Martes 14 de mayo 2024

“Todos juntos”

Redaccion Avances 07/05/2023 - 06.00.hs

En 1971 el grupo chileno Los Jaivas graba un single en el lado B de un simple. La canción, “Todos juntos”, resulta ser más que el “lado B” de un EP y se convierte en un mensaje de unión para Latinoamérica.

 

Ernesto del Viso *

 

 

Corría el año 1971. Chile: una efervescencia. Gobierna la Unidad Popular con Salvador Allende en la presidencia socialista.

 

Son tiempos de desarrollo esplendoroso de la “Nueva Canción chilena”, que venía repicando, puertas adentro, en peñas, en ámbitos reducidos universitarios, desde la segunda mitad de la década del 60. Gobiernos de Eduardo Frei Montalva, hasta el 11 de septiembre de 1973 con el derrocamiento de Allende.

 

Tiempos de recluirse y generar una canción casi todos los días, en el reducto de “La Peña de los Parra”, hijos de la Violeta.

 

Cierta vez, Mery Franco-Lao (México 1970), supo decir: “El canto también es una manera de escribir la historia, de impugnar las diversas formas de servidumbre e injusticia; de gritar el hombre o el dolor, de revelarse y rebelarse”, concepto fundamental animado por este movimiento, con un estandarte femenino de fuerte prédica en los jóvenes: Violeta Parra.

 

Decía, corría el año 1971 y Los Jaivas, grupo musical chileno de vanguardia, si los hay en Latinoamérica, de aquellos tiempos, edita su primer disco: “El volantín”, resultado de pura autogestión; tiempos donde cada uno de sus integrantes, entregaban y vendían poco menos que puerta por puerta, este material sonoro.

 

Es también momento, en que le piden a Los Jaivas, grabar un single (aquellos discos de vinilo con un tema musical por lado). Épocas de los simples en 45 rpm. Los disc-jockeys de las radios, solo ponían el lado A, que recomendaba la empresa discográfica, señalado con un marcador negro como para que no hubiera dudas de cuál era el lado A y tema a difundir. En Argentina ocurría lo mismo y por muchos años, por lo menos hasta los entrados años 80.

 

En ese simple que le encargan grabar a Los Jaivas, ellos solo tienen “Ayer Caché” para el Lado A. Además la obra poético musical no podía exceder los 3 minutos (reglas del mercado, no?).

 

Como un dato anecdótico, digo que el director artístico de ese sello chileno, era un tal Julio Numhauser, que hacía poco (años 1965), había creado con los hermanos Eduardo Guillermo y

 

Julio Carrasco, el grupo Quilapayun y que ha de ser, entre tantas, el autor de la bella obra “Todo Cambia” que en 1984 nos hizo conocer en nuestro país la gran Mercedes Sosa en su disco: “Será Posible el sur”.

 

Pues, el disco simple sale y por dos o tres días, se escucha solo el lado A, tal lo convenido; hasta que alguien, no se sabrá quién, se le antoja difundir el lado B de ese “disquito” de Los Jaivas y sucede lo inesperado, lo no previsible: en ese lado B, estaba el gran destape, una canción dotada de una gran fuerza y un discurso de hermandad muy claro para esa época. Una canción que a 52 años de compuesta y grabada, sigue vigente; se trata de: “Todos juntos”.

 

 

Hace mucho tiempo / que yo vivo preguntándome…”

 

 

Cómo nace esta canción, Los Jaivas lo explican así: “es un acto milagroso, pero muy relacionado con ese laboratorio de música que desde el año 1963, vienen ellos desarrollando”.

 

Pero también tenemos un testimonio más cierto y aproximado a la gestación de “Todos Juntos”, y es el de Claudio Parra, el tecladista por excelencia de Los Jaivas: “Habíamos firmado contrato con la YRT, que dirigía Julio Nunhauser. Entonces para lanzar al grupo, había que hacer un tema y ahí

 

estaba ‘Ayer caché’. Con ese tema estábamos muy contentos, no teníamos otra aspiración. Entonces nos dicen, que hay que grabar otro para la Cara B del disco. Así es que llegamos al estudio de grabación y Eduardo Parra, mi hermano, empieza a tocar una melodía, armonizada. Era más lenta de lo que hoy se la conoce. Se parecía, en el aire, a lo que era ‘Ayer caché’. Entonces todos la empezamos a tocar y Gabriel Parra, el otro hermano mio, y papá de Juanita, el baterista y percusionista del grupo, empezó a acelerar el pulso de esa melodía, hasta arribar a esa especie de Huayno que todos ya conocen”.

