Arrausi, campeona Panamericana

La expectativa de vida tiene que ver, afirman los que dicen saber, con los buenos hábitos. Esto es descansar suficientemente, comer bien, no fumar y decirle no a los excesos. Y sin dudas un magnífico aporte hace el deporte. Realizar actividad física de manera regular ayuda a mantenerse, a tener una mejor salud física y mental.

Hoy vemos que -cada vez más-- los veteranos y veteranas realizan deporte de manera habitual, y aún considerando algunas prevenciones que deben tomarse como puede ser un buen examen físico previo, se animan a continuar con la práctica.

El deporte master.

Basta verlo en nuestro popular fútbol, que los fines de semana reúne miles de personas que suman 60 ó 70 años y siguen corriendo entusiastas detrás de una pelota, en torneos bien organizados.

Y por supuesto sucede en otras disciplinas. Por ejemplo en el hóckey sobre césped, que desde hace un par de décadas se asentó definitivamente en nuestra sociedad -se lo practica en casi todos los pueblos de La Pampa, aún los más alejados de la capital provincial-- y se ven algunas deportistas que continúan entrenando y jugando en edades que en otros tiempos se consideraban imposibles.

World Masters Hockey.

Marcela Lorena Arrausi (66) no tiene problemas en confesar su edad -aunque no se le pregunte--, y es una entusiasta de todas las horas de una disciplina que adoptó cuando era una niña.

Desde hace un tiempo existe la World Masters Hockey (WMH) Ltd. Que es una organización reconocida por la Federación Internacional de Hockey (FIH) como la única responsable de organizar y administrar torneos oficiales de Masters Hockey a nivel mundial. La actividad senior es clasificada por edad, y así aparecen las categorías +35, +40, +45, +50, +55, +60, etc., y se juega tanto en mujeres como hombres.

Con la Selección.

Marcela viene participando con la selección argentina en distintos torneos, y así estuvo en Ciudad del Cabo (Sudáfrica), donde su equipo dirigido por Jorgelina Grimoldi (ex Leona) quedó tercero entre una decena de participantes, luego de ganarle el partido por ese lugar en el podio a la poderosa Holanda.

Además sobre el final del año que acaba de finalizar, el equipo argentino (+65) consiguió el título Panamericano en el torneo disputado en GEBA (Capital Federal). "Nos dirigió Marcelo Volpini, jugamos seis partidos y nos pudimos consagrar", contó Arrausi, que es la capitana del conjunto nacional, y que se sigue preparando para continuar compitiendo.

Apoyo familiar.

"Sí, claro que tengo locura por el deporte. E hice tantas cosas para seguir vinculada a lo que es mi pasión que algunos no lo entienden... pero por suerte en mi familia sí, me apoyan", dice refiriendo a su esposo Juan Guzmán Colombo; a sus hijos Juan Manuel (jugador de rugby); y Francisco que también ha hecho hóckey "y fue un luchador para que se juegue en caballeros aquí en Santa Rosa". Es tanto el amor que Marcela tiene por el deporte que lo ha transmitido a sus nietos, Mora (7) hace lo mismo que la abuela, y Simón (5) que va a fútbol en La Barranca.

"La verdad es que es un enorme esfuerzo el que hago para seguir vinculada... porque si bien aquí entreno con las chicas de La Barranca, cuando estamos convocadas a la Selección tengo que estar en Buenos Aires. Así que aquí se puede decir que no juego", admite.

Difícil inserción.

Cuando en 1993 la familia se radicó en Santa Rosa -"era el 16 de agosto de 1993, y me acuerdo perfectamente porque era mi cumpleaños", evoca-- tuvo alguna desilusión. "Al principio fue duro porque llegaban los sábados y no sabía que hacer, aunque de vez en cuando me iba a Buenos Aires y jugaba... Un día fui al Club Estudiantes pero me dijeron que era para chicas más jóvenes". De todos modos no se dio por vencida y se integró al equipo del IPEM que participaba en la Liga de Bahía Blanca; y por supuesto también estuvo cuando se formó la Asociación Pampeana de Hóckey, de la que hasta hasta estos días fue su secretaria.

