Cada diosa con su librito
Por LULI MORENA
La escritura nunca estuvo ligada al mundo de las vedettes, actrices y modelos, quienes preferían hacer de los escenarios, las pasarelas y los sets de televisión sus espacios para manifestar su frivolidad. Pero las modas cambian, y una verdadera ola de ¿escritoras? con siliconas invadieron el mercado editorial y los programas de chimentos. Esta tendencia representa una verdadera rareza. Ver a Araceli González en la Feria del Libro, a Belén Francese subastando por 5 mil pesos en Internet sus rimas o a Julieta Prandi soñando con publicar sus poemas, causa asombro. Al igual que Carmen Barbieri iniciando la producción de un libro dedicado a la mujer. O el de Iliana Calabró, quien aconseja a las mujeres cómo conquistar a un hombre. La tendencia no pasa desapercibida y lleva a preguntarse si esta tendencia de las glamorosas famosas hacia las letras responde a sus talentos dormidos o a un afán comercial de exprimir la fama a más no poder. Claro está que las generalizaciones no son buenas ni certeras. Cada caso es diferente. Por ejemplo, Julieta Prandi fue una de las que despertó asombro hace unos años cuando manifestó su deseo de escribir un libro de poemas. Por su parte, Araceli González escribió varios libros infantiles dedicado a Toto y se ganó un lugar en la Feria del Libro. ¿Por qué decidió ese proyecto impensado? Por amor a su hijo, que la vinculó con el mundo de los relatos para chicos. El caso de Belén Francese podría ser tildado como el más llamativo. Aunque no se entiende bien sí su trabajo es en serio o no, la vedette va por más: planea -para fin de año- lanzar un libro dedicado a los niños que relatará la historia de hermosas flores que temen la maldad de peligrosos cactus. La rubia conductora de Zapping - bajo el seudónimo de Lucía Cavalleropublica sus poemas en el blog debrazoscruzados. blogspot.com y también hace escritos para revistas especializadas en literatura. Prandi se manifiesta seguidora de la recordada Alejandra Pizarnik, Mario Benedetti y Ernesto Sábato, y no se considera una paracaidista en el tema, ya que manifestó que a los 12 años le escribía poemas de amor a su novio. “No puedo decir que soy escritora porque me faltan años, estoy a años luz de eso, pero tengo el don”, expresó, y reconoció que la gente tiene un prejuicio con sus letras porque es modelo.
El fenómeno Francese.
El fenómeno protagonizado por Francese es insólito. Con una simpleza que desconcierta logró llamar la atención con su diccionario, con sus rimas y con un futuro libro de cuentos infantiles. Su caso refleja el ingenio del que se valen las aspirantes a famosas para llamar la atención. La rubia tiene planes de escritura a largo plazo, ya que a partir de un cuento que les relató a sus sobrinos y que habría sido del agrado de ellos estaría pensando seriamente en escribir una segunda historia. El todo vale para tener pantalla está en su apogeo y el terreno intelectual está invadido por las plumas y las mediáticas figuras televisivas. Salvando las distancias con Moria Casán -que sí creó un lenguaje propio-, Belén, empezó a hacer uso de una serie de modismos que la llevaron a crear su propio diccionario. Del tipo “hiper super amigas” - acompañado por el gesto de vuelta y vuelta de manos al estilo canción infantil- que utilizó para hablar de la relación entre Valeria Archimó y Reina Reech, Belén no paró de sumar palabras a su diccionario, que fue creciendo con el paso del tiempo. Aquella declaración que llevaba implícito un mensaje que sobrepasaba el lazo amistoso derivó en una intimación judicial. Belén tuvo que desdecirse de su chiste y así zafó del juicio.
Los consejos de Iliana.
Aunque cueste creerlo, la ecléctica, Iliana Calabró tuvo hijos, no sabemos si plantó un árbol pero ¡publicó un libro! Lejos de la delicadeza de Alfonsina Storni o el misterio de Anais Nin, la actriz asumió el rol de escritora-consejera a través de su libro Iliana te la Canta. “No tenés que ser una regalada, porque eso a muchos hombres no les gusta. Tampoco te tenés que hacer demasiado la estrecha porque los hombres tienen que pensar que en algún momento existe la posibilidad de ñanga-ñanga”, dice en su publicación. Después de participar del segmento de ShowMatch (Canal 13), Cantando por un Sueño, la vedette exprimió con toda la garra su popularidad: no sólo sacó un disco, hizo giras musicales con su cuestionada afinación, sino que también dejó su huella en el mercado editorial. Lejos de los poemas y las rimas, la comediante y vedette publicó consejos para mujeres, que van desde cómo relacionarse con la suegra hasta cómo criar a los hijos.
