Lunes 15 de abril 2024

«Es como un volver a nacer»

Redaccion 22/06/2020 - 22.00.hs

(General Pico) – La docente Fernanda Galeano, de la Facultad de Veterinarias de la Universidad Nacional de La Pampa (UNLPam), nació en cautiverio en Campo de Mayo durante la última Dictadura Cívico Militar, el 12 de agosto de 1978. Su historia y la de su madre, Celina Amalia Galeano, quedaron plasmadas en «Los versos salvados», un documental de Gabriel Szollosy, un cineasta uruguayo, que se estrenó días atrás a través de la plataforma Cine.ar.
Tras haber vivido en diferentes lugares, a los 18 años llegó a General Pico para estudiar Medicina Veterinaria. Hace 21 años que reside en esta ciudad y se considera una piquense más.
En diálogo con LA ARENA, contó sobre cómo se gestó el proyecto del documental, del que dijo que es «movilizante y reparador».
«Mi mamá y yo sobrevivimos y sobrevivimos juntas. No conocemos a alguien más que le haya pasado esto. El documental ‘Los versos salvados’ es un documental muy poético, bastante metafórico, que no recurre al golpe bajo como imágenes muy fuertes y crudas. Trata de que cuando mi mamá vuelve conmigo a la casa, encuentra un resto de un poema, y a partir de ahí empieza a escribir toda nuestra historia y a volcar todo lo que tenia adentro. Ella tiene 82 años y todavía escribe. Siempre en la búsqueda de algún día poder editarlo porque tiene un escritorio lleno de hojas», dijo.
«Esos versos que pudo salvar, la salvaron a ella emocional y mentalmente, porque tras haber pasado por el horror que pasó, se alivianó en esto de la escritura. Nosotras también vendríamos ser estos versos salvados. Una puede hacer con cosas simples y sencillas todos los días, tratar de que el mundo sea un lugar un poco mejor», agregó.

 

Documental.
La docente de la Facultad de Veterinarias contó que su madre es chaqueña y vive en Piedras de Afilar, un pequeño poblado uruguayo del departamento de Canelones. Allí atiende escribe y atiende su huerta. Hasta hace pocos años atrás, manejaba en su auto hasta General Pico, para visitar a su hija Fernanda y a sus dos nietos.
En ese poblado conoció al realizador del documental, quien se interesó por su historia, cuando lo escuchó de terceros. «Mi mamá vive en un pueblito muy chiquito de dos manzanas y el director de ese documental vive en una playa cerca. Todavía en esas zonas rurales se acostumbra a visitar a los vecinos para saber de ellos. El fue un día a la casa de mamá y conoció a mi madre. Le llamó la atención la personalidad que tiene porque mi mamá transmite paz cuando estás con ella», señaló.
«De a poco y hablando con amigos en común, sin que se lo cuente mi mamá, se enteró de la historia y se propuso hacer un documental, que es emocionante y es un volver a nacer. Mucha gente que me conoce de años de estar en Pico, no sabía de mi historia y después de ese documental, que tuvo mucha repercusión, me presento yo con mi historia, sin temor a ser mal juzgada», indicó y agregó: «Nosotros teníamos miedos y hay algunos comentarios que a veces son muy dolorosos respecto a quienes fuimos víctimas de este horror. Esta es mi historia y soy todo esto. Paradójicamente a los 41 años, es como un volver a nacer. Es muy movilizante y reparador».

 

Militancia.
Tras abandonar el horror, Fernanda vivió parte de su vida en Francia y otra en Neuquén. A los 18 años llegó a General Pico, para estudiar en la Facultad de Veterinarias. A punto de cumplir 42 años, es docente de esta Facultad y representante del programa de Derechos Humanos. También milita «HIJOS», dado que es un «grupo muy contenedor» en el que hay «muchas ganas de hacer cosas por el otro.
Hoy su historia de vida y la de su madre, están plasmadas en el documental que se estrenó la semana pasada y que estará algunos días más en la plataforma de Cine.ar.

 

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