"Ahora los jugadores son atletas"

El ex Puma 7s Nicolás Fernández Lobbe aseguró que el rugby experimentó un crecimiento en todo el país, pero que no tiene los suficientes sponsors como para organizar una liga profesional. Lobbe ofreció ayer una clínica a los jugadores de Santa Rosa Rugby.
La tarde está serena, con temperatura agradable. En una de las canchas con césped cortado de forma prolija, unos pocos jugadores comienzan a mover la pelota. Falta todavía un buen rato para que comiencen los entrenamientos de Santa Rosa Rugby.
En otro sector, pegado a un campo de juego, el ex Los Pumas 7s Nicolás Fernández Lobbe conversa con algunos dirigentes, esperando para ofrecer una charla a los jóvenes rugbiers, transmitir sus experiencias y los conocimientos que acumuló durante años en este deporte.
Como jugador, integró Los Pumas 7s subcampeón mundial en Japón y como entrenador tiene el orgullo de haber sido el técnico de Los Pumitas Sub 20, que en el Mundial de Inglaterra de 2016 logró la medalla de bronce al superar a Sudáfrica.
Lobbe, que vivió el rugby desde niño en el club Liceo Naval junto a sus hermanos Juan Martín y Carlos Ignacio, quienes integraron Los Pumas, aseguró que viajar al interior, estar al aire libre y en una cancha lo hace feliz. Siente que es su lugar.
-¿Cómo viviste y qué te quedó en cada etapa que viviste en el rugby?
-Como jugador viví un montón de experiencias y aprendí de muchos entrenadores. Luego, el paso lógico fue entrenar. Comencé en mi club y al mismo tiempo en el equipo argentino seven. Fue un aprendizaje continuo, de prueba y error en muchas cosas. Seguí tomando conocimientos de técnicos de todo el mundo. Y, por último, ya maduro, viví la etapa como técnico de Los Pumitas, logrando un hito en lo personal al obtener el tercer puesto en el Mundial de Inglaterra.
-¿Qué rescatás como jugador del equipo Los Pumas 7s?
-Jugué desde el 2004 al 2007, y uno de los recuerdos más lindos fue disputar la final del mundial Seven de Japón 2005, en donde perdimos la final ante Fiji en la última jugada. En ese torneo superamos a los All Blacks por tercera vez en la historia.
-¿Cómo llegaste a Los Pumas 7s?
-Tras jugar dos años en Europa, llegué el país y encontré lugar en Los Pumas 7s. Me sentí bien, con un juego dinámico que siempre me interesó mucho. Disfruté mucho esta etapa.
-¿Qué asignatura pendiente te quedó como jugador?
-Me hubiera gustado integrar Los Pumas de 15. Estuve muy cerca de hacerlo. También me quedó pendiente el haber podido jugar con mis dos hermanos al mismo tiempo. Sin dudas que fue una asignatura pendiente.
-¿Qué diferencia existe entre el rugby que vos jugabas y el actual?
-La diferencia existe en el nivel físico. Ahora los 15 rugbiers de un equipo son atletas, entonces hay que estar preparado físicamente de manera impecable para poder jugar a nivel internacional. Las estadísticas lo demuestran, hay que estar muy bien entrenado para poder llevar el ritmo de juego.

Argentina.
-Hace algunos años, manifestaste que las potencias internacionales le llevan una ventaja de 15 años a la Argentina. ¿Seguís pensando lo mismo?
-La realidad es que venimos acortando distancia, pero como todo, las potencias también crecen, sigue evolucionando. Por lo tanto esa brecha continúa existiendo.
-¿Cómo ves el rugby en la Argentina?
-Lo veo creciendo un montón. Como entrenador de Los Pumitas me tocó viajar por todo el país, desde Ushuaia a Salta. Vi un sinnúmero de campeonatos argentinos, y en menores de 18 años se evolucionó mucho en cuanto a destrezas.
-¿Y con respecto a las selecciones?
-En los seleccionados se hace una crítica en cuanto a las formaciones fijas, tiene que ver que se le dedicó tanto tiempo a un aspecto del juego que se descuidaron otras cosas. Pero creo que en algún momento se va a equilibrar y el rugby argentino dará un buen paso.
-¿El crecimiento del rugby argentino también se refleja en la infraestructura?
-En este sentido estamos un poco quedados. Uno ve los clubes amateurs que tienen muchas dificultades, porque el rugby se sostiene únicamente con los socios. El rugby no tiene tantos sponsors como en otros deportes, no tiene apoyo económico.
-¿Por qué el rugby sigue siendo amateurs? ¿Quiere seguir siendo un deporte para una elite?
-No, no, cambió mucho con el tiempo y lo reflejan los proyectos sociales, como el rugby para presos y la tarea del club Virreyes (rugby para sectores sociales desfavorecidos).
-Lo cierto es que una persona mayor que quiere jugar en alto nivel no puede vivir del rugby.
-Eso es verdad, pero lo que pasa que no hay sponsors, no hay dinero. El rugby no es atractivo en la Argentina. Este es un país futbolero, después lo sigue el automovilismo, el básquetbol y el voley. La plata es una sola, y va a un deporte o al otro.
-¿Puede existir un cambio en ese sentido?
-No veo a corto plazo que el rugby pueda ser profesional en la Argentina. Por ahí lo que se puede profesionalizar, así como están los Jaguares, hacer una liga pequeña. Pero tener 600 jugadores profesionales en una liga demandaría mucha plata, estaríamos hablando 14 millones de dólares al año.

Transmitir experiencia
Después de 10 años, el bonaerense Nicolás Fernández Lobbe no está vinculado a la UAR (Unión Argentina de Rugby). “En este momento sigo entrenando en mi club, Liceo Naval de Buenos Aire, como siempre lo hice, de forma amateur. Entreno a la primera, colaboró con los juveniles e infantiles y estoy en la subcomisión”, dijo Lobbe.
Lobbe agregó en diálogo con LA CHUECA que a partir de ayer comenzó un trabajo con Santa Rosa Rugby. “Mi idea es venir a este club todas las veces que pueda. Ahora tengo más tiempo para asumir estas obligaciones, algo que no podía hacer cuando estaba en la UAR”.
El ex rugbiers agregó que su trabajo en el club santarroseño será transmitir sus experiencias y conocimientos. “Estoy devolviendo un poco toda la experiencia que acumulé tantos años en este deporte. Me encanta venir al interior, estar en esta cancha, viajar y conocer gente. Disfruto no sólo enseñar, sino también todo lo que se vive en un club como este. Me pondría a cortar el pasto”.