Miércoles 10 de abril 2024

El club Estudiantes «gambetea» la prohibición de AFA

Redaccion 30/06/2020 - 21.47.hs

«Estábamos por suspender la jornada por el clima, pero después de tanto tiempo parados los chicos siguen con unas ganas bárbaras y al final hicimos la práctica», dijo ayer con una sonrisa Gabriel Becerra, el profe encargado del fútbol recreativo del Club Estudiantes, que desde hace un par de semanas volvió a la actividad luego del parate de más de tres meses por la pandemia de coronavirus, y ahora no hay frío ni lluvia que lo detenga.
En Santa Rosa -y en casi toda La Pampa-, el Celeste es uno de los pocos clubes «privilegiados» a la hora de hacer entrenamientos de fútbol, porque pese a que el Gobierno provincial habilitó las prácticas individuales y sin oposición, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) prohibió a sus instituciones afiliadas de todo el país a realizarlas.
En ese contexto, todos los clubes afiliados a las ligas Cultural y Pampeana (y por ende al Consejo Federal y a la AFA) se quedaron sin la posibilidad de hacer entrenamientos de fútbol, y esta negativa podría extenderse hasta que todo el país esté en la fase 4 de la cuarentena, según anticipó el presidente de AFA, Claudio «Chiqui» Tapia.
La situación de Estudiantes es diferente. En el club se hace fútbol recreativo/no competitivo, por lo que no está ligado a la Liga Cultural y, en ese sentido, sus futbolistas pudieron volver a patear una pelota, siempre respetando los protocolos consensuados con las autoridades provinciales que hacen eje en los cuidados sanitarios y en el distanciamiento social.
«Los chicos tenían muchas ganas de entrenar, así que volvieron con todo», graficó Becerra luego de la práctica de ayer, comenzando ya una nueva semana de este regreso luego del parate. «En marzo apenas pudimos entrenar cuatro días y llegó la pandemia, así que ahora estamos retomando todo como desde el principio», agregó el profesor de educación física, que en el Celeste también enseña handball.
«La vamos remando porque tenemos que respetar los protocolos y por eso dividimos a los grupos en diferentes turnos, para que no haya más de diez chicos juntos», explicó el entrenador, y en ese sentido aclaró que lo más complicado es trabajar con los de menor edad, a quienes les cuesta más mantener la distancia. «Con los chiquitos de 5 o 6 años es más difícil, hay que explicarles bien que no pueden tener contacto físico y hay que seguirlos de cerca», agregó.

 

Juegan todos.
A diferencia de la mayoría de las instituciones donde se practica fútbol, en Estudiantes la actividad tiene netamente un carácter recreativo. «Estamos lejos de la competencia; apenas hacemos algunos amistosos y encuentros con escuelitas de fútbol como El Charito o Médanos Verdes, para que les sirva de incentivo a los chicos, pero nuestro fútbol es no competitivo», remarcó Becerra, que hace cinco años que trabaja en el club con esta modalidad y que, desde esta temporada, sumó el fútbol femenino, para contar con alrededor de 50 futbolistas de entre 4 y 14 años en total.
Al referirse a esta decisión de hacer una actividad «no competitiva», el profe explicó que «hay muchos padres que buscan algo diferente a lo que hay en otros clubes, donde el fútbol implica competencia», porque de una u otra manera en el Celeste juegan tanto los más talentosos como los que no.
«Acá juegan todos el mismo tiempo sin depender de las cualidades. Incluso algunos padres nos cuentan que hay chicos que no la pasaron bien en otros lugares porque como no eran buenos para jugar, no entraban casi nunca o se sentían mal. Y no porque los maltraten ni nada, simplemente porque terminaban eligiendo a otros mejores…», reveló Becerra.
En ese sentido, hay muchos clubes que participan en la Liga y que igualmente en las categorías infantiles privilegian el juego antes que el resultado, pero hay otros en lo que los «buenos» tienen su lugar asegurado y el resto no, sea cual sea la edad.
«No es algo nuevo, pero sí es diferente a la competencia», agrega Becerra sobre lo que ocurre en Estudiantes, que desde este año también cuenta con grupo de chicas futbolistas. «Presenté un proyecto para hacer fútbol femenino, me lo aprobaron y arrancamos en marzo, pero la pandemia nos frenó todo. Recién nos estamos armando y por ahora tenemos un grupo de nueve chicas», contó el entrenador, que reparte sus prácticas entre la cancha de fútbol 5 de la sede central y las del Polideportivo Víctor Arriaga.
Finalmente, Becerra aclaró que, pese a que están haciendo trabajos con pelota, por ahora siguen sin la posibilidad de jugar partidos porque eso aún no está habilitado por el Gobierno provincial.
«Al ser recreativo, nuestros chicos habitualmente van a jugar, no a entrenar, y por eso se hace complicado ahora que no se pueden hacer partidos. Hacemos ejercicios individuales con pelota, pero no pueden jugar, y por eso pensaba que quizás a algunos les iba a costar arrancar. Pero volvieron con más ganas que nunca», cerró.

 

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