Lunes 22 de abril 2024

El viaje secreto de Zubeldía a La Pampa antes de ser campeón

Redacción 08/11/2023 - 09.00.hs

El entrenador pampeano Luis Zubeldía logró el mes pasado el primer título de su carrera como DT, al consagrarse campeón de la Copa Sudamericana de fútbol como conductor de la Liga Deportiva Universitaria de Quito, que en la final derrotó por penales al Fluminense de Brasil en Maldonado, Uruguay.

 

El santarroseño de 42 años inició su carrera como técnico principal en 2008, dirigiendo a su querido Lanús con apenas 27 años, y quince temporadas después pudo coronarse por primera vez, luego de haber estado cerca de ganar campeonatos con distintas instituciones en Argentina y el exterior.

 

Esa "mala racha", sin embargo, no era algo que preocupara a Zubeldía, quien siempre se mostró convencido de que estaba en el camino correcto y que más temprano que tarde llegaría ese "título", al que sin embargo no considera más importante que "la carrera".

 

En una extensa charla con el programa "La Pelota", en Radio Noticias, Zubeldía habló del significado de su primera coronación, de la seguridad en sí mismo por la carrera desarrollada, de la necesidad de convencerse de que un triunfo o una derrota no pueden cambiarlo todo, del sentimiento de argentinidad y confianza post Mundial, y de los sueños futuros.

 

Y confió la especial travesía que realizó antes de la final de la Sudamericana, viajando más de 10.000 kilómetros desde Quito a Santa Rosa, con tramos de avión y de colectivo, para "recargar energías" con una charla con su mamá y sus seres queridos.

 

"Fui a Santa Rosa antes de la final. Hacía como un año que no veía a mi mamá; teníamos fecha FIFA y aproveché para ir, aunque no es simple porque estoy en Quito, muy lejos; literalmente en la mitad del mundo. Entonces me tomé un avión, llegué a Ezeiza a la mañana; a las 10 de la noche tomé el colectivo en Retiro; llegué a las 6 de la mañana a Santa Rosa; estuve hasta las 19, me tomé un avión para Buenos Aires y de ahí para Quito, a preparar la final", relató Luis al hablar del viaje relámpago a su ciudad.

 

"O sea, estuve seis, siete u ocho horas con mi mamá para recargar energías, porque sabía que tenía que estar con los más, más allegados, y sobre todo con mi mamá. Y también estuve con mis hermanos, comí un asado y me volví. Necesitaba recargar energías en casa", amplió el pampeano, quien destacó esa pertenencia familiar y al barrio como un valor que le dio las fuerzas definitivas para ir por todo en la final.

 

"Yo soy eso, soy Villa Alonso, soy Patilla (Kruber), que me hizo sentir pasión por la profesión, soy jugar en la canchita de la esquina de casa", continuó Lucho, quien recordó a su papá (Carozo) como un hombre "de pocas palabras" y futbolero oyente de La Pelota. "Por eso con el primer medio con el que quería hablar era con ustedes, un poco en honor a mi papá. Siempre me decía que tenía atender bien los medios de La Pampa, era muy pampeano y muy argentino. Y me decía que cuando tuviera un tiempo libre tenía que atenderlos bien a ustedes, a los medios gráficos de Santa Rosa y a todos".

 

Y para cerrar el "capítulo familiar y santarroseño", Zubeldía se refirió a la formación que tuvo. "Soy un producto de mi papá y mi mamá, que siempre fueron ejemplos de fidelidad, de amor... Y de mis hermanos; de los tres varones, que fueron mis maestros, y de mi hermana, que fue mi gran compañera desde chiquitos. Y entonces era imposible que salga un producto que se deje vencer o que esté contaminado. Y eso después hace que tengas gente alrededor que te desee el bien", confesó.

 

La "carrera".

 

Zubeldía dirigió en varias instituciones importantes de Argentina y el exterior, y varias veces estuvo a punto de coronarse como campeón, pero por esas cosas del fútbol el título le había sido esquivo hasta esta Sudamericana conseguida con Liga de Quito.

