Viernes 03 de mayo 2024

La trama oculta del drama

Redacción 07/12/2009 - 00.49.hs
El fallecimiento de la modelo reveló un sistema peligroso, ajeno a los cirujanos plásticos reconocidos. Hasta se duda si para abaratar costos se está comercializando, en lugar de metacrilato, silicona líquida, una sustancia prohibida con consecuencias letales.

La muerte de la modelo cordobesa Solange Magnano lleva nuevamente a la reflexión sobre los factores que conducen a que muchas mujeres quieran estar bellas y siempre jóvenes a cualquier precio, incluida la propia vida, en una época de narcisismo exacerbado donde el espejo parece convertirse en el peor enemigo. En el medio de comunicados contradictorios emitidos por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) sobre el uso del polimetimetacrilato (PMMA) -producto al que se atribuye la muerte de la modelo favorita del diseñador Roberto Piazza-, la opinión de profesionales de cirugía plástica que denuncian oscuros negociados y prácticas realizadas por gente inescrupulosa, pone el alerta sobre una situación en la que nada sería como pretende parecer. Y que podría traer nuevas y desagradables noticias en los próximos tiempos. Mientras la familia de Magnano de 38 años -que murió el pasado 29 de noviembre en una clínica de Avellaneda, tras haberse realizado una gluteoplastía en el consultorio de la doctora Mónica Portnoy, ubicado en el porteño barrio de Belgrano- asegura que no se trató de mala praxis, el pedido de Piazza para que se investigue a fondo parece ser el mejor camino para dar a la luz ciertos puntos que, de acuerdo a testimonios recogidos por este medio, ameritan ser aclarados ya que sus consecuencias ponen en riesgo la salud de muchísimas personas. "Hay una sola empresa autorizada por ANMAT para distribuir PMMA, producto que puede utilizarse en pequeñas zonas, como relleno de arrugas, pero jamás para un glúteo", dijo el cirujano plástico Cristian Pérez Latorre, quien advirtió que "el problema es que parece que lo que están poniendo no es PMMA sino silicona líquida, lo que constituye un delito porque ésta sí es una sustancia prohibida que puede causar la muerte". El profesional señaló a Portaluppi Italia, empresa que vende por Internet, como "la mayor responsable de esta estafa", aunque aseguró que "también son delincuentes los profesionales que le compran a precios irrisorios productos truchos, cuando los reales se venden en el mercado a un costo mucho mayor". Pérez Latorre fue el encargado de atender a Paula Volpe, que debió ser intervenida por un problema adjudicado por ella a una aplicación de PMMA en sus labios. La vedette dijo que estuvo en grave riesgo, ya que sus labios se hincharon de manera alarmante, "por lo que recurrí a Cristian, quien me operó y me sacó el líquido", señaló. "Ahora tengo que hacerme resonancias cada seis meses, porque todavía hay peligro de que lo que haya quedado migre a algún lado del cuerpo. La gente tiene que tener cuidado porque esto o te mata o te deja consecuencias", dijo la ex mujer del mago Emmanuel, que piensa iniciar acciones legales al profesional que le colocó la sustancia en sus labios, aunque no quiso hacer público su nombre. Sin embargo, Pérez Latorre aseguró que "si a Paula le hubieran puesto polimetimetacrilato, que está permitido, en los labios, no hubiera tenido esa reacción. Sospecho que le aplicaqueron silicona líquida, pero eso lo sabremos con certeza sólo después de saber los resultados de la biopsia". Asimismo, opinó que "es imposible que por los 1.600 pesos que pagó Magnano le hayan aplicado este producto, que no viene en bidones sino en ampollas inyectables de 1,5 centímetros cúbicos. Cada caja con cinco ampollas tiene un costo de 400 dólares y con una de ellas sólo se rellena una arruga. Entonces yo me preguntó: ¿cuántas cajas harían falta para rellenar los glúteos? Es imposible por ese precio. También se trató seguramente de silicona líquida, que es un producto prohibido, tanto acá como en el resto del mundo". Por otra parte, recalcó que "este tipo de prácticas sólo puede hacerla un cirujano plástico. No existe el título de médico esteticista. ¡Son chantas! Por eso insisto que hay que educar a la población para que tome los recaudos necesarios y denuncie a esta gente inescrupulosa que pone en riesgo la vida humana porque lo que hacen es delinquir". "Hacerse una práctica estética no es como ir a la peluquería.
