Más de 80 millones de contagios

El mundo superó ayer los 80 millones de contagios tras registrar en las últimas 24 horas más de 511.000 nuevos casos y 7.077 muertos, acumulando casi 1,76 millones de fallecimientos, según el balance diario que publica la Universidad Johns Hopkins (JHU). El país más afectado continúa siendo Estados Unidos, donde uno de cada mil habitantes falleció por esta enfermedad, con un total de 332.000 muertes en el país, un quinto de la fatalidad del mundo.
Del otro lado del Atlántico, mientras varios países enfrentan una propagación incontrolable, los 27 miembros de la Unión Europea iniciaron ayer la campaña de inmunización masiva con la vacuna de Pfizer Biontech, empezando por adultos mayores y trabajadores de la salud. La jornada fue bautizada «V-Day» (Día de la vacuna) para señalar el comienzo del fin de una pandemia que ya se cobró más de medio millón de muertos y puso en crisis la economía continental por las restricciones y toques de queda.
De todos modos, los expertos coinciden en que los 450 millones de personas que viven en la Unión Europea no podrán volver a la normalidad hasta junio del año que viene. Tanto Alemania (una de las 10 naciones más golpeadas con 1,65 millones de casos y 30 mil muertos) como Hungría y Eslovaquia no quisieron esperar un día más y habían empezado a vacunar el sábado.

Los viejos primero.
En España, el noveno país más afectado con 1,85 millones de casos y 49.824 víctimas, una mujer de 96 años que reside en un asilo, fue la primera persona inoculada contra el coronavirus, junto a Mónica Tapias (48 años) trabajadora de esa residencia. «Araceli y Mónica representan una nueva etapa esperanzadora. Un día para la emoción y la confianza» publicó el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, en Twitter.
A Italia llegaron unas 10 mil dosis de la vacuna ayer, «una fecha que vivirá en nosotros para siempre» dijo el primer ministro Giuseppe Conte al comenzar las vacunaciones. Y en la República Checa el primer ministro Andrej Babis resultó uno de los primeros mandatarios europeos en recibir la vacuna, en el Hospital Militar Central de Praga, y en vivo por televisión.
Gun-Britt Johnsson, de 91 años, fue la primera habitante de Suecia en recibir la inyección en la localidad de Mjolby, a 230 kilómetros de Estocolmo. «Es maravilloso no estar enferma» declaró la anciana, mientras el primer ministro Stefan Lofven calificó de «luz en las tinieblas» y un «momento extraordinario para la ciencia y la Humanidad».
En Francia, que detectó el primer caso en Europa el 24 de enero, la primera en vacunarse fue Mauricette (78 años) en la unidad de cuidados del hospital René-Muret de Sevran, donde está internada. «La razón y la ciencia deben guiarnos. Tenemos una nueva arma contra el virus: la vacuna. Mantengámonos juntos de nuevo y estemos orgullosos de nuestro sistema de salud», manifestó el presidente Emmanuel Macron vía Twitter, mientras una encuesta de BVA mostraba que más de la mitad de los franceses se muestran «reacios» a recibir la vacuna.
En Portugal, Oporto fue el escenario de la primera vacuna cuando en una enfermera del Hospital de Sao Joao vacunó al infectólogo António Sarmento frente a la ministra de Sanidad, Marta Temido y decenas de fotoperiodistas. En Noruega, el primer inmunizado fue Svein Andersen, en una residencia de mayores de Oslo: dijo sentirse «raro» y agregó con humor: casi parece que he hecho historia, como el primer hombre que pisó la Luna, como Neil Armstrong». Algo parecido le ocurrió a Leif Hasselberg (79) en Dinamarca, primer vacunado en una residencia de Odense. «Hay luz al final del túnel después del año más difícil desde la Segunda Guerra Mundial» advirtió la primera ministra Mette Frederiksen, para quien la aparición de la vacuna es un «gran punto de inflexión para el mundo entero».
En Polonia la primera inoculada fue una enfermera, Alicja Jakubowska, directora de Enfermería del Hospital del Ministerio del Interior, en Varsovia, mientras que en Irlanda y Holanda comenzarán a vacunarse el miércoles y el 8 de enero, respectivamente.