Viernes 26 de abril 2024

Otra renuncia en el gabinete de Javier Milei

Redacción 20/03/2024 - 00.19.hs

Tras negarse a despedir personal del área pesquera y luego de recibir aprietes desde la Cancillería para desregular la actividad, Julián Suárez presentó ayer su renuncia como director de Control y Fiscalización Pesquera. De esta manera continúa una sangría de funcionarios que en las últimas horas incluyó las salidas del secretario de Transformación del Estado, Armando Guibert, y la titular del Renaper, Geraldine Calvella. También hubo renuncias en Capital Humano y en Seguridad.

 

Ahora fue el turno de Julián Suárez quien no solo se negó a despedir personal sino que terminó apretado por funcionarios de la Cancillería que le exigieron desregular la actividad y hacer la vista gorda frente al escándalo de un buque acusado por pesca ilegal.

 

Si bien el cargo alude terceras líneas, el área que ocupaba resulta clave en la dinámica comercial de esa industria. Y a diferencia de los funcionarios que durante los últimos días se alejaron del gobierno, el renunciante no era un improvisado ni tampoco ibertario.

 

Desregulación.

 

Suárez ya había ocupado ocupó esa dirección durante la gestión de Alberto Fernández y su idoneidad movilizó al subsecretario de Pesca, Juan Antonio López Cazorla, para pedirle que continuara en el cargo. Sin embargo, durante los últimos días le expresaron órdenes que se negó a aceptar y presentó su dimisión indeclinable.

 

El episodio más visible fue el escándalo del buque factoría Tai An, propiedad de una compañía argentina denunciada por pesca ilegal de merluza negra en una zona de exclusión. Pese a los continuos pedidos de sanción exigidos por la industria, Suárez intentó hacer regresar ese pesquero al puerto pero, recibió órdenes contrarias de parte de Cancillería.

 

Según fuentes cercanas al caso, el Palacio San Martín pretendía imponer la desregulación pesquera decidida en el DNU 70/2023 y le exigió a Suárez que revisara y eliminara toda la normativa ad hoc sancionada durante los últimos cuatro años. El funcionario no sólo se negó, también denunció públicamente que le pidieron despedir a 50 personas de su área y achicar toda el sector de control y fiscalización, solicitudes que no cumplió.

 

Su salida se suma a una larga lista de funcionarios que debieron abandonar sus cargos en medio de escándalos. La última fue Geraldine Calvella, designada jefa del Renaper sin ninguna experiencia previa.

 

(NA)

 

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