Sabado 13 de abril 2024

La Selección decepcionó en su debut

Redacción 17/06/2018 - 00.12.hs

Argentina no tuvo ideas como para superar a un rival limitado pero inteligente. Fue un 1-1 que sumó dudas en el equipo de Sampaoli. No funcionó el plan inicial y esta vez también falló Messi, que desperdició un penal.
La Selección argentina careció de ideas, no supo cómo quebrar el cerco defensivo que le planteó su rival y decepcionó en su debut en la Copa del Mundo, al empatar ayer 1 a 1 con Islandia, en un partido disputado en el estadio Otkrytie Arena de Moscú y correspondiente al grupo D.
Sergio Agüero, con una potente media vuelta de zurda a los 18 minutos del primer tiempo, abrió la cuenta para el elenco dirigido por Jorge Sampaoli, mientras que Alfred Finnbogason, a los 23 de la misma etapa, marcó el empate para el conjunto europeo, aprovechando una floja reacción del fondo argentino tras el error inicial del arquero Wilfredo Caballero.
Argentina tuvo la gran chance de volver a ponerse en ventaja con un penal a los 18 minutos del complemento, pero Lionel Messi lo ejecutó mal, anunciado, y su disparo fue atajado por el arquero Hannes Halldórsson.
La Selección volverá a jugar el próximo jueves, a las 15, ante Croacia en el estadio de la ciudad de Nizhni Novgorod. Ayer, en el otro partido del grupo (ver página 23), los croatas vencieron 2-0 a Nigeria, próximo rival de Islandia.

 

Deuda y dudas.
El plan funcionó a la perfección. Se controlaron los espacios, aunque no la pelota, pero se logró alcanzar una igualdad que puede tener gusto a triunfo. Claro que estas palabras podrían ser las del entrenador islandés Heimir Hallgrimsson, y no las que estaría pensando Sampaoli, porque Argentina quedó en deuda en todos los sentidos y arrancó el Mundial de Rusia 2018 repleto de dudas.
¿Argentina tuvo la pelota? Sí, por mucho más tiempo que los europeos (72 por ciento a 28 en la estadística), pero en ese control del balón no se encontraron los espacios ante un esquema más rústico y trabajado de los isleños, quienes saben de sus carencias y además supieron controlar a Messi.
El doble cinco entre Javier Mascherano y Lucas Biglia no le funcionó a Sampaoli, porque en ese sector Islandia se hizo fuerte con un cerrojo defensivo que trató de tener en Gylfi Sigurdsson, la salida veloz de contragolpe.
Hay que convenir que Islandia salió a no disputarle la pelota a Argentina, pero sí los espacios. Tomó en zona a Messi con una marca férrea por parte de Ragnar Sigurdsson y Birkir Bjarnason, y la Pulga muchas veces se quedó sin opciones.
En la primera parte, el binomio Maxi Meza y Eduardo Salvio fue una buena opción por la derecha, pero no así lo que podía ofrecer el ala izquierda, no tanto por Nicolás Tagliafico, sino por un Angel Di María que se repitió, fue previsible y terminó chocando sin sentido con los rivales.
Por momentos Argentina no tuvo un referente de área, más allá de que en la cancha estuvo Sergio "Kun" Agüero, y los jugadores islandeses, si bien son escasos de recursos con la pelota en los pies -especialmente los defensores-, fueron casi impasables en el juego aéreo, habida cuenta de la enorme diferencia de estatura.

 

Otro plan.
Para el complemento, Sampaoli se dio cuenta de algo que estaba visto desde el inicio, que Biglia no aportó lo que buscaba y terminó jugando solo con Mascherano y Ever Banega un poco más adelantado.
Sin embargo, la lentitud para el cambio de ritmo de Argentina se notó y mucho, básicamente en el retroceso de los islandeses, porque por un argentino había dos y hasta tres rivales dispuestos en escalera para robarles el balón.
Cuando el plan "A" no funciona -bien igual Salvio en el lateral derecho, pero con poca proyección en el complemento- todas las fichas se ponen al pleno de Messi, pero el "10" estuvo lejos de cualquier lámpara de Aladino.
Tras el penal fallado, el jugador del Barcelona recibió el apoyo de la gente, pero nunca terminó de convencerse a sí mismo, en gran medida porque los islandeses estuvieron muy bien en la marca y Argentina nunca tuvo sorpresa.
El ingreso de Cristian Pavón -tarde para lo que Argentina necesitaba- terminó de darle al conjunto argentino un poco de aire fresco, verticalidad y audacia, pero el reloj fue su principal contrincante.
Viejos axiomas se conjugaron en la presentación argentina en el Mundial de Rusia 2018, pero todos confluyeron para que la albiceleste fuera una pálida foto para un póster de campeón. (NA)

 


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