El argentino Oro sigue sorprendiendo

El prodigio argentino Faustino Oro, de 10 años, volvió a sorprender ayer a la comunidad del ajedrez mundial al derrotar al Gran Maestro japones Hikaru Nakamura, el número 3 del mundo, un día después de haber superado al campeón mundial Magnus Carlsen, uno de los jugadores más destacado de la historia.

Ahora, el menor le ganó a Hikaru Nakamura, una figura prominente en el ajedrez mundial y que es conocido por su agresivo estilo de juego y habilidad en el ajedrez rápido. Con múltiples títulos de torneos de élite y una presencia constante en los rankings mundiales (actualmente es el número 3 FIDE), Nakamura ha sido una fuerza dominante, especialmente en el ajedrez relámpago y rápido.

Faustino quien actualmente reside en Barcelona, donde se mudó junto a su familia para dedicarse completamente al ajedrez; demuestra que puede adaptarse y triunfar en diferentes formatos de juego, enfrentando y venciendo a jugadores de la élite mundial a pesar de su corta edad.

Con un Elo de 2330 en el ránking estándar y una clasificación de 2819 en partidas bullet, Faustino Oro no solo es un prodigio en ascenso, sino que también está sentando las bases para ser una leyenda del ajedrez. Su habilidad para navegar por las complejidades del juego y su enfoque disciplinado en el entrenamiento y la mejora continua son características que lo distinguen.

Esta semana, el "Messi del ajedrez" causó revuelo al derrotar al número 1 del mundo, el noruego Magnus Carlsen, en una partida ultrarrápida durante el Bullet Brawl 2024.

El evento, que reunió a destacados maestros del ajedrez de todo el mundo, vio a Oro enfrentarse a Carlsen con determinación y astucia. A pesar de la brevedad del tiempo y la velocidad del juego, Oro logró capitalizar los errores de Carlsen para asegurar una victoria histórica en 48 movimientos.

Este no es el primer logro destacado de Faustino Oro en el mundo del ajedrez. En el Mundial de partidas rápidas de 2023, Oro impresionó a muchos al ganar tres partidas, incluyendo una contra un gran maestro, y empatar dos, demostrando su habilidad excepcional incluso frente a oponentes más experimentados.