Domingo 21 de abril 2024

Se rebelan contra Trump y Bolsonaro

Redaccion 25/03/2020 - 21.39.hs

Parece que no queda rincón en el mundo sin coronavirus. La pandemia alcanzó a 196 países y los únicos que no registran casos son pequeños archipiélagos de Oceanía y territorios en guerra, donde siempre resulta difícil saber qué pasa. Más de 450.000 personas habían sido detectadas, hasta anoche, como casos positivos y 20.500 fallecieron, según la universidad Johns Hopkins (USA), que tiene el acceso más rápido a los datos mundiales.
China sigue siendo el país con más casos declarados (81.848) y ayer informó 47 nuevos contagios, todos procedentes del exterior. Italia registra más de 74 mil casos y Estados Unidos, con 52.000, es ahora el tercer país con mayor número de casos.
España, con 3.434 fallecimientos, superó a china (3.163) y es el segundo país con mayor número de muertes, detrás de Italia (7.506).

 

Plan global.
Este virus «amenaza a toda la humanidad, y toda la humanidad debe defenderse», afirmó el secretario general de la ONU, Antonio Guterres. Luego de advertir que las «respuestas individuales» de los países «serán insuficientes», convocó a reunir y movilizar 1.900 millones para asistir a los pueblos más vulnerables. El plan lanzado por la Agencia de Naciones Unidas (ONU) incluye a 51 países de Sudamérica, Africa, Medio Oriente y Asia, y se desarrollará mediante las agencias ONU y organizaciones no gubernamentales.
Su objetivo es «distribuir equipamiento esencial de laboratorio para diagnosticar el virus y suministros médicos para tratar pacientes, instalar puntos de lavado en asentamientos, y desarrollar campañas de información pública para protegerse y proteger a otros del virus. También se establecerán puentes aéreos y centros en Africa, Asia y América Latina para trasladar personal sanitario y suministros adonde sea más necesario. «Debemos ayudar a los más vulnerables entre los vulnerables, millones de personas que tienen menor capacidad de protegerse». Para el titular de la ONU, ayudar va los más débiles «es una cuestión de solidaridad humana básica y resulta crucial para combatir el virus».
Hasta ayer había 2.405 contagiados, 65 muertos y 180 recuperados en Africa, donde el virus afecta a 44 de sus 55 países. El más infectado es Sudáfrica, con 709 casos, seguido por Egipto (402) y Argelia (264). La ONU también advierte que el virus está llegando «a zonas de conflicto bélico, con dificultades para acceder al agua y jabón, y sin garantías de condiciones sanitarias básicas para quienes se enfremen».

 

Rebeliones políticas.
El avance del coronavirus no sólo amenaza alcanzar medio millón de contagios. También castiga a presidentes que estaban bien consolidados, como Donald Trump y Jair Bolsonaro, quienes sufren rebeliones internas de gobernadores y alcaldes, por sus políticas pasivas ante la pandemia. Al menos, el magnate norteamericano recibió una buena noticia: dio negativo por coronavirus, igual que la canciller alemana Ángela Merkel. Diferente fue la suerte de Carmen Calvo, vicepresidenta primera del Gobierno español, que dio positivo tras ser internada el domingo, en Madrid, con una infección respiratoria. Desde el gobierno informaron que evoluciona «favorablemente».
Trump tuvo que apelar al test porque recientemente estuvo con una delegación de funcionarios brasileños que luego dieron positivo. Lo que no podrá eliminar con una simple prueba es el conflicto con gobernadores y alcaldes, propios y opositores, que cuestionan su capacidad para enfrentar la infección. «Estoy trabajando muy duro», respondió ante las críticas por la situación de Nueva York, transformada en «zona cero» del brote, con más de 30.000 contagios y 285 muertos.
Vía Twitter, Trump afirmó que trabaja junto al gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, para la construcción de «cuatro nuevos centros médicos y cuatro hospitales» y repudió las «noticias falsas» de que no ayudaría a Nueva York porque Cuomo es demócrata. «¡Acabo de enviar 4.000 respiradores artificiales!», anunció.
También en Brasil los 27 