Es hora de que la cirugía plástica sea reconocida y debidamente respetada por toda la comunidad médica porque encubriendo a estos delincuentes sólo se es cómplice. ¡No existe ningún producto e rellene glúteos! Insisto: el polimetimetacrilato no está permitido para eso y, además, tampoco es lo que están colocando." Algunos especialistas en cirugía plástica que prefirieron no dar su nombre, coinciden con Pérez Latorre, al asegurar que resulta sospechoso el proceder de la empresa Portaluppi Italia. "Ofrecen productos por la web, sin ninguna referencia a la habilitación de ANMAT. Por ejemplo, venden prótesis mamarias a 300 dólares cuando el promedio del mercado es de 870 y bidones de polimetimetacrilato un producto que se comercializa en ampollas- a precios bajísimos, acompañados de una descripción somera de cómo aplicarlo y de la publicidad de un curso de bioplastía glútea de tres horas de duración, que se dicta en Ecuador a 1.500 dólares", dijo un cirujano de reconocida trayectoria, que prefirió no dar su nombre. "Hace un tiempo un médico ecuatoriano vino a aplicar el bótox que vende esta empresa y dos de las pacientes a las que atendió fueron internadas por complicaciones", aseguraron las mismas fuentes.
Por su lado, Francisco Famá, presidente de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, aseguró que "el uso de PMMA está absolutamente autorizado", al tiempo de remarcar que "lo que pasó con Solange Magnano es un caso excepcional, quizás debido a laantidad que se utilizó para dar el volumen necesario a los glúteos". "Personalmente no lo utilizaría para ese fin, ya que prefiero otros métodos, como implantes de siliconas o grasa de la propia paciente, pero estas prácticas requieren de un cirujano plástico y la médica que atendió a la modelo no lo era", apuntó. Famá coincidió con Pérez Latorre en que "la de medicina estética no es una especialidad reconocida" y puntualizó que "por la importancia de la intervención sobre los glúteos de la modelo, ésta se debería haber realizado en un centro que tuviera los elementos necesarios para tratar cualquier complicación y no en un simple consultorio". Sin embargo, Luis Nassi, suerte de vocero de Oscar Magnano y Gustavo Rosso, padre y esposo de Solange, sostiene una y otra vez que no se trató de mala praxis. El propio Rosso se expresó en el mismo sentido. Igualmente, se esperan los resultados de la autopsia realizada al cuerpo de la modelo. Pérez Latorre lamentó que "éste no es el único caso y sólo en los últimos días tuve un par de pacientes con serias complicaciones por este tipo de procedimientos llevados a cabo por gente inescrupulosa y no por verdaderos profesionales de la cirugía plástica". Como para agregar ruido, en el término de 48 horas ANMAT emitió dos comunicados contradictorios en cuanto a su competencia sobre productos empleados en estética. En el primero el organismo salió a aclarar que el metacrilato está autorizado sólo para ser utilizado en tratamientos de rehabilitación o cirugías reconstructivas, no estándolo para la corrección de arrugas, pliegues u otros defectos de la piel, aumento de pómulos y labios o para el realzamiento de distintas zonas del cuerpo. Y agregó que existía una sola empresa autorizada para la comercialización de metacrilato. La referencia a la existencia de un solo comercializador habilitado respondía a los productos ofrecidos por Portaluppi, pese a que todavía nadie los había mencionado públicamente.
Como muestra del movimiento que produjo el caso, al día siguiente ANMAT decidió enviar un nuevo comunicado. El segundo comunicado fue más específico: "La comercialización de metacrilato se encuentra autorizada para la empresa Distribuciones Médicas SA". Ese mismo texto también aclaró que "esta Administración, a través de su dirección de Tecnología Médica, regula y fiscaliza los productos médicos, entre los que se encuentran los que se aplican mediante inyección, aguja u otro sistema para modificar la anatomía y que se utilizan con finalidad plástica, reconstructiva y estética".
A continuación, emitió una lista de las prácticas autorizadas: arrugas frontales, contorno y relleno de labios, dorso de manos, contorno facial, surco nasogeniano, dorso y punta de la nariz, aumento peneano y de labios vaginales, poceado celulítico y lipodistrofia facial, en pacientes portadores de HIV, con lo que queda claro que de ninguna manera puede utilizarse para levantar o rellenar glúteos. "El problema es que la responsabilidad del ANMAT es sólo con relación a los productos médicos, quedando lo que es estética en una zona gris poco clara, que no se sabe a quién compete", aseguró una fuente cercana al organismo. Lo cierto es que el de Magnano está lejos de ser el único caso de una muerte en estas circunstancias. Los cirujanos plásticos están recibiendo pacientes con este problema y algunos sostienen que en los próximos años puede llegar a haber muchos casos más que serios ya que los efectos de la silicona líquida -si es lo que se está vendiendo como el metacrilato no autorizado- pueden tardar largo tiempo en aparecer. Sólo la responsabilidad de los profesionales y el derecho de los pacientes a informarse y elegir, puede evitar que muchas personas pierdan la vida o queden con secuelas permanentes, que afectan su bienestar tanto físico como emocional.

 


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