 

De todas maneras, el pampeano insistió en que "el título" no es tan importante como "la carrera" que hace un entrenador. "Creo mucho en cosas que se van haciendo y construyendo desde el rol del entrenador, del dirigente o del jugador; cosas que son muy importantes para determinadas instituciones, y estoy convencido que un partido no puede cambiarlo todo", resumió Lucho al referirse a lo que significa un traspié en una final, que en este caso le tocó a su rival, pero que vivió en carne propia cuando en 2020 le tocó perder la final de la propia Sudamericana durante su segundo ciclo en Lanús.

 

"Por la derrota, la final de la Sudamericana con Lanús pasó desapercibida, hasta para el Mundo Lanús, y eso me dolió. Porque el fútbol es muy complejo en cuanto a la competencia, y el hecho de haber llegado a instancias finales es merecedor de un título", explicó.

 

"En 15 años de carrera me tocó ser campeón en 2007 con Ramón Cabrero (en Lanús), cumpliendo un rol importantísimo (asistente), y aunque no se me había dado en este rol (DT principal), habíamos hecho cosas muy importantes", destacó Zubeldía, y repasó brevemente su paso por Racing de Avellaneda, donde lograron un gran crecimiento con final de Copa Argentina incluida.

 

"Hasta mi esposa me decía 'tenés que salir campeón, algo está pasando', y tenía que explicárselo a ella y a la gente que más me quería; era una lucha mía contra todos", reveló con respecto a su visión sobre que 'no todo es un título'. "Muchas veces al cuerpo técnico le decía lo mismo; que tenían que estar orgullosos, porque les ponía el contexto y los logros, y todo eso equivalía a un título", agregó.

 

"Entonces no se engañen, porque al hacer un análisis cuando termina una etapa en un club, ese rigor es importante para no comprar lo que le te quieren vender desde afuera; tanto el éxito como el fracaso. Es uno quien tiene que tener las cosas claras, y yo lo he hecho muy bien conmigo mismo; nunca desconfié de mi capacidad", completó.

 

Argentinidad.

 

Por otra parte, Zubeldía se refirió a las sensaciones que tuvo a la hora de la coronación, y habló de un especial sentimiento de confianza que fue madurando luego de que Argentina ganara la Copa del Mundo en Qatar.

 

"En primer lugar, cuando el presidente de la Conmebol (Alejandro Domínguez) me felicitó, le dije 'quince años' (los de su carrera como DT), como para mostrar que se trataba de una superación, una constancia a través de los años y una lucha ganada contra muchas cosas", remarcó.

 

"Pero lo que más invadió mi mente, mi corazón y mi cuerpo, es ver un escenario del que yo estaba convencido que me había preparado Dios, y que lo sentí desde diciembre a la fecha. Y creo que uno de los mensajes que sentí fue con la obtención del campeonato del mundo de Argentina. Tenía la argentinidad al palo, y después del mensaje que dio (Lionel) Messi, de romper con muchos años de no obtener títulos, me sentí con una energía y una fe superior a la que venía sintiendo. Entonces hubo indicios que me hicieron creer que podíamos ganar la Sudamericana", reveló.

 

En ese contexto, y al recordar el título logrado por Messi, volvió a la importancia del proceso más allá de la coronación. "Las carreras son más importantes que un título. Porque hay entrenadores que ganan un título en sus inicios, y eso no los hace mejores que otros que llevan muchos años por el buen camino", explicó.

 

Y recordó una charla que tuvo con Miguel Russo, campeón de la Copa Libertadores con Boca y que ganó su primer campeonato con Vélez luego de diez años de carrera. "Una vez Miguel me preguntó cuántos años de carrera llevaba, y yo llevaba 8 o 9 años y me sentía Sansón. Y me dijo: '¿Vos sabés que la carrera del entrenador comienza a partir de los diez años?' Esa frase, lo que me marca, es que esto no se trata de ganar un título o no; si lo ganás mejor, porque potencia lo que hacés, pero es la carrera lo que marca a un entrenador", cerró.

 

El sueño del mundial.

 

Luis Zubeldía explicó que su continuidad en Liga de Quito está encaminada, pero que por los diferentes compromisos aún no pudo sentarse a definirlo con los dirigentes. Mientras tanto, también empieza a ganarse un lugar en la consideración del fútbol ecuatoriano de cara al futuro del seleccionado, y con ello crece la posibilidad de dirigir alguna vez un Mundial: "A medida que uno va logrando cosas, se puede acercar más a ese sueño. Se puede dar en algún momento, pero para eso hay que construir la carrera".

 

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