Domingo 24 de marzo 2024

El asesino impune que fue «delatado» por su bisabuelo

Redacción Avances 13/07/2020 - 17.15.hs

Angie Dodge, una joven de 18 años que vivía en Idaho Falls (Estados Unidos), fue encontrada muerta cuando dos amigas de ella la fueron a buscar a su casa debido a que no contestaba los llamados y había faltado al trabajo.

 

La hallaron en el piso de su dormitorio, con la cabeza contra la pared, al lado de un colchón cubierto con una sábana ensangrentada. Había sido violada y asesinada a puñaladas. La policía determinó que el homicidio había sucedido entre las 00:45 y 11.15 del jueves 13 de junio de 1996.

 

Según un extenso artículo publicado por la BBC, los efectivos se llevaron ropa, sábanas y recolectaron una muestra de ADN directamente del cuerpo de la víctima. La teoría de los policías sostenía que varios hombres habían estado involucrados en la muerte de la joven, pero tomaron varias muestras de ADN y ninguna coincidió con la recolectada.

 

Después de seis meses la causa se había estancado y la madre de Angie, Carol Dodge, empezó a presionar y a investigar por su cuenta. Difundió volantes donde prometía una recompensa, andaba de madrugada por las calles para buscar información sobre el hecho y llegaba de imprevisto a la estación de policía para observar si estaban avanzando con la investigación.

 

En enero de 1997, los agentes interrogaron a un joven que vivía en Nevada. Luego de muchas horas de preguntas, Chistopher Tapp pasó de afirmar que no había estado en el lugar del crimen a confesar ser el autor del mismo.

 

A pesar de que la muestra de ADN de Tapp no coincidía con la hallada en la escena del homicidio, fue acusado de asesinato y violación. Tiempo más tarde, un jurado lo encontró culpable por el asesinato de Angie y lo sentenciaron a cadena perpetua.

 

Carol siguió su lucha para dar con la tercera persona que supuestamente había participado en el crimen de su hija y a quien correspondería el semen encontrado en el cuerpo.

 

Una década después, Tapp seguía cumpliendo su condena y mientras Carol encontró una compañía que le reveló que la muestra de ADN correspondía a una persona 85% caucásica. Casi al mismo tiempo, la mujer vio por primera vez las grabaciones de los interrogatorios que le habían hecho a Tapp en su momento, y empezó a dudar de la culpabilidad de este.

 

La tecnología de ADN ya había avanzado mucho para esa época, sin embargo los nuevos intentos de coincidencia que se hicieron volvieron a arrojar resultados negativos. Se terminó de convencer que el condenado por el asesinato de su hija era inocente cuando Christopher la llamó desde la cárcel y le juró que él no había sido.

 

Los abogados de Tapp, en mayo de 2016, interpusieron una apelación aunque luego llegaron a un arreglo con la Justicia y el hombre salió en libertad, después de 20 años de estar en prisión. No obstante, fue exonerado del cargo de violación pero no del de asesinato.

 

Para finales de 2018, ya existía una nueva tecnología llamada genealogía genética, que implica comparar la evidencia de ADN que se encuentra en la escena del crimen con el ADN de personas que entregan ADN a sitios web comerciales de genealogía. La policía se asoció con CeCe Moore, una experta en ADN.

 

La especialista tuvo un primer resultado esperanzador que terminó siendo negativo. Asimismo, en un segundo intento descubrió que el arbol genealógico que había armado contenía un matrimonio muy joven, que se había separado sin tener hijos.

 

Moore decidió rastrear a la mujer de esa pareja. «Quería asegurarme de que no hubiese un hijo nacido de ese matrimonio que se hubiera ido con ella. Sabía que había una oportunidad de que hubiese sido criado por otro hombre», explicó la experta.

 

Finalmente descubrió que esta mujer había tenido un hijo y un nieto. «Investigamos el nieto y encontramos que había sido criado con el apellido del padrastro. Su madre se lo había llevado y nunca más tuvo contacto con la familia original», reveló Moore.

 

La investigación había llegado a un nuevo sospechoso: Brian Leigh Dripps Sr., quien había vivido en Idaho Falls en el año 1996. Para ese entonces, Dripps vivía en Calldwell. Hasta allí fueron agentes de la policía, que lo siguieron para conseguir una de sus colillas de cigarrillos y así poder hacer el examen de ADN.

 

La muestra dio positivo y el ahora hombre fue detenido, luego de confesar haber violado y asesinado a Angie Dodge más de 20 años atrás. El juicio se realizará en junio de 2021 y Dripps podría llegar a enfrentar la pena de muerte si es condenado.

 

«Dije: ‘¿Brian Dripps? Debes estar haciéndome una mala broma. Les supliqué que tomaran su ADN en su momento y me dijeron que les dejara hacer su trabajo. Todavía estoy enojada por eso. Estoy molesta por lo que me hicieron, cuando podrían haber resuelto este caso hace 23 años. Estoy enojada con esos dos policías que ni siquiera escribieron un informe de campo cuando hablaron con él. Él estuvo allí todo el tiempo», exclamó Carol cuando se enteró de quien había asesinado a su hija.

 

Dripps vivía al frente de la casa de su víctima en la época que ocurrió el crimen e incluso había sido entrevistado como parte de una indagación de un vecindario apenas cinco días después del asesinato de Angie en 1996.

 

Link al artículo completo: https://www.bbc.com/mundo/noticias-53377054

 

Foto: bbc.com

 


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