Martes 26 de marzo 2024

Hacen inventario de la obra artística de Eduardo Ferma

Redaccion 28/07/2020 - 21.59.hs

Eduardo Agustín Ferma falleció el 1º de diciembre de 2017. Tenía 81 años y dejó tras de sí una valiosa obra artística, que hoy forma arte del patrimonio cultural pampeano. Por expreso pedido de la familia, su archivo personal, sus obras y herramientas, así como los premios y reconocimientos recibidos a lo largo de su vida, fueron rescatados en las semanas siguientes a su muerte, y depositados en el Centro Cultural Medasur.
Un equipo de la Dirección Provincial de Patrimonio, integrado por Guillermo López Castro, Estela Berdasco, Adriana Roldán y Liliana Touceda, fue el encargado de recolectar, registrar y describir todos los elementos de valor artístico, museográfico y archivístico. Entre los últimos días de 2017 y los primeros de 2018, técnicos y profesionales trabajaron en la vivienda del artista (Juan B. Justo 736) para limpiar y clasificar obras y objetos, que guardaron en cajas de archivo y paquetes con papel corrugado.
De acuerdo al informe de Touceda (Licenciada en Museología), el trabajo de rescate finalizó el 5 de enero de 2018, con el traslado de la obra al Medasur.

 

Inventario meticuloso.
Ahora, un equipo de la Secretaría de Cultura ha iniciado las tareas destinada a elaborar un inventario completo de este patrimonio artístico, para luego ponerlo a disposición de los investigadores. Desde el organismo provincial informaron que el trabajo «tiene un importante grado de complejidad, debido a la variedad de obras, bocetos, objetos y documentos que componen» su vasto archivo y a «las múltiples facetas» desarrolladas por el artista a lo largo de su prolífica trayectoria.
Eduardo Ferma nació en Jacinto Aráuz en 1936. Siempre supo que sería dibujante y era muy joven cuando se inició en el diseño, en Bahía Blanca. Una etapa gravitante de su formación fueron los estudios en la Escuela Panamericana de Artes, donde conoció a maestros como Alberto Breccia, Hugo Pratt, Héctor Oesterheld, Enrique Vieytes, Melgarejo Muñoz, Amadeo Dellaqua, Pablo Pereyra y Angel Borisof, entre otros.
Otro proceso importante resultó su paso al arte generativo, con el cual logró trascender los límites de la provincia y el país. En la década del ’70, comenzó a exponer sus obras en espacios alternativos de nuestra ciudad, como el legendario bar «Tragos Isis», donde sus cuadros, que mezclaban bellas formas geométricas con un extraño misticismo cósmico, extasiaban a los visitantes.
Sus abstracciones geométricas resultaron universales y se diseminaron por el mundo. Se calcula que más de 500 obras de Eduardo Ferma se encuentran expuestas en países tan exóticos como Japón, Australia o Arabia Saudita.
Fue amigo entrañable del doctor René Favaloro (tenía 13 años cuando lo conoció, en su pueblo natal), al punto de ilustrar su libro «Recuerdos de un Médico Rural» (1980) y diseñar el monumento erigido en Jacinto Aráuz. También resultó un hombre solidario, de profundo compromiso social, como dejan vislumbrar las historietas publicadas durante décadas en los diarios pampeanos.
Incursionó además en el diseño y la publicidad, escribió guiones de radio, fue pionero en los dibujos animados, historietista prolífico y venerable cultor de la serigrafía. Ilustró innumerables libros y recibió diversos homenajes y premios. Una de las galerías del Centro Municipal de Cultura, en Santa Rosa, lleva su nombre.
Cuando la Secretaría de Cultura finalice el trabajo de preservación e inventario, su vasto legado artístico estará disponible, para ser estudiado por los especialistas y disfrutado por el público.

 

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