Domingo 24 de marzo 2024

El MagnaJazz tuvo un festejo distinto por los 15 años

Redaccion 23/02/2021 - 21.53.hs

El 2020 traía grandes planes para el productor del festival MagnaJazz. Como al mundo entero, esos planes se vieron frustrados por la pandemia de coronavirus, que hizo que no se pudieran realizar ningún tipo de encuentros culturales con presencia de público. Incluso actualmente son muchos los protocolos que deben cumplirse para poder realizar un recital o una obra de teatro en Santa Rosa. Sin embargo, esto no evitó que Juan Manuel Schulz se pusiera al hombro -una vez más- la organización de un merecido festejo de 15 años para el festival que tuvo su primera edición en 2005.
A través de dos producciones audiovisuales que compilan los 15 años de festival, más una edición limitada de un libro con fotografías y comentarios; MagnaJazz se mantuvo presente en la agenda cultural pampeana.
«El año había comenzado con una hermosa gestión para producir los quince años del MagnaJazz, con la posibilidad de trasladarlo en esta ocasión especial, a la calle», contó Juan Manuel a LA ARENA. «Como generalmente se hace en primavera, la Municipalidad de Santa Rosa, a través de su dirección de turismo, quería acompañar a la Universidad Nacional de La Pampa, a la producción del Magna, y por intermedio de José Minetto, existía un interés real de darle una vuelta de rosca pensando primero en la gente y después en la ciudad, con la eventualidad de captar a público foráneo», explicó.
«Eso implicaba una logística diferente, más amplia, pero me encantaba el desafío y es algo que siempre da vueltas por la cabeza. ¡Son quince ediciones, no es poco! Sobre mitad de año veía que iba a ser difícil llevar adelante esto y así se evaluaron algunas cosas», expresó.
«La más linda, la de hacer dos ediciones audiovisuales de 45 minutos con el material existente de años pasados (Escalandrum, Javier Martínez, Franco Luciani, Dancing Mood, Deborah Dixon, Grupo de Jazz Santa Rosa, etc). Uno de ellos se pudo ver por CPETv y el otro, por Canal 3, Corpico y varios lados más», contó.
El primero de los videos fue una recopilación hecha con Sombra de Toro Records y el segundo, con los chicos del Centro de Producción Audiovisual de la Universidad. «Los dos están colgados en YouTube y se pueden ver. ¡Quedaron hermosos! Desde ya, el agradecimiento a todos los que aportaron tiempo y ganas para que salga como salió. El acto real, el de la música en vivo, el encuentro de los estudiantes y el público en el hall, la copa de vino, las obras de arte, volverán en algún momento. Ojalá sea pronto».

 

Libro.
Por otra parte, MagnaJazz celebró sus 15 años con un libro de formato especial, que contiene fotografías de las distintas ediciones y comentarios. «El libro nació ante una necesidad de celebración a un ciclo que tiene mucho cariño, mucho amor. Fue un complemento, sencillo, de los dos especiales audiovisuales que se gestaron. La idea era agradecer de manera simbólica con 15 imágenes a todos los que siempre están y aportan desde su lugar: auspiciantes privados, oficiales, amigos… Es un material exclusivo que tienen pocos. Se siguió una estética pero con formatos diferentes de los habituales», detalló el productor.
– ¿Cómo nació MagnaJazz?
– Desde un programa de radio. Así de sencillo. Cuando empezás a escuchar jazz, empezás a pedalear al aire libre en una ruta que no termina nunca. El jazz no tiene estación de destino. Como muchos, acompañábamos los festivales del Grupo de Jazz Santa Rosa. Los parades, los conciertos y las jam pos conciertos. Primero lo hice como espectador, con mi madre, y después como comunicador. Hermosos recuerdos de uno de los festivales más emblemáticos de la provincia. Desde el programa, que se llamó «Calle 25 y avenida», hacíamos entrevistas y pasábamos canciones del mundo y del nuevo jazz argentino que se gestaba. Ahí, después de una entrevista al aire, Walter Malosetti dijo que quería venir a tocar. No entendía nada de cómo armar una producción, pero hablé con mi amigo Pablo Ferrero, y entre los dos sumamos coraje y lo encaramos. Fueron cuatro bandas y el Aula Magna desbordó de gente. Raúl Fernández Olivi y Rubén Schaap nos prestaron sus obras para exhibirlas… Mirta Losada, en ese entonces en Extensión Universitaria, nos empujó a dar ese primer paso. Siempre habrá lugar en nuestras memorias para los que estuvieron en el comienzo, los que pasaron y los que están.
– ¿Cómo surgió tu gusto por el jazz?
– La música, en realidad, es un canal que te conecta a otro plano. De muy chico siempre escuchaba tango en una radio Tonomac que me había regalado mi padrino. Me dormía escuchando La Noche con amigos, y cuando no estaba, escuchaba música de radios chilenas. La cosa era escuchar, tener sonidos en la cabeza. De adolescente vino el rock, el tango siguió y nacieron dos vertientes inacabables para navegar: el folclore y el jazz. Y entre los géneros hubo una particularidad, porque quise ir al inicio, a la génesis, para entender un poco más. Con el jazz me hice tan fan que empecé a comprar CD’s y más CD’s, algunos libros y hasta a pintar (o intentarlo, je) en tela a dos de mis preferidos: Miles Davis y Charles Mingus.
– ¿Qué significan para vos estos 15 años de MJ?
– Como productor siempre es un desafío. Cuando termina cada edición, se piensa en la próxima, en qué músico o música proponer, qué cosas cambiar, a qué artista invitar a exponer, cómo comunicar para mantener un cierto nivel de un ciclo modestísimo que, con mucho esfuerzo, se hace gracias a la complicidad de la UNLPam, un lugar muy querido que conozco desde los 13 años porque ahí comencé mis estudios secundarios. Ese lugar tiene una cosa muy particular que -es muy personal lo que voy a decir- tal vez no todos los productores sientan. Me pasa que estoy obligado, en un lugar que me abrió las puertas para seguir estudiando con mis amigos una vez salido de la primaria, a esforzarme para no defraudar, para ser serio y para no tomar esto a la ligera. No me da lo mismo producir una banda de rock equis, por más al tope que esté, que preparar un escenario durante meses para disfrutar tres horas al año de un momento único.
¿Qué vendrá este año? El mapa está muy incierto todavía, pero sería ideal encontrarnos de nuevo, como cada primavera de 2005. Con música, arte y una copa para compartir. De eso se trata Magna Jazz.

 

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