Domingo 14 de abril 2024

Prometeo y la eterna fe en el hombre

Redaccion 22/03/2020 - 08.30.hs
« Prométhée supplicié », huile sur toile (Hauteur. 242,6 cm ; largeur. 209,5 cm) de Pierre Paul Rubens et Frans Snyders dont l’exécution a débuté entre 1611 et 1612 et a été achevée en 1618, prêt du Philadelphia Museum of Art de Philadelphie. - Inv. W1950-3-1, photographiée lors de l’exposition temporaire « Rubens et son Temps » au musée du Louvre-Lens.

El creador del hombre y sus sabidurías se enfrentó al dios Zeus,quien pensó un castigo para Prometeo. Primero, fue la curiosaPandora; luego, lo dispuso con sus brazos en cruz. Por último, loató a un anillo con su piedra a la que debió estar atado de porvida.

 

Gisela Colombo *

 

Prometeo era un titán a quien se le había encomendado la creacióndel hombre y su permanente apología. Pensando en su bien dejó queEpimeteo, su hermano, inventara a los animales pero él perfeccionóla creación dando al hombre elementos distintivos del resto de lascriaturas. Le concedió que, primeramente pudiera andar erguido. Leotorgó la capacidad de trabajar, de asociarse para las tareas y deedificar. Le enseñó a criar a los animales y a recoger con su ayudalos frutos de la tierra.

 

Si el propósito de Prometeo era defender al hombre, no lo hacíapara nada mal. Siempre permanecía atento a sus necesidades. Pero elmejor obsequio que le hizo fue un secreto. Le otorgó la fórmulapara hacer fuego. Las “semillas de la sabiduría”.

 

En rigor el mito registra los hechos fundamentales de la prehistoria.La adquisición del fuego es, para la humanidad uno de los saltos másimportantes de la evolución porque a partir de entonces los humanospudieron consumir proteínas mediante la cocción de carnes. Esoagrandó considerablemente sus cerebros y convirtió al hombre en unacriatura capaz de pensar, de conceptuar, de recordar, de abstraer, dejuzgar, etc.

 

Por ello, cuando Prometeo notó que los hombres estaban preparadospara dar un paso más, se ocupó de extraerles el fuego a los diosespara entregárselo a los hombres en forma de “semillas”. Semillasde sabiduría.

 

La furia de Zeus. Los dioses, especialmente Zeus, tomaron muymal el hurto porque eso significaba que las criaturas prontoconseguirían lo mismo que ellos gozaban. Eso implicaba que setornarían dioses algún día. La furia de Zeus pensó un castigopara Prometeo.

 

Mandó a su hijo Hefesto que hiciera una criatura femenina enarcilla, bella y virtuosa como ninguna. Pandora fue su nombre cuandole dio vida. La dotó con un solo defecto, una excesiva curiosidad.Luego le dio un ánfora y le pidió que por nada del mundo laabriera. Cuando Epimeteo y Prometeo se ausentaron, ella abrió elrecipiente y todos los males y las enfermedades salieron alegrementey se instalaron en el mundo.

 

Pero el asunto no quedó allí porque Prometeo urdió una trampa paraengañar y vengarse de Zeus. Le ofreció regalarle la mitad de unbuey asado que él escogiera. Zeus no notó que el titán habíadispuesto la grasa y los huesos bajo la piel de una parte que parecíamás voluminosa y cuando la eligió dejó, sin intención, lo másvalioso del buey para Prometeo. El dios olímpico se indignó muchomás y juró que el titán, como castigo a su deshonestidad y sudefensa exacerbada de la raza humana, permanecería para siempreatado a una piedra.

 

Así se lo dispuso con los brazos en cruz incansables días en cuyasvigilias recibía a un águila que le comía el hígado. Por lasnoches el órgano se reconstituía y lo ofrecía nuevamente a supredador, la mañana siguiente. Una y otra vez y para siempre.

 

Pero quiso la suerte que Hércules, un hijo dilecto de Zeus, tuvieracomo desafío liberar a Prometeo. Zeus se sintió perdido: si lopermitía incumpliría su dictamen eterno que nadie podía doblegar.Pero si no lo permitía su hijo querido no lograría acreditar eléxito en sus doce trabajos. La astucia del rey de los dioses hallóla respuesta. Le permitió a Heracles que desatara al titán pero leconstruyó un anillo con la piedra a la que debía estar atado parasiempre. Lo único que debía observar era que el anillo estuvierainvariablemente en su dedo.

 

La cruz como castigo. No obstante su liberación, la imagenmás rica de Prometeo lo ubica en forma de cruz y ofreciendo suhígado. Hay quienes vieron en él y en esa escena una similitud ouna prefiguración de lo que luego ocurriría con Cristo. Propiciadorde los hombres, atravesado por los clavos y puesto en cruz comocastigo por llevarles una sabiduría liberadora, registra variospuntos en común.

 

Como muchos otros crucificados, el Cristo también debió habertemido literalmente a los cuervos. Pero en sentido metafórico noofreció su hígado (que representa el enojo) ni sus ojos. Entregó ala maldad del mundo su corazón para que fuera atravesado una y otravez cada vez que su sacrificio se vuelve inútil en la cíclicaignominia humana. Pero luego perdona, reconstruye su órgano y vuelvea ofrecerlo una y otra vez hasta el fin de los tiempos.

 

No es posible dilucidar si las coincidencias entre Prometeo y elsalvador del cristianismo esconden un fondo común, pero tampoco esevitable la tremenda capacidad que da el pensamiento metafórico parasoslayar los detalles y hallar matrices simbólicas universales einfinitamente repetidas. Quizá Jung tenga razón y esos arquetiposvivan en el hombre a una profundidad mayor que las cargas de culturade un pueblo, una nación o de un dogma.

 

* Escritora

 

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