Miércoles 24 de abril 2024

Analizan megacanje por 71 mil millones de dólares

Redacción 06/01/2024 - 00.18.hs

El Gobierno está tanteando a los bancos para realizar un canje de la deuda en pesos con vencimiento este año, que podría superar el equivalente a 71.000 millones de dólares.

 

El ministro de Economía, Luis Caputo, busca limpiar del horizonte los vencimientos de corto plazo y bajar el costo financiero de la deuda en busca del equilibrio fiscal.

 

De lograrlo, sería el canje de bonos más grande de la historia argentina, informó la agencia Bloomberg.

 

La reunión con los bancos se llevó a cabo el jueves por la tarde y la llevaron adelante el ministro de Economía, Luis Caputo, y el secretario de Hacienda, Pablo Quirno.

 

Ambos le presentaron el plan a los representantes de bancos locales y extranjeros que operan en Argentina, según reconocieron cuatro personas con conocimiento directo del asunto, según citó la agencia especializada.

 

Según lo revelado por las fuentes con reserva a las que tuvo acceso Bloomberg, la propuesta implica la emisión de nuevos bonos en pesos en febrero para canjear los títulos con vencimiento en 2024.

 

De esta forma, el Gobierno propone un canje de deuda en pesos que podría superar el equivalente a U$S 71 mil millones.

 

El ministro Caputo dijo a los banqueros que el déficit financiero se reduciría a cero en 2024, que el canje voluntario podría concretarse en febrero y para ello ofrecerá bonos vinculados al IPC, con el objetivo de extender el comprometido calendario de vencimientos en moneda local en el corto plazo.

 

Los pagos de deuda del Tesoro argentino en moneda local para este año se estiman actualmente en 57,5 billones de pesos (unos U$S 71.000 millones al tipo de cambio oficial), según la corredora local GMA Capital.

 

Esto incluye títulos de corto plazo pagaderos con intereses vinculados a la inflación, el tipo de cambio y bonos de tasa fija, según GMA Capital, que estima que alrededor del 40% de esta deuda está en manos del sector privado, en lugar de en los bancos públicos, que generalmente se ven obligados por el Gobierno a refinanciar.

 

Megacanje del 2001.

 

El megacanje realizado por el Gobierno de la Alianza pretendía aliviar los pagos de intereses y de capital de la deuda externa argentina, canjeando la deuda por una nueva que permitiera pagar en un plazo mayor. Sin embargo, el efecto fue adverso. La propuesta provenía del banquero David Mulford, ex secretario del Tesoro de los Estados Unidos. La oferta sería recibida por el entonces Ministro de Economía, Domingo Felipe Cavallo, y su secretario de Política Económica Federico Sturzenegger, actual asesor del Gobierno.

 

La operación parecía sencilla: se canjeaban 46 tipos distintos de bonos de deuda soberana por cinco tipos de bonos, con vencimientos hasta el año 2031. Sin embargo, el peritaje de la causa judicial realizado por el experto en ingeniería financiera Moises Resnick Brenner sostiene que el país sufrió un perjuicio valuado en 55.000 millones de dólares.

 

Los bancos y las AFJPs aportaban al canje títulos por valor total 27.000 millones de dólares para ser canjeados por los nuevos títulos de deuda del país. Sin embargo, 20.000 millones de dólares ya estaban en la cartera de los bancos y las AFJPs. Por lo tanto, las comisiones que cobraron fueron por hacer de intermediarios financieros de sí mismos.

 

Antes de ejecutar operaciones hacia finales del año 2000, la deuda externa del país ascendía a los 80.000 millones de dólares. Luego del megacanje, la deuda externa aumentaría hasta los 88.000 millones de dólares y para el año 2003 treparía a los 102.000 millones de dólares.

 

"El Gobierno ya dolarizó".

 

El ex ministro de Economía Martín Guzmán aseguró que el Gobierno "ya dolarizó la economía" y consideró que eso "es el único plan que tiene".

 

"Creo que el Gobierno ya ha dolarizado la economía y nada sería tan grave para la Argentina. Eso sería que el país abandone el camino del desarrollo", sostuvo el ex funcionario.

 

Para Guzmán, la dolarización se explica por la emisión del bono Bopreal: "Es un conjunto de operaciones para convertir el pasivo remunerado del Banco Central en pesos en un pasivo en dólares. Eso es parte de un esquema mucho más general que tiene el Gobierno, que además es el único plan que tiene".

 

"Si uno quisiera quebrar el Banco Central, es hacer lo que se está haciendo. Nunca el Banco Central emitió deuda en dólares, porque no emite dólares. Sus pasivos están en la moneda que emite. Puede tener efectos inflacionarios, pero no quiebra. Ahora, por primera vez, tenemos deuda del Banco Central en dólares", alertó.

 

Y agregó: "¿Qué pasa si mañana no tiene los dólares para pagar la deuda? Es una situación novedosa en la Argentina. Y no hay ningún país serio que dolarice".

 

"La relación entre los pasivos en pesos y los dólares con los que cuenta el Banco Central va modificándose de modo tal que cada vez es más fácil llegar a un punto donde no necesitás un gran salto cambiario. La dolarización se hace más tentadora para el Gobierno, pero a un costo enorme para el país a futuro", enfatizó.

 

En declaraciones radiales, el economista consideró que el país lleva muchos años con "un problema fenomenal con la moneda, pero eso no significa que haya que abandonarla".

 

(ElDestape/NA)

 

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