La heroína.

Cuando se integró al equipo de La Barranca B, Marcela Arrausi fue protagonista de un suceso que quedó grabado a fuego en su memoria. "Era un grupo (varias chicas abogadas) que nos juntamos para armar ese plantel". Al disputarse el último partido del año se jugaban la posibilidad de conseguir el ascenso en el torneo de la Asociación Pampeana.

Debe haber sido un premio a su constancia que el destino le haya dado ese protagonismo: "El encuentro era con Pico FBC y de visitantes... la servidora (la que ejecuta el corner corto) hizo el pase al medio, pegué el palazo, fue gol y ganamos...", rememora con una amplia sonrisa. Casi como si lo estuviera viendo.

"Logramos el ascenso y, en serio -reafirma-- enseguida en ese momento pensé que ya estaba bien, que no iba a jugar más...", dice ahora

Cuando el amor es más fuerte.

Pero se mentía, porque el amor es más fuerte, sin dudas, y que estaba la posibilidad de continuar. Hace muchos años había empezado en Hurling, cuando era muy chiquita, y llegó a la primera división... y no pudo dejar nunca más, jugando casi siempre en la posición de defensora.

Fue jugadora, árbitro, dirigente, y todo cuando se puede hacer vinculado a una disciplina deportiva. Aquí se acercó al grupo de "Mamis", pero comenzaron los compromisos a partir de las convocatorias al Master y casi no pudo jugar.

Porque cada fin de semana "tenía que estar en Buenos Aires para entrenar. Así que agarraba el auto y me iba...", narra.

Discriminadas por la edad.

Arrausi cuenta que practicaban "en el Cenard, pero nos ponían algunos reparos desde la Secretaría de Deportes; y también íbamos a Quilmes, o donde nos prestaran una cancha... y no era simpático eso, porque nos estaban discriminando por la edad", consideró Marcela. "Pero lo cierto es que no pedíamos nada, porque todos los gastos -incluso de pasajes al exterior-- corrían por cuenta nuestra", indicó.

"¿Cómo son las convocatorias? Se hace una preselección de entre 40 y 50 jugadoras y de ahí se elige. En las distintas categorías aparecen ex integrantes de selecciones nacionales, como Jorgelina Rimoldi, Vanina Oneto, la arquera Arnal, Laura Mulholl que fue arquera de la selección durante 18 años... Y muchas otras muy conocidas", aportó.

Toda la garra.

"La verdad es que quien me conoce sabe que le pongo toda la garra, y entreno casi todos los días en el Campus de La Barranca con las pibas de primera, que por supuesto me exigen de una manera bárbara porque tienen otro ritmo... pero me sirve muchísimo y me siento muy bien", sostiene.

Marcela Arrausi habla con notable entusiasmo, y por como se expresa hay que inferir que todavía tiene mucho trecho por recorrer... "Es que se puede seguir, porque por ejemplo en nuestro equipo la nº 5 Irene Scally, con más de 70 años, tiene un despliegue físico impresionante", se admira.

Un modo de vida.

Seguramente están los que pueden reprocharle a la "Irlandesa" -así le dicen algunos-- que siempre esté. Porque así somos. Es increíble pero esas cosas pasan...

Pero lo que no deja de ser cierto es que Marcela Arrausi es -a su manera-- un ejemplo. Hizo del hóckey y del deporte (porque también juega tenis) un modo de vida. Como muchas personas que además de privilegiar la familia, de trabajar o cumplir con otras obligaciones se hacen el tiempo para desarrollar su pasión. Por eso está bueno seguir... hasta donde se pueda. Porque después -y quizás todavía falte mucho-- vendrá el tiempo de los recuerdos, de evocar por ejemplo el grito intenso de gritar "¡campeonas...!". Esa sensación única a irrepetible que sólo ofrece el deporte... (M.V.)