Martes 09 de abril 2024

El increíble gol del arquero que inició una larga saga ganadora

Redaccion 03/08/2020 - 08.30.hs

Expira el segundo tiempo en el estadio Mateo Calderón. Atlético Santa Rosa y All Boys igualan 0 a 0 y se termina el Torneo Apertura 2015 de la Liga Cultural de fútbol. El empate no le alcanza al Auriazul porque Deportivo Anguilense, campeón 2014, le gana a la Unión de Miguel Riglos y se queda con el primer certamen de la temporada. Los dirigidos por Sergio Guerra necesitan ganar para sí o sí para acceder a un desempate ante el Fantinero.
Matías Boto hace varios minutos que amaga con cruzar la cancha para ayudar a sus compañeros a buscar esa victoria. Ya cumplió con su obligación manteniendo el cero en su valla, con un par de atajadas que avalan a quienes lo califican como el mejor arquero pampeano de los últimos años. Pero el Loco siente que esta vez tiene más para dar. Antes de cumplirse el último de los cinco minutos de adición que otorga el árbitro Cristian Rubiano, se decide.
Cuando pisa el área rival para recibir el que será el último córner del partido se convierte en el principal protagonista, incuso antes de que llegue la pelota. Fabricio Pérez le tira un manotazo, el árbitro ve al defensor del Albo y lo expulsa. Uno menos para marcar en un espacio totalmente abarrotado de jugadores.
El tiro de esquina finalmente parte desde la zurda de Juan Pablo Saffeni hacia la zona comprendida entre el primer palo y el vértice del área chica. La pelota pica y Boto, que corre hacia el lugar desde el punto del penal para sacarse la marca de encima, la impacta a la carrera. El arquero José «Tato» Moslares logra tapar el remate, pero el Loco arremete en el rebote corto y con un derechazo a quemarropa levanta las redes del arco que da a la Avenida Ameghino.
El 1-0 se consuma tras el alocado festejo alboyense. Boto es el héroe de un equipo que, a partir de ese día, comenzaría una racha impresionante de éxitos. Tras superar en el desempate a Anguilense, el Auriazul gana el Apertura y luego el Clausura, para llegar a la final de la Liga Cultural 2015. Vence a Huracán de Guatraché y es campeón después de cuatro temporadas. Repite en 2016, 2017, 2018 y 2019, hilvanando cinco campeonatos en fila. Es la segunda racha de títulos más larga luego de las once coronas (de 1967 a 1977 incluido) del famoso All Boys que marcó una época hace medio siglo.

 

Gol y a casa.
«Cuando el Tanque (su compañero Lucas del Río) me ve llegar al área me pregunta ‘¿qué hacés acá Loco?’ Y yo le contesto: ‘vengo a hacer el gol así me voy a casa rápido…’ Cuando me escucharon los de Santa Rosa se pusieron locos, creyendo que los estaba cargando, y ahí Pérez me pega un codazo y lo echan. Pero yo no los cargaba, lo dije para zafar que no me manden mis compañeros para mi arco», recuerda hoy con una sonrisa Boto sobre aquel domingo 26 de julio de 2015, del que la semana pasada se cumplieron cinco años.
«También me acuerdo que yo estaba re cargoso, que faltaba como media hora para terminar el partido y ya quería ir a cabecear, y que Guerra (el DT) no me dejaba. Hasta que al final ya ni me acuerdo si pedí permiso o no, pero fui igual», agrega el arquero al repasar la previa de aquel gol que quedó en la historia.

 

– Tenías una confianza ciega…
– Qué se yo; estábamos desesperados. Me acuerdo que le dije ‘Tanque, yo voy al primer palo y vos al segundo; y al que le cae la pelota hace el gol. Y si cae al medio nos matan’, ja. Después no me acuerdo bien cómo la empujé al final, pero sí recuerdo que fallé en el festejo porque salí corriendo desesperado para el arco mío y hasta le tiré unas piñas a mis compañeros que querían festejar conmigo. Era como que tenía que volver a mi lugar. Para la próxima voy a tener que practicar el festejo, ja.

 

– Fue tu primer y único gol.
– Sí. Muchas veces me han dicho de patear un penal o un tiro libre, pero nunca quise. Ya demasiadas pavadas hago en el arco mío como para ir a hacerlas al otro. Sí lo haría en una definición por penales, pero nunca se me dio. Ese día fui porque era una situación límite y salió bien, pero lo mío es atajar.

 

– ¿La sensación de hacer un gol es igual a la de evitarlo?
– Lo mío es atajar y disfruto más cuando reconocen que saqué una buena pelota. No me gusta invadir el lugar que corresponde a otro porque cada uno tiene su función y la mía es atajar. Sí es cierto que juego al límite para darme confianza y buscando situaciones para tratar de ganar, pero sólo hago una cosa así de ir al otro arco en una situación límite.

 

Una nueva era.
«Siempre los cargo a mis compañeros y les digo que se hicieron famosos gracias a mi», dice sonriendo Boto al referirse a ese gol que inició una nueva era de campeonatos seguidos para All Boys, solamente «cortada» por la pandemia de coronavirus que esta temporada obligó a suspender el Torneo Oficial de la Liga Cultural.
«Hacía algunos años que All Boys no salía campeón y a partir de ese de 2015 los ganó todos seguidos», apunta el Loco, que estuvo en cuatro de esas cinco conquistas.

 

– Fue también un año muy especial porque en el inicio de la pretemporada falleció Leonardo Fernández y asumió Sergio Guerra como técnico.
– Sí, fue bravísimo ese año. Recuerdo que pasaban los meses y todavía no podíamos creer lo de Leo; incluso nos costaba hablarlo entre nosotros. Y Sergio se la re bancó, si me habrá aguantado pavadas… La verdad es que fue muy duro todo y nos merecíamos una alegría, por Leo y por todo el grupo. Ahora que lo pienso cinco años después, creo que ese gol y el campeonato fueron como un premio por todo lo que nos pasó.

 

El cabezazo histórico de Bossio.
Arqueros goleadores hubo, hay y habrá en el fútbol mundial. El mayor exponente fue el brasileño Rogerio Ceni, autor de 131 tantos en toda su carrera, cifra que lo convierte en el máximo artillero de la historia entre los guardavallas. El paraguayo José Luis Chilavert, con 62, es otro de los goleros famosos por marcar en la valla contraria, al igual que el colombiano René Higuita, con 41 festejos. Todos fueron especialistas en pelotas paradas y alcanzaron esos números con goles de penal o de tiro libre.
Pero si de jugadas se trata, en Argentina hubo un hito el 12 de mayo de 1996, día en el que un arquero marcó un gol de cabeza por primera vez en el fútbol de Primera División del país. El protagonista fue Carlos «Chiquito» Bossio, que jugaba en Estudiantes de La Plata, y la víctima fue Racing Club.
Esa noche, en el Cilindro de Avellaneda, el local ganaba 1-0 con gol de Juan Ramón «Lagarto» Fleitas, pero en la última jugada Bossio fue a buscar un córner y con un cabezazo implacable batió la valla de Ignacio «Nacho» González, para darle al Pincha un empate que le permitía seguir peleando el título con Vélez.
El propio Chilavert, Cristian Lucchetti, Sebastián Saja, Mario Cuenca, Nacho González y Sebastián Cejas son los arqueros más goleadores (por penales o tiros libres) en Argentina, pero la historia tiene reservado un lugar muy especial para aquel cabezazo de Chiquito.

 

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