Jueves 11 de abril 2024

"Él tiene espalda para resistir estos ataques"

Redacción 15/09/2016 - 02.27.hs

El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva fue acusado ayer por la fiscalía de ser el "comandante máximo" de la corrupción en Petrobras y de haber instalado en Brasil un sistema de "sobornocracia" para lograr gobernabilidad y mantener al Partido de los Trabajadores en el poder.
El fiscal federal Deltan Dallagnol informó que el Ministerio Público denunció a Lula y a su esposa, Marisa Leticia Rocco, por corrupción y lavado de dinero por haberse beneficiado supuestamente de una red de sobornos disfrazados de reformas edilicias y en almacenamiento de objetos que el ex mandatario recibió durante su presidencia.
Lula sostuvo en su perfil de Facebook que la denuncia tiene "motivación política" y que es un perseguido por parte del equipo de investigación de la Operación Lava Jato.
Ahora deberá esperar la decisión del juez Sergio Moro, que debe aceptar o rechazar la denuncia, que es una verdadera bomba política detonada apenas dos semanas después de la destitución de la presidenta Dilma Rousseff por parte del Senado, en juicio político.
"Si existiera un poco de justicia esta denuncia debería ser desestimada. Una detención de Lula sería impensable. Él tiene espaldas para resistir estos ataques políticos", dijo el presidente del Partido de los Trabajadores, Rui Falcao, tras reunirse con el ex presidente.
Lula, en Facebook, divulgó un texto negando las acusaciones con la frase "Curiosidad histórica: Juscelino Kubitschek fue acusado de ser dueño de un inmueble en nombre de un amigo".

 

Acusación.
La acusación se centra en un departamento en el balneario de Guarujá que Lula iba a comprar y desistió de hacerlo y que fue refaccionado por casi 300 mil dólares por la empresa OAS, involucrada en el escándalo de sobornos.
En Curitiba, estado de Paraná, fronterizo con Misiones, cuartel central de al Operación Lava Jato, el fiscal Dallagnol sostuvo que Lula "fue el máximo comandante de la red de corrupción" al instalar una "sobornocracia" en el reparto de cargos públicos para ganar gobernabilidad y abastecer campañas de su partido y de aliados.
Según la acusación, Lula recibió 1,2 millones de dólares de soborno por parte de la empresa OAS, del detenido constructor civil Leo Pinheiro, en dos formas: refacciones en un apartamento en Guarujá y el pago de un depósito de mudanzas.
También fueron denunciados Leo Pinheiro y otros cuatro funcionarios de la OAS y Paulo Okamotto, titular del Instituto Lula. (Télam)

 

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