Viernes 19 de abril 2024

No a la anexión de Cisjordania

Redaccion 06/07/2020 - 21.48.hs

Organizaciones judías en todo el mundo, incluyendo Argentina, iniciaron una campaña pública para frenar el plan del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu para anexar parte de Cisjordania, territorio palestino que ocupa desde 1967, bajo el argumento de que «pone en peligro la seguridad y la democracia de Israel». La campaña fue organizada a principios de este año por J-Link, una «red de organizaciones judías progresistas» (según su propia definición) que aglutina a más de 100 organizaciones judías con presencia en 17 países, que entregó a diplomáticos israelíes de todo el mundo un mensaje de oposición a la anexión unilateral, informó Kenneth Bob, presidente de la organización liberal sionista norteamericana Ameinu.
El lanzamiento del plan israelí estaba previsto para el 1º de julio, pero no fue anunciado ese día, aunque las autoridades insisten en que «ciertamente ocurrirá en julio».
En Argentina, un grupo de vinculado a J-Link envió una carta a la embajadora de Israel en el país, Galit Ronen, solicitándole una reunión virtual para «establecer un canal de diálogo» y expresar su postura sobre la anexión. «Centenares de miles no estamos representados por esa decisión y podemos sufrir consecuencias muy graves y negativas en virtud de ella», explicó Roberto Faur, coordinador de Argentinos Amigos de Paz Ahora, uno de los grupos firmantes junto a Meretz Argentina, Llamamiento Argentino Judío, la Unión de Jóvenes Judíos Argentinos y Mujeres por la Paz.
Idéntica solicitud fue presentada en embajadas y consulados en más de 30 países, con variadas respuestas. Faur contó que en Chile y México y algunos países europeos fueron recibidos en reuniones virtuales, pero en Argentina se limitaron a responder vía mail, enviado por una asistente de la embajadora, quien «está abocada a abordar otros intereses y, dado que esto (la anexión) no ha sucedido, no tiene mucho sentido hablar sobre temas que no sabemos si van a ocurrir o no en el futuro».

 

Dos estados.
Adriana Potel, de Mujeres por la Paz, grupo nacido después de la ofensiva militar israelí contra la Franja de Gaza en 2014 que reúne a más de 50.000 mujeres en Israel, consideró a la anexión como «una escalada de violencia que no lleva a nada» y consideró necesario «animarse a hablar de paz», en Israel, donde «las mujeres empiezan a tener voz».
En su comunicado global, J-Link concluyó que «la anexión unilateral es ilegal según el derecho internacional y contraviene todas las resoluciones relevantes del Consejo de Seguridad de la ONU relacionadas con el conflicto entre Israel y Palestina». Una eventual anexión «significará la desaparición de la solución de dos estados y eliminará cualquier esperanza de que el pueblo palestino alcance su autodeterminación por medios no violentos».
Los progresistas proponen «un Israel pacífico, seguro y democrático, respetuoso de la ley internacional y los derechos humanos, con la continua esperanza de una solución negociada al conflicto entre Israel y Palestina sobre la base de la fórmula respaldada por la comunidad internacional de dos Estados para dos pueblos.
La anexión se basa en el «plan de paz» presentado a principios de año por Estados Unidos, repudiado por el gobierno palestino y que también cosechó enérgico rechazo incluso entre aliados de Tel Aviv, como Reino Unido. En un editorial publicado en el diario de mayor circulación de Israel, el Yediot, el premier británico Boris Jonson se manifestó «particularmente preocupado por la posibilidad de una anexión de Cisjordania». «Espero profundamente que la anexión no siga adelante. Si lo hace, Reino Unido no reconocerá ningún cambio a las fronteras de 1967, excepto los acordados entre las partes», advirtió.
En Israel, partidos de izquierda y grupos antiocupación reunieron a miles de personas, judíos y árabes, para pronunciarse contra la inminente decisión de Netanyahu, que tiene «luz verde» de Donald Trump, pero cuyos alcances y plazos no se están definidos. Toda la comunidad internacional considera a Cisjordania como un «territorio ocupado» durante la Guerra de los Seis Días (1967), cuando Israel arrebató esa región a Jordania.
Aunque el derecho internacional prohíbe la transferencia de población del país ocupante al territorio ocupado, desde entonces Israel fomentó, planificó, financió y llevó adelante una sistemática consolidación de asentamientos. En Cisjordania hay actualmente 132 colonias judías, donde residen unos 500.000 israelíes. (Télam)

 

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