Lunes 15 de abril 2024

Brasil: preocupación por DD.HH.

Redacción 20/02/2018 - 01.31.hs

Ariel de Castro Alves, abogado y especialista en seguridad pública de la Pontificia Universidad Católica, miembro del Movimiento Nacional de Derechos Humanos dijo que "esto es una licencia para matar, porque es darle a los militares un tribunal de excepción, para juzgarse a sí mismos".
La ley castrense vigente había sido reclamada por el jefe del Ejército, general Eduardo Vilas Boas, a raíz de la participación de esa fuerza armada en la seguridad pública durante los Juegos Olímipicos de Río de Janeiro 2016. El pedido de Vilas Boas se fundó también en la actuación de los militares como apoyo a la Policía carioca durante el segundo semestre del año pasado.

 

Tribunal militar.
Por la nueva ley promulgada el 16 de octubre por el gobierno de Michel Temer, cualquier miembro de la Fuerza Aérea, Ejército o Marina que cometa un homicidio en un operativo en su propio territorio será juzgado por tribunales militares, muchas veces ocupados por jefes castrenses que no son juristas. "Buscamos con la ley, explicó el diputado Espiridao Amin del conservador Partido Progresista y autor del proyecto, darle seguridad jurídica a los militares, porque la normativa no especificaba sus atribuciones en operaciones internas".
"El asunto deber ser abordado por el Supremo Tribunal Federal, porque es inconstitucional que haya tribunales especiales para algunos brasileños", sostuvo el abogado Castro Alves. "Es una licencia para matar, porque la justicia militar es corporativa, resuelve sus mismos problemas", insistió.
Organismos defensores de los derechos humanos, como la estadounidense Human Rights Watch y la británica Amnistía Internacional, repudiaron esa medida por considerar que viola los acuerdos internacionales de Brasil. Castro Alves dijo que la operación del Ejército corre el riesgo de fracasar como las Unidades de Policías Pacificadoras que se instalaron en 2008 hasta la actualidad recuperando territorio a los narcotraficantes en las favelas cariocas.
"Los militares están entrenados para la guerra, no para el conflicto de la delincuencia. Una intervención debería ser también en políticas públicas generales, salud, educación, ocio, deportes, tratamiento de pacientes químicos", subrayó.

 

Falta de inversión.
Apuntó que uno de los problemas de Río es la corrupción policial pero también la falta de inversión en inteligencia e investigación: apenas 10% de los homicidios se esclarecen en ese estado. Otro punto al que varios especialistas apuntan es que la mayor parte de los soldados del Ejército son jóvenes con domicilios en favelas y buscarán protección extra para participar de las operaciones, de modo de proteger a sus familias del narcotráfico o de los grupos parapoliciales.
La cuestión de los tribunales militares se da en un contexto en el que se disparó la popularidad del diputado Jair Bolsonaro, un ex capitán del Ejército que pide mano dura y reivindica los regímenes de facto.
Bolsonaro aparece como segundo favorito en las encuestas para las elecciones presidenciales brasileñas, detrás de Luiz Inácio Lula da Silva, del opositor Partido e los Trabajadores. (Télam)

 

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