Lunes 15 de abril 2024

Un mundo de creadores

Redacción 23/02/2014 - 03.31.hs
Pintores, fotógrafos, dibujantes, arquitectos. Son parte de la historia de las artes visuales de la provincia, que ahora tiene su primera elaboración histórica. Rosa Audisio y Luis Abraham, sus autores.

Rosa Audisio y Luis Abraham han contribuido con su trayectoria a la plástica pampeana con obras y reconocimientos. Pero parece que no era suficiente. Y se dieron a la tarea de abordar lo que parecía inabordable, por lo extenso y complejo como por la falta de material publicado. En días se presentará el libro "Artes visuales en La Pampa". "Siendo artistas que priorizamos la imagen por casi treinta años hemos tomado el desafío de jugar con las palabras", afirman ambos artistas, y ahora investigadores.
"Son dos libros publicados en un sólo tomo. El primero refleja la historia de las artes visuales en La Pampa desde antes de la fundación de Victorica y General Acha en 1882, y el segundo es un diccionario de artes visuales con aproximadamente mil entradas entre biografías y reseñas de artistas y obras de arte público", lo definen sus autores.
Publicado por Dunken, editorial que les permite una difusión nacional en ámbitos artísticos y afines, la obra lleva prólogo del poeta Edgar Morisoli. Audisio y Abraham hablaron de esta iniciativa, una mirada abarcadora y a la vez iniciativa para mirar de otra manera la historia de la plástica en la provincia.
-¿Qué artes o disciplinas va a abarcar el libro?
-Fotografía, pintura, dibujo, historieta, ilustración, arquitectura, escultura, cine, video, grabado, instalaciones, videoarte, muralismo, arte textil, cerámica, vitrofusión, arte sacro, diseño, arte sin disciplinas o con cruce de disciplinas. Habrá un capítulo dedicado a la educación y otro a los que escribieron sobre arte de la provincia. Asimismo sobre las instituciones y las agrupaciones de artistas. Habrá referencias a los lugares donde se realizan y realizaron las muestras de arte y una reseña lo más completa que nos fue posible de la historia de los salones de arte que se han hecho. También habrá un capítulo para los que pasaron por la provincia radicándose sólo un tiempo. Y varios otros temas más.
-¿Cuál es el objetivo del libro?
-Tiene varias intenciones. En primer lugar es una gran recopilación histórica que no se había hecho hasta ahora, una especie de enciclopedia del arte pampeano, creemos también que va a ser muy útil para estudiantes de arte y además hemos hecho investigación sobre un grupo de artistas poco conocidos o casi olvidados. También efectuamos estudios críticos sobre muchos de los artistas referenciados. En síntesis se podría decir que es en parte un libro de historia, de texto y de crítica y también con otras particularidades. Todos en un sólo tomo, lo decidimos así por practicidad y porque también será una manera de evaluar las posibles omisiones no intencionales.
No obstante, la historia del arte continúa en nuestra provincia y al tiempo que nuestro libro ya estaba en impresión aparecieron otras posibles líneas investigativas por lo que reservamos material para otro volumen.
-¿Fue difícil su elaboración, teniendo en cuenta el material disponible y la cantidad de artistas y obras?
-Ha sido compleja la elaboración porque hemos tratado de ser muy inclusivos, abarcando a todas las personas que han trabajado en las artes visuales en un largo período, donde había muy poco escrito.
Recopilamos material durante unos veinte años y los escribimos en un año. Nos han ayudado una gran cantidad de personas con sus testimonios y aportándonos material, por supuesto todos los archivos de los diarios de la provincia han estado a nuestra disposición.
-¿Había algo escrito al respecto previamente?
-Hacemos referencias a la obra de Blanca Gigena de Morán, a los numerosos textos de Miguel de la Cruz y Elisa Asturi, a la obra sobre biografías de Asquini-Sapegno, a otros escritores pampeanos y a quienes han escrito desde afuera, especialmente en los últimos años, como los críticos Taverna Irigoyen, Alfredo Cernandas Quesada, Osvaldo Svanacini, Rosa María Ravera, y Rosa Faccaro, entre otros.
-¿Cuáles son los artistas plásticos que consideran en su libro como primordiales en La Pampa?
-Es muy difícil de decir. Por un lado, referenciamos la importancia de los artistas fundacionales, como pudieron haber sido Bernardo Graff, Ludovico Brudaglio o Domingo Mauricio Filippini, en otro sentido los primeros pintores y dibujantes ya reconocidos como Nicolás Toscano, Juan Carlos Durán o Cachita Vázquez, importantes en la provincia pero que
no obstante no se apartaron de los lineamientos de lo que se hacía en otros lados. Artistas como Antonio Ortiz Echagüe y Néstor Tellería son singulares por motivos casi opuestos y después tenemos artistas que hicieron rupturas como Amilcar Evangelista, Eduardo Dinardo, Velma Toscano, entre otros. Por último en los últimos tiempos tenemos varios artistas multipremiados, en varias disciplinas, que han hecho que los que toman decisiones en algunos lugares centrales presten por fin atención a La Pampa.
-¿Hubo escuelas locales? ¿Qué tendencias nacionales o internacionales tuvieron más inserción?
-Creemos que no ha habido escuelas locales. Una posible excepción es la gran cantidad de fotógrafos que se dedican con muy buenos resultados a la fotografía de la naturaleza. Las tendencias internacionales más influyentes, en cuanto a número de adherentes, se reflejan en las distintas formas de pintura del paisaje, que vienen del paisaje romántico de John Constable o el llamado paisaje realista o clásico de Camille Corot, ambos en el siglo XIX. La influencia de Noe Nojechowicz -el pintor surrealista argentino de origen polaco y alumno de Juan Batlle Planas que fue docente en la provincia- en las obras de Eduardo Di Nardo, Alfedo Olivo, María Eugenia Lomazzi, Teresa Lopez Lavoine y otros. Las interrelaciones de la obra de Eduardo Ferma con algunos artistas geométricos; los pintores y escultores que hacen figuración crítica, por sólo mencionar algunos.
-¿Hubo diferencias entre el campo artístico de General Pico y Santa Rosa?
-Las importantes diferencias entre Pico y Santa Rosa, dadas por distintas razones, son empero menores que las que existen con algunas pequeñas poblaciones cuyos artistas tienen muy reducidas sus posibilidades en comparación con las de las dos ciudades mayores.

 

 
Carlos Martino
COLABORADOR

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