El básquetbol festejó ante Chubut

(Viedma/Enviado especial) - El seleccionado de básquet masculino vino como candidato principal al título de la Araucanía y se lo llevó. Aportó valiosos puntos para que La Pampa obtuviera por segundo año consecutivo un escalón en el podio. En la final, como en todo el torneo, no dejó dudas y aventajó por 82 a 63 a Chubut, en el juego que cerró la competencia que se llevó adelante en esta sede.

Por la mañana, el equipo femenino quedó ubicado en el cuarto y meritorio lugar en la clasificación después de un gran trabajo en la fase inicial que puso de manifiesto el avance de esta disciplina en nuestra provincia.

La semana del equipo masculino fue perfecta. Ganó la totalidad de sus juegos, no dejando margen de dudas. Fue intenso en la marca, veloz y preciso en las transiciones y contundente en el goleo.

Esas características se reiteraron en el juego final. Desde el comienzo el equipo que dirige Diego Alba impuso condiciones y la progresión en el tablero lo certifica. Los rivales fueron sucumbiendo a la presión en la marca y el dominio de ambos tableros.

Así, los números se fueron dando. El primer parcial terminó 21 a 16, pero las distancias se ahondaron en el segundo, casi un calco de lo que pasó el jueves en la semifinal ante Santa Cruz. Con la tranquilidad que le daba la distancia, la tónica se acentuó y el tercero terminó con 19 puntos arriba, 63 a 44.

En el cuarto final cerró cualquier intento de reacción rival manteniendo en alto sus principales características. Esa fue otra de las virtudes del equipo, un rendimiento parejo de punta a punta. De la misma manera que se alzó con el título.

En la pelea por el tercer lugar, el local Río Negro alcanzó el podio dejando con las manos vacías a Santa Cruz por 97 a 85.

El femenino, cuarto.

El equipo de básquet femenino terminó en un muy buen cuarto lugar, pero luego de una singular mañana lo hizo en un juego extraño, que se definió en los primeros 10 minutos.

El marcador de 71 a 42 favorable a Neuquén, que así se quedó con el tercer escalón del podio, denota una superioridad incuestionable, pero hay que decir de qué manera se produjo.

La particularidad fue el primer cuarto. En una situación que pocas veces se da, La Pampa perdió el parcial por 29 a 0. Inusual, sin dudas.

Luego, en el segundo, el equipo de Gavazza emparejó el trámite y ganó el parcial por 4 puntos, pero la diferencia acumulada ya había hecho mella definitiva. Ambos equipos rotaron sus jugadoras y el tiempo fue transcurriendo con tranquilidad con la no confesada convicción, en uno y otro, que sólo debía correr el reloj para cerrar el partido y los Juegos.

La tristeza de las chicas pampeanas se mezcló con la satisfacción de haber marcado un hito con su clasificación entre los cuatro mejores. Se apretaron en una ronda en el centro del rectángulo, se desahogaron y a medida que transcurra el tiempo sabrán lo que han hecho.