 

Concluye, años después, Eduardo Parra y ya retirado del grupo: “El detalle revolucionario de Todos juntos iba a estar en el arreglo, no en lo que yo había compuesto musicalmente y el Gato Alquinta la letra… iba a estar en el arreglo y mi hermano Gabriel, iba a revolucionar la música nacional de Chile, haciendo por primera vez un Huayno, con batería. Al determinar nosotros de que se trataba en definitiva de un Huayno, incorporamos un charango y ahí damos un paso más hacia la fusión, porque antes un charango, nunca había acompañado a una batería ni a una guitarra eléctrica.

 

Luego si, viene el solo de Alquinta (guitarra eléctrica) en este tema y se arma la trifulca” (se sonríe Eduardo al decirlo).

 

Mario Mutis, el bajista del grupo, recuerda que para este tema que estamos comentando, por primera vez, se juntarán dos instrumentos muy diferentes en cuanto a su timbre, uno muy grave (el bajo), contraponiéndose con el charango de timbres más bien agudos. De ahí en más y hasta nuestros días se utiliza dicho complemento sonoro.

 

Como siempre sucede en estos casos y en el devenir de nuestras vidas, Los Jaivas nunca imaginaron lo que sucedería con ese tema compuesto de apuro, para completar un disco simple y en pleno estudio de grabación: “Nosotros teníamos que grabar otro tema y lo hicimos, simplemente. Nosotros no tenemos una fórmula para componer. Las cosas surgen y se van elevando”, completa Eduardo Parra en el año 2013, cuando Los Jaivas estaban cumpliendo los 50 años de su formación.

 

La grabación de “Todos juntos” es de abril de 1972, los auxilia Patricio Castillo en charango. Los técnicos de grabación: Fernando Matio y Franz Benko.

 

Hippies.

 

A pesar del logro que fue este tema y “Mira Niñita”, grabado en 1972 y maravillosamente cantado por la voz de Los Jaivas, el Gato Alquinta, suceden las diatribas de la época “después de ‘Todos juntos’. “La prensa chilena, nos señala el periodista chileno Ignacio Franzani, los hostigaba por su

 

aparente hipismo y ese vivir en comunidad”, que el conjunto acentuará en el exilio, donde todos marchan hacia la Argentina, (residen en una casona en Zárate – Bs.As.) primero y luego hacia Europa, con todas sus familias.

 

“Todos Juntos” y “El pueblo unido jamás será vencido” que cantan los Inti Illimani y los Quilapayún, para el verano del año 1973 y en Chile, son los grandes cánticos invitando a la unidad,

 

más allá de toda bandería, lo que quedará sin efecto, por lo menos en superficie, después del 11 de septiembre de ese 1973.

 

En realidad no se debe cargar a esta canción “Todos Juntos” de un tinte ideológico determinado, porque canta valores universales: el de hermanarnos y vivir en paz, en un territorio chiquitito para lo que es la Galaxia. Claro está que la mezquindad y los ambiciosos de engrandecer sus patrimonios y nada más, a espalda de un pueblo que trabaja, que lucha para sobrevivir en la mayoría de los casos, jamás hubieran pensado en crear esta maravillosa obra.

 

Nunca aquellos que descreen en la igualdad de oportunidades que deben tener los seres humanos en esta tierra, confiarán en textos como éstos, en los que hallarán siempre un “tufillo” a panfleto, y al encontrar en una canción testimonial como ésta, rotularla como “mera” canción de protesta con

 

tendencia de la izquierda, lo que tampoco es pecado, claro está.

 

Pero allí estaban Los “High Bass”, como se llamaron en sus inicios hasta ese viaje iniciático del Gato Alquinta y su mujer, donde llegó hasta Ecuador y regresó a Chile y a su grupo aún con la denominación inglesa, con la idea de empezar a tocar los instrumentos de Latinoamérica.

 

Ahí estaban resistiendo, sin darse cuenta, pues, ellos vivían en el mundo de la creación constante.

