Movilizaciones en Alemania y Londres

La policía alemana y manifestantes que rechazan las restricciones impuestas para frenar la pandemia se enfrentaron ayer en Kassel, una ciudad ubicada en el centro del país donde los agentes usaron gas pimienta para evitar que varias personas atravesaran un cordón de seguridad. Unas 20.000 personas, la mayoría sin mascarilla, se concentraron allí para mostrar su descontento con las recientes medidas impuestas para reducir los contagios. «No es lo que se supone debe ser una protesta pacífica» publicó la policía de la región de Hesse del Norte.
Según las fuerzas, hubo «reiterados ataques» contra servicios de urgencia y advirtió que «no se tolerarán ataques de ese tipo». Las autoridades habían autorizado sitios específicos para la protesta y cifras máximas de manifestantes, pero éstos se reunieron en la plaza central Friedrichsplatz, desoyendo esa disposición.
La protesta fue convocada por los «Querdenker», o movimiento de Pensadores Laterales, que agrupa a quienes consideran injustificadas las medidas restrictivas, entre ellos ultraizquierdistas y ultraderechictas, fanáticos de teorías conspiracionistas y grupos contrarios a las vacunas.
Una protesta similar fue convocada en Berlín, donde unos 1.800 agentes de policía aguardaban posibles disturbios, aunque unas pocas docenas de vecinos se reunieron en la emblemática Puerta de Brandeburgo. La policía berlinesa había estimado una participación de unos pocos miles en distintas protestas convocadas por ultraderechistas y miembros del Reichsbürger (ciudadanos del Reich), que no reconocen las leyes regionales ni federales y se niegan a pagar impuestos, aportes a la seguridad social y multas.
Una caravana de autos prevista para la mañana fue suspendida por falta de participantes, mientras que una protesta de la izquierda, en la avenida Unter den Linden convocó a unas 300 personas.

Miles en Londres.
Simultáneamente, miles de personas también protestaron en Londres contra el nuevo bloqueo impuesto para contener la pandemia y después de que unos 60 legisladores enviaran una carta al gobierno reclamando un alivio de las restricciones. Unas seis personas fueron detenidas cuando la policía dispersó un grupo de entre 500 y 600 personas reunidas en Hyde Park, donde Piers Corbyn, hermano del ex líder laborista Jeremy Corbyn, habló a la multitud.
Con pancartas que pedían «Dejen de destruir las vidas de los niños» o advertían «Miedo es Westmonsters, no el virus», en un juego de palabras alusivo a Westminster, barrio que alberga las oficinas del gobierno, los manifestantes marcharon hacia Trafalgar Square.
Esta protesta en la capital se produjo el mismo día en que más de 60 diputados firmaron una carta dirigida a la ministra del Interior, Priti Patel, advirtiendo que criminalizar la protesta «no es aceptable ni legal». Las regulaciones británicas para prevenir contagios consideran ilegal reunirse en protestas, por lo que la policía advirtió que quienes acudieran al centro para las manifestaciones iban a ser dispersados.
En respuesta a la carta, el Ministerio del Interior recordó que la orden de no salir está vigente hasta el 29 de marzo, y recién entonces podrán reanudarse las protestas. Reino Unido registró 4,2 millones de contagios y más de 126.000 muertos desde el inicio de la pandemia. Hasta ayer se habían vacunado 26,8 millones de personas con la primera dosis.
(Télam)