Domingo 21 de abril 2024

Una "cuestión de Estado"

Redacción 03/11/2018 - 01.18.hs

A partir del impulso y pedido público del presidente Mauricio Macri, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires resolvió ayer levantar el veto de la concurrencia del público visitante a los estadios porteños a partir de lo "excepcional" que significará el Boca-River en la final de la Copa Libertadores, donde ambos tendrán cuatro mil hinchas cuando jueguen en cancha rival, siempre y cuando los dirigentes ed ambas instituciones se pongan de acuerdo.
En principio era una decisión definitiva, que se iba a oficializar hoy por parte del Ministerio de Seguridad de la Nación, pero por la noche el propio presidente aclaró que no se trataba de "una imposición", sino de "una sugerencia", y por lo tanto le pasó la pelota a los clubes para que acuerden de cara a este evento que conmocionará al país.
Quizás esa sea la razón desde la cual haya que entender la injerencia del presidente de la Nación en un tema del que había intentado mantenerse ajeno, dando su opinión como hincha y ex mandamás de Boca. Los encuentros están programados por Conmebol para que se jueguen el sábado 10 de noviembre en el estadio de Boca a las 16 y el sábado 24, a la misma hora, en el Monumental, aunque podría haber cambios por diferentes pedidos.
"Hoy me levanté y dije 'vamos a hacer que esta final tenga el condimento del fútbol argentino'", contó Macri, en una de las varias entrevistas que brindó para empujar esta posibilidad, mientras los clubes se mantenían ajenos a la decisión.
Esa declaración se sumó a una publicación en las redes sociales oficiales del jefe de Estado, que prosiguió con una reunión de trabajo entre los Ministerios de Seguridad de la Nación y la Ciudad de Buenos Aires. "Esta mañana hubo una reunión de trabajo y están arreglando con qué pautas... Pero el partido va a ser con público visitante", anunció Macri en Radio La Red.
Y completó: "Hablé con el jefe de Gobierno porteño (Horacio Rodríguez Larreta), que me llamó, y le dije que es algo excepcional y que lo íbamos a intentar. Acordamos que sí vamos a permitir que vaya el público visitante y mañana (por hoy) Patricia Bullrich y Martín Ocampo comunicarán cómo se organizará el espectáculo".

 

Que no, que sí.
Lo curioso es que la exposición pública que Macri hizo sobre el tema, obligó al propio Ocampo, el ministro de Seguridad porteño, a cambiar su opinión sobre la inclusión de público visitante en la serie con apenas unas horas de diferencia.
"No están dadas las condiciones para que esto suceda. No es factible un River-Boca con visitantes. Mientras haya un solo vecino de la Ciudad en riesgo, la decisión va a ser la misma", había afirmado Ocampo cerca de las 8.30 en el canal América.
"Habrá cuatro mil visitantes", anunció poco después de las 11 el mismo ministro, quien agregó: "El Presidente nos planteó la importancia de este espectáculo a nivel internacional; nosotros planteamos nuestra preocupación que tiene que ver con armonizar estos hechos con no descuidar la seguridad de los vecinos y los barrios de la Ciudad. El Gobierno nacional ofreció colaboración para la organización y a partir de eso yo me junté con Patricia Bullrich para trabajar la posibilidad de organizar este partido con dos públicos".
Más tarde, en un comunicado conjunto de los organismos de seguridad, aclararon que "estos partidos del certamen continental revisten un carácter excepcional, por lo cual estas decisiones no generarán modificaciones en el ámbito local", donde el público visitante para los encuentros de Primera División está vetado desde 2013.
En definitiva, no cambió nada ni cambiará nada de cara al futuro. Sólo se trata de una situación "excepcional", como manifestó Macri, que ya empezó a aprovechar políticamente la superfinal.

 

Arbitro chileno en la Bombonera
El chileno Roberto Tobar será el encargado de arbitrar el duelo entre Boca y River en la primera final de la Copa Libertadores, el sábado 10 desde las 16 en La Bombonera, según confirmó la Conmebol. Tobar, de 40 años, estará secundado por sus compatriotas Christian Schiemann y Claudio Ríos. El cuarto árbitro será el peruano Diego Haro, mientras que el trasandino Julio Bascuñán estará a cargo del VAR, el sistema de video arbitraje.

 

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