Macachín festejó en el final

El Rojo macachinense superó a Independiente de Doblas en un polémico final. Sebastián Guenchual y Agustín López Alduncín marcaron los tantos de Atlético; mientras que el "Palomo" Julio César Gómez anotó el empate parcial.
En un disputado clásico zonal, con polémica al final, Atlético Macachín derrotó 2 a 1 a Independiente de Doblas y se acercó a los de punta, en el marco de la quinta fecha del Torneo Clausura en la Zona Norte de la Liga Cultural de fútbol. En la primera etapa abrió la cuenta Sebastián Guenchual, el "Palomo" Julio César Gómez puso el empate promediando la parte final, y Agustín López Alduncín le dio el triunfo al local en los últimos minutos.
Quizá no haya sido el mejor de los clásicos, pero Atlético Macachín e Independiente de Doblas demostraron porqué fue, es y será uno de los mejores clásicos del fútbol pampeano: comparten su intento por jugar, lo hacen pasionalmente y, además, tienen dos hinchadas que ponen siempre el marco adecuado.
Atlético Macachín consiguió alzarse con una victoria cuando ambos equipos parecían haber aceptado una justa paridad y habían bajado el telón. Y la diferencia estuvo en una jugada en la que los locales aprovecharon una situación casi extra futbolística que estuvo cargada de polémica.
Se jugaban mucho los dos "rojos" zonales, aunque el local jugó con camiseta blanca. Sabían que la diferencia sería fina.
A los 15 minutos, Macachín encontró el gol. El "Toto" Cornejo sirvió un tiro libre, desde la derecha, y en el punto penal la pescó Juan Molina que, ante la salida de Arrieta, remató estrellando el balón en el palo izquierdo, el rebote le cayó a Sebastián Guenchual que de primera le dio con pierna izquierda para poner el primer grito en la Bombonerita Roja.
Los minutos siguientes fueron de Independiente. A los 25 un tiro de esquina desde la derecha, cobrado por Eduardo Barcar, cruzó el área chica en medio de todas las piernas y al final el posterior remate de Angel Wentenao rebotó en un marcador. A los 32 Ricardo Corcuera hizo gala de su gran pegada con un pase preciso para Wentenao por izquierda, quien la sacó para Alfredo Bonomo pero su remate se fue alto.

Polémica.
En el complemento se dio desde el inicio una situación lógica: Independiente salió a trabajar más arriba y a proponer con la pelota. Y casi puso la paridad a los 5 minutos momento en que evolucionó Saúl Araya por derecha, la puso al área donde Gehl quedó frente a Pérez que alcanzó a tapar el remate.
Pero, ésa regla de la sábana corta, ésa ecuación geométrica de ceder espacios, volvió a cumplirse cuando un pase profundo de López Alduncín encontró el pique demoledor de Franco Barontini que llegó antes y Arrieta le cometió penal. Las responsabilidad de la ejecución recayó en el otro arquero, Matías Pérez, quien le movió el arco a Arrieta cuando estrelló el balón en el palo derecho y así se fue esa opción inmejorable de aumentar.
Hasta que a los 29 minutos Gehl, por izquierda, metió un pase frontal para Cocco y el volante, desde ángulo cerrado, la cruzó al medio por dónde apareció la figura inconfundible del "Palomo" Gómez para empujarla y poner la algarabía indescriptible en la parcialidad de Doblas.
Corría el minuto 44 cuando Cocco y Barontini lucharon una pelota de tal manera que terminaron todos fuera del campo de juego, mientras que el mediocampista de Doblas terminó impactando contra el banco de suplentes de Macachín. Y ahí comenzó la polémica.
Según consultas posteriores, el línea de ése sector marcó saque a favor de Independiente pero que el árbitro, Villalva, se lo otorgó a Macachín. Los jugadores visitantes protestaron airadamente y se acercaron al árbitro, esto, sumado a que Cocco lucía lesionado fuera de la cancha, produjo un desajuste táctico en el equipo de Narcué-Pattacini, que fue aprovechado por Facundo Cancina que sacó rápido y largo para el pique de López Alduncín, llegó antes Bonomo pero hubo un rebote, aparentemente en la mano del delantero, que se fue solo contra la salida de Arrieta y definió con un tiro rasante.
Y todo Doblas corrió a Jorge Villalba protestando por el saque lateral y por la mano de López Alduncin. En el tumulto, que duró varios minutos, debieron participar los cuatro árbitros y también la policía. Como resultado fueron expulsados Eduardo Barcar y el entrenador Miguel Narcué.
Tras el reinicio ya no hubo tiempo para más. Y así terminó un nuevo clásico que fue casi de paridad total, la diferencia estuvo en ésa definición en el filo de la terminación del tiempo de juego y que estará signada eternamente por la polémica.