Rodríguez y Vargas estarán en la Regata más larga del mundo

Dos remeros santarroseños estarán presentes en los próximos días en la Regata Internacional del Río Negro, “la más larga del mundo”, dicen casi a dúo Silvio Rodríguez, de profesión peluquero; y Walter Maximiliano Vargas (46), quien es chofer de la Legislatura provincial.

 

Son dos “locos” del canotaje, que no escatiman esfuerzos para prepararse de la mejor manera, aunque tengan que hacerlo en horas de la noche después de dejar sus respectivos trabajos.

 

La competencia que van a afrontar es una de las más exigentes, por su recorrido y las características del “circuito” que lleva a los que intervienen desde Neuquén a Río Negro a través de siete etapas. “En principio yo iba a competir con Adrián Litterini (tienen a cargo la Escuela de Canotaje del Club Náutico), pero él por razones de trabajo no podrá estar por lo que decidimos armar equipo con Silvio”, dijo Walter.

 

Estarán los mejores.

 

Amplió Walter señalando que vienen “los mejores palistas de todo el mundo”, y recordando que él ya tiene experiencia en esa prueba: “La corrí en 2006 con Iván Fernández; después hice la travesía mixta con Mónica Ramírez en 2020; y en 2022 participamos con Pablo Garro”.

 

Tanto Silvio como Walter cuentan que el entrenamiento “es verdaderamente duro, porque no sólo se trata de ir a remar a la Laguna Don Tomás, sino también hacer gimnasio y trote. Y es algo que obviamente hacemos cuando nuestros trabajos nos lo permiten… pero estamos bien preparados, y haremos lo posible para traer un podio para La Pampa”, expresó.

 

El peluquero que rema.

 

Silvio Rodríguez –es separado y tiene una hija, Guadalupe-- es peluquero, y tiene su local en calle 9 de Julio casi esquina Pico. “Tenía 22 años cuando hice un curso, siendo en ese momento empleado de un Transporte… dejé para hacer lo que hoy hago, y la verdad es que me encanta. Empecé a cortar el pelo gratis para aprender, a un amigo, un pariente... Soy un apasionado de la peluquería. Pero tengo locura por el canotaje… amo remar”, reafirma por si hiciera falta.

 

Empezó en el canotaje “hace 14 años aproximadamente, y amo la actividad… dejo cualquier cosa para hacerla. Es pasión, pasión ir a la laguna a remar a la siesta con 35, 40 grados de calor… pero no hay problemas, lo hago igual. Y cuando tenemos competencia a la vista si no se puede a la siesta vamos a la noche… Me sale del alma remar”, completa.

 

Walter, el chofer.

 

Walter, como quedó dicho es chofer de la Cámara de Diputados, y recuerda que empezó en la escuela de canotaje de Daniel Sierra, igual que Silvio.

 

Y acota Vargas: “Para ir a la regata del Río Negro, que son 300 kilómetros de competencia, hay que ir al gimnasio, hacer bicicleta, correr o pileta, según el caso de cada uno, y “a veces hacemos doble turno”, indica.

 

“Sí, como decía empecé la actividad con el profesor y amigo Sierra, y en 1999 corrí regatas de velocidad. Pero en 2006 intervine en la Regata del Río Negro y desde ahí en más lo que hice fue maratón. Fui a diversos puntos del país, pero a la que vamos ahora es la que todos queremos hacer”, señala.

 

Por qué no, un podio.

 

Walter agregó que por su parte hace “un entrenamiento programado, gimnasio y trote”, todo monitoreado por el profesor Gustavo Garro. Se tiene fe, y piensa que por qué no podrían “traer un podio para La Pampa en la Regata Internacional del Río Negro. La más larga del mundo”, ratifica.

 

En unos pocos días los dos palistas estarán viajando para Neuquén en la camioneta de Vargas, cargando su kayac y un montón de sueños. De esos que se imaginan en cada entrenamiento y en cada noche que apoyan su cabeza en la almohada. Son palistas, deportistas, quizás de los que no aparecen frecuentemente en los medios, pero que le ponen el corazón y el alma al canotaje.

 

¡Mucha suerte, muchachos!