 

En la nueva etapa, post viaje de Alquinta, la percusión fue uno de los primeros ensayos donde cada uno en algún momento le hacía a la percusión donde el Cultrún mapuche no estará ausente, nótese en esta canción, en videos de YouTube, que luego de la introducción a quena y bombo de la batería, Gabriel Parra, deja su lugar de la percusión y se manda adelante en el escenario y percute en un solo, el Cultrum de los araucanos: otro desafío a lo establecido como que este instrumento se interpreta en los Nguillatunes (ceremonia sagrada y religiosa del Araucano y el Mapuche).

 

En realidad una etapa de mucha experimentación que inducirá a desarrollar todo un nuevo repertorio creado por todos ellos y castellanizar el “High Bass” donde High significa alto y Bass bajo, es decir “Los alto bajos”, por el de “Los Jaivas” (la fonética pronunciadora de la voz inglesa, pero sin acentuar el bas de Bass (bajo).

 

Valga una apostilla en este momento del relato, lo de alto y bajo era por las diferencias de altura de los tres hermanos Parra: Gabriel, Eduardo y Claudio con respeto a Mario Mutis y el Gato Alquinta. Hasta en ello eran risueñamente creadores, fines de los 50, inicios y entrados los 60.

 

 

Para qué vivir tan separados…”

 

 

Los tiempos transcurren y se suceden nuevas reflexiones sobre esta canción con todos, valga la analogía con el título del poema de Tejada Gómez musicalizado por Isella. Es más, ambas obras nacen casi juntas a un lado y otro de la Cordillera de los Andes.

 

Claudio Parra entiende que previamente a la creación del tema, entre todos los integrantes del grupo de entonces, tenían como una imagen de nuestro planeta y mirado desde el Universo, si se pudiere, nosotros significamos apenas un puntito en el sistema planetario y entonces ellos se preguntaban:

 

“Somos casi nada y nos peleamos por tantas cosas? Entonces no se entiende por qué todo eso si somos poco menos que nada.”

 

En la Argentina, por esos años ya de exilio de Los Jaivas, este tema registra una grabación, que quienes conocen de la trayectoria sonora de Los Cantores del Alba, que ya se habían dado el gusto de grabar cuanta zamba carpera existiera, fueron muy buenos intérpretes del género. También llevaban varios LP del ciclo de “ Valses y Serenatas”, y deciden grabar “Todos Juntos” en el LP “Soy el cantor del Alba” de 1974, un disco con fuerte intervención del poeta salteño Hugo Alarcón, que ejercita toda una escritura donde no faltan los conceptos de libertad y trabajo y un pedido de que hay que levantar a nuestro país. No olvidemos lo ya convulsionado del año argentino del 1974.

 

Hay un párrafo, en lo escrito por Alarcón, que justifica tal vez y si ello es necesario, la inclusión de “Todos juntos” en este disco, dice el poeta de Salta: “… matarlo al odio y meterle en el corazón la flor del amor y el reencuentro”.

 

Por la misma época, los argentinos del dúo Cristina y Hugo, también dejan un excelente registro discográfico, en su LP titulado “Padre Inca” de 1974. La excelsitud a la que refiero, reside sobre todo por la tesitura vocal y expresividad de Cristina, es para el mismo sello en el que graban Los Cantores del Alba, y coincidencia o no, la autoría de “Todos juntos”, tampoco es revelada, aparece como D.R. (Derechos Reservados).

 

“Todos juntos” otra intención universal de andar juntos con “los triunfos y fracasos” (edv), un discurso de 1971 pero que sigue vigente, su intención por lo menos, más allá de las guerras de los 90, los intentos desestabilizadores en este nuevo siglo XXI y esta desangrante guerra en Ucrania: “Si este mundo es uno y para todos…”

 

 

* Músico

 

 

Todos Juntos

 

Letra y Música: Los Jaivas

 

 

Hace mucho tiempo

 

que yo vivo preguntándome,

 

para qué la tierra es tan redonda

 

y una sola nomás.

 

Si vivimos todos separados,

 

para qué son el cielo y el mar,

 

para qué es el sol que nos alumbra,

 

si no nos queremos ni mirar.

 

Tantas penas que nos van llevando

 

a todos al final,

 

cuantas noches, cada noche,

 

de ternura tendremos que dar.

 

Para qué vivir tan separados,

 

si la tierra nos quiere juntar,

 

si este mundo es uno y para todos,

 

todos juntos vamos a vivir.

 

 

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