No detendrán expansión

Pese a la lluvia de críticas y condenas internacionales, el canciller israelí, Avigdor Lieberman, adelantó ayer que su gobierno no va a limitar ni a detener la construcción en las colonias en Jerusalén este, la parte de la ciudad sagrada que la ONU reconoce como parte de un futuro Estado palestino.
"Nunca aceptaremos la definición de que construir en barrios judíos de Jerusalén es hacerlo en un asentamiento", sentenció Lieberman junto a su par alemán, Frank-Walter Steinmeier, en una conferencia de prensa que dieron justamente en esa ciudad.
Jerusalén este, al igual que Cisjordania y la Franja de Gaza, fueron ocupadas por Israel después de ganar la guerra de 1967 contra los países vecinos árabes. Más tarde, en 1980, Tel Aviv anexó, unilateralmente y sin el reconocimiento de la ONU ni de sus propios socios internacionales, la parte oriental de Jerusalén.
Por eso, la comunidad internacional considera que los barrios judíos construidos en esa parte ocupada de la ciudad son colonias y, por lo tanto, ilegales bajo el derecho internacional.
Más aún, la mayor parte de la comunidad internacional reconoce la aspiración palestina de que Jerusalén este sea su futura capital.
Pese a este consenso internacional, Lieberman reiteró que Jerusalén es la "capital eterna e indivisible" de Israel y advirtió que el Estado israelí no se dejará presionar y continuará construyendo en la parte oriental de la ciudad.
En los últimos meses la violencia se incrementó en Jerusalén tras la muerte en junio de un joven palestino que fue quemado vivo en venganza por el secuestro y asesinato de tres estudiantes judíos ortodoxos en Cisjordania. (Télam)