Martes 09 de abril 2024

«Me enorgullece haber podido ayudar a muchas personas»

Redaccion 05/07/2020 - 22.08.hs

«Soy feliz. Gracias a quienes lo entienden. Y perdón a quien no. Un género no determina nada y mucho menos habla de quién soy como persona. Estoy enamorado y sí, de alguien de mi mismo sexo», escribió Nicolás Fernández en su cuenta de Facebook el 28 de junio (Día Internacional del Orgullo LGBT) de 2019.
A poco más de un año de su declaración, el arquero de General Belgrano de Santa Rosa sigue siendo el único futbolista varón en manifestar públicamente su homosexualidad, y por lo tanto se ha convertido en un referente de la lucha contra la discriminación en el fútbol argentino.
En ese sentido, ayer la agencia NA consultó al también ex jugador de Atlético Santa Rosa en el marco de un extenso informe sobre el tema, en el que también se manifestaron Verónica Moreira, antropóloga e investigadora del Conicet; Juan Branz, también investigador del Conicet y ex futbolista de Cambaceres; Manuel Zunino, licenciado en Sociología y árbitro de fútbol y futsal en AFA; el futbolista nigeriano Félix Orode; Sebastián Vidal, ex futbolista y hoy secretario de Deportes de Avellaneda; Fanny Papariello, jugadora de Puerto Nuevo; más Denise Gaccio, de la agrupación «Independiente Feminista».
Apoyado en un informe del INADI, la nota revela diferentes aspectos que tienen que ver con la discriminación que se vive en el fútbol argentino, donde aún hoy predomina un ambiente machista, xenófobo, homofóbico y racista. Y en ese contexto, Fernández es considerado como un emblema por dar un paso muy importante para romper con esos paradigmas.
«Lo que me sorprendió es que haya sido una noticia y lo hayan catalogado como importante. Salió en todos los medios locales y extranjeros, cuando es algo normal», dijo Fernández en declaraciones a NA, a un año de haber contado abiertamente sobre su homosexualidad.
«Hay homosexuales en el fútbol, sólo que lo ocultan y viven dos vidas paralelas, conozco muchos casos. Es un proceso que cada uno tiene que pelear solo. Hoy, creo que decirlo no afectaría su carrera porque se está trabajando mucho en contra de la discriminación, pero es el miedo que tienen todos», agregó el arquero nacido en Pellegrini y que desde hace varios años juega en el fútbol pampeano.
Y analizó: «El tabú creo que es por el tema de las masculinidades que existen en el ambiente, porque se tomó toda la vida como un deporte masculino. La profesionalización del femenino ahora abre un poco más las cabezas. Si bien falta mucho para que sea más liberal, vamos aprendiendo gracias a las generaciones más jóvenes».
En ese sentido, el joven de 25 años habló de su experiencia y aseguró que lo más importante es que pudo acompañar a mucha gente que lo consultó sobre el tema. «Me habló mucha gente y no sólo de Argentina, también de Colombia, Chile, Paraguay, España. Es lo único que me enorgullece, haber podido ayudar a muchas personas», explicó.
«Hasta me han escrito madres para ver cómo reaccionar y ayudar a sus hijos a ser libres. Creo que sirvió para dar un empujón, pero el más grande va a llegar cuando algún jugador profesional se anime a blanquear su situación», añadió.
Finalmente, el arquero del Tricolor, que fue titular en el único partido que su equipo pudo disputar en la Liga Cultural antes del inicio de la cuarentena por la pandemia de coronavirus, destacó que, una vez que contó lo que sentía, dejaron de insultarlo en las canchas.
«En ciertos momentos, cuando era más chico, me afectaba que me insulten y lo resolvía de otras maneras. Hoy lo tomo muy natural, hay que entenderlo, aunque a veces cuesta, el folclore de la hinchada argentina es así», reveló.
Y cerró el tema: «A mí en un partido, después de haber declarado que no me afectaba lo que me gritaran, fue cuando menos me insultaron. La idea de ellos es sacar al jugador rival del partido y que cometa alguna estupidez, por eso creo que va a cambiar cuando los futbolistas también entendamos que no nos tiene que influir».

 

La «burbuja» y el feminismo.
Siempre se relacionó al jugador de fútbol con el estereotipo que «vive dentro de una burbuja», en referencia a la poca participación en asuntos que superen la pelota y a la reproducción de conductas que contribuyen a la perpetuación de ciertas lógicas que envuelven al ambiente.
No obstante, en el último tiempo comenzaron a surgir nuevos espacios, como la agrupación «Futbolistas Unidxs», un colectivo comprometido con la realidad social y política que busca romper con esas naturalizaciones.
«Los futbolistas que tienen un buen presente por lo general no se involucran hasta que algo los afecta de manera directa. La sociedad pone al jugador en un lugar muy importante, de privilegio, más allá de las situaciones que se sufren en la formación, por lo que es difícil que se interesen en cuestiones colectivas. Estamos en ese trabajo, hay excelentes personas en el fútbol, hay que ir desarmando ese discurso», dijo a NA Sebastián Vidal, impulsor de la organización.
Y agregó: «El feminismo tiene un rol fundamental en la formación de los nuevos futbolistas hombres, en la construcción de nuevas masculinidades, el abordaje de las violencias; cumple un rol central para desarmar esta cultura».

 

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