Domingo 14 de abril 2024

«La Pampa es una provincia de poetas»

Redaccion 01/02/2020 - 06.10.hs

La antropóloga, militante feminista contó parte de la historia de su familia en la localidad de Uriburu, donde se construirá una Casa de la Cultura Feminista. «Ahí era la panadería de mi abuelo y la casa de mi familia donde vivió mi mamá, una mujer de un gran ideario feminista», explicó.

 

La escritora, antropóloga y militante feminista Rita Segato fue entrevistada ayer en Radio Noticias a propósito del proyecto de construcción de una Casa de la Cultura Feminista en el lugar donde vivió su familia y donde ella creció, en la localidad de Uriburu. «Debería ser posible tenerlo como un lugar de residencia para autores que quieran aislarse para escribir ensayos, ficción y poesía. La Pampa es una provincia de poetas, como lo fue Olga Orozco», expresó.

 

Según explicaron desde la secretaría de Cultura provincial, el proyecto de creación del espacio cultural contempla la compra de la casa donde vivió el abuelo de la antropóloga, Salvatore Cardone, que fue el primer panadero de la localidad. Allí también vivió la madre de Segato, Elsa Frigerio, «una mujer de gran ideario feminista, muchísimo más radical que yo. Era muy cabeza dura, terca, muy pampeana», describió.

 

La compra de la casa, que pasó por varios propietarios, estará a cargo de la Municipalidad de Uriburu con el apoyo del gobierno provincial, quienes ya comenzaron a trabajar con equipos de arquitectos para poner en marcha la restauración y puesta del espacio ubicado en la esquina de Mitre y España.

 

Espacio feminista

 

«La idea surgió después de una visita que hice a La Pampa en 2017 y conté que mi mamá era pampeana, de Uriburu. Al llegar me habían organizado una excursión desde Santa Rosa a Uriburu, que para mí fue algo emocionante, porque encontramos la casa intacta, fantasmal, tal como mi madre la describió», contó Segato.

 

Según indicó, ni bien entró a esa casa comenzó a recordar los relatos de su madre. «Es la misma vivienda de la que ella hablaba: el árbol donde ataban a su caballo ‘Mascucho’, la cochera donde su papá había puesto una imprenta porque escribía poesías, y la panadería enfrente que era de mi bisabuelo», sostuvo.

 

Durante esa visita, contó, «surgió lentamente el proyecto a partir de un gran memorioso como es Pascual (Fernández, intendente de Uriburu), una persona absolutamente fuera de lo común, que ha dedicado su vida a la historia, a ir recogiendo los pedazos de la historia de ese lugar».

 

Agenda y proyecto

 

En cuanto a la puesta en marcha del espacio confirmó que estará involucrada y que le gustaría que sea «un lugar para escritores y gente memoriosa que se quiera retirar a debatir y pensar», y manifestó que tiene pensado «traer la parte feminista de mi biblioteca e instalarla ahí». Según cuenta, tiene una biblioteca muy importante que está en proceso de mudanza ya que durante muchos años vivió fuera de la Argentina y recientemente se instaló en el país.

 

«La casa sería un espacio de creación para artistas y para el encuentro de mujeres. Es necesario hacer una pauta de acciones, reuniones y de eventos para la casa. Lo hablé ayer con Dora Barrancos, que es pampeana, y se entusiasmó muchísimo con el proyecto así que vamos a generar una agenda», detalló Segato.

 

Panaderos anarquistas

 

La casa fue habitada en un principio por su bisabuelo, Salvatore Cardone, un panadero comunista que llegó de Italia y abrió allí la primera panadería del pueblo: «Flor de Pampa», sobre fines del siglo XIX.

 

«Todos los panaderos italianos que vinieron a la Argentina eran anarquistas, por eso nuestras facturas tienen nombres como sacramento, vigilantes, bombas, cañoncitos. Son todos nombres puestos por anarquistas y Salvatore lo era», aseguró. Además, añadió: «Mi mamá hablaba del horno de cuadra de su abuelo y contaba anécdotas como cuando cocinaba los panes dulces en navidad y los regalaba. Ella era una persona que tenía mucha memoria, recordaba los espacios, los relatos, las personas que vivían en su lugar natal».

 

En el frente de la casa estaba ubicado el salón donde estaba la panadería. Junto con él la entrada al garaje donde el abuelo de Segato había instalado la imprenta y detrás el comedor y las habitaciones. «Siempre digo que entre la panadería y la casa pasó la grieta porque Salvatore era anarquista y Gerónimo Frigerio, mi abuelo, era monarquista y tenía un gran retrato a óleo de la princesa Mafalda», contó.

 

«La Pampa era su tierra»

 

Por último se refirió a su madre, Elsa Frigerio. «Murió a los 94 años y creo que nunca en su vida salió de Uriburu y, aunque vivió conmigo en lugares como Estados Unidos y Brasil, siempre estuvo en su pueblo, La Pampa era su tierra», relató.

 

Según cuenta, su madre era una mujer «de un gran ideario feminista», aunque marcó diferencias en cuanto a la forma de pensar el feminismo. «Yo siempre digo que soy medio blanda porque también pienso un poco en los hombres como víctimas de un mandato de masculinidad que los oprime, que los obliga a macerar su humanidad para poder ser hombres. En cambio mi mamá era muchísimo más radical que yo: me prohibió usar alianzas si me casaba, me pidió jamás depender económicamente de un hombre ni pedirles opinión a ellos sobre algo que yo deseara hacer», aseguró.

 

Y cerró: «Ella tenía una serie de lemas y principios que me inculcó y yo los ablandé un poco».

 

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