Igualita a Madonna.
La actriz geminiana Araceli González se acercó desde otro lugar a la literatura. Siguiendo los pasos de Madonna, optó por dedicarse a la literatura infantil. La modelo utilizó los cuentos que le relataba a su hijo Toto antes de ir a la cama, y con los textos en mano comenzó a recorrer las editoriales con el proyecto de escribir un libro para niños. De esa manera nacieron Ada, el jardín y los miedos, una historia para chicos de 3 a 7 años que habla de los temores de los más pequeños como la oscuridad, y en 2007 editó Ada y el Mar donde toca el tema de la ecología. Parece que la ex de Adrián Suar se tomó en serio este tema, aunque lejos de hacer talleres literarios para perfeccionarse adujo que no tiene ningún consejero a la hora de redactar, pero que prefiere consultar las historias con una psicóloga. La conductora, actriz, ex vedette, Carmen Barbieri, también sorprendió con su decisión de tomar la pluma literaria y escribir un libro dedicado a la mujer. A diferencia de las otras famosas con inclinaciones literarias, la actual jurado de Bailando por un Sueño contará con ayuda de dos escritores para concretar su primer libro, que editará Editorial Atlántida. Según contó un portal de la web, Barbieri, se reúne todas las semanas con dos escritores, mientras que ella opina sobre un tema ellos toman nota y archivan. “Este libro es un nuevo proyecto en mi vida. Quiero hablarles a todas las mujeres, explorar el maravilloso universo femenino y tocar diferentes aspectos, desde la menopausia hasta el maquillaje”, contó.
En la tertulia poética.
Si bien no publicará un libro y tampoco manifestó deseos de escribir, la heroína de tantas telenovelas argentinas, Luisa Kuliok, conduce un ciclo cultural en el que personalidades relevantes hablan sobre los libros que cambiaron sus vidas. Luisa Kuliok vuelve a presentarse con el ciclo La Mesita de Luz en el Centro Cultural Caras y Caretas -donde tiene lugar el ciclo- en el que el invitado, referente importante de su quehacer en el sentido amplio de la cultura, interactúa con la conductora. Desde los libros que hoy tiene cerca de su cama, hacia aquellos que lo formaron o influyeron. El principal objetivo es “acercarnos a los libros queridos, los primeros, los de la infancia, los de siempre, los de la mesita de luz”, afirma la protagonista de Mujeres de Nadie.
Patinando por un libro.
Marina Calabró y su novio Martín Virasoro siguen preparando un libro que dará que hablar. Tratará sobre el certamen de Marcelo Tinelli, Patinando por un Sueño, del año pasado. Martín era jefe de couch del certamen y Marina participó del mismo. El le dará una visión más psicológica refiriéndose al gran fenómeno Tinelli y ella le pondrá algunas pizcas de chimentos. La pareja está muy bien: ya está pensando en un futuro formar una familia y tener hijos. La actriz Celeste Cid, durante los primeros meses de su hijo André, dio vida a Hiel, un libro de autorretratos, fotos, poesías y recuerdos, del que salieron 1.000 ejemplares. “No lo hice para lucrar”, aseguró. En la cuidada producción se ven fotos que Celeste sacó por placer, hay algunos autorretratos, registros de momentos, lugares, cosas, personas, rincones. Aparecen mezclados con recortes de vírgenes, estampitas y figuritas con brillantina. Asimismo, un collage que roza cierto sincretismo religioso y recuerdos personales. Algunos, quizá de la época destudiante en el colegio de Nuestra Señora del Huerto y Santa Catalina. También hay poesías. El diseño lo hizo una amiga suya durante los primeros meses de André, su hijo. Se imprimió en el taller del papá de la actriz, que es trabajador gráfico. “Me gusta rescatar esas cosas chiquitas que fui guardando. En eso, cada uno ve lo que quiere ver”, dice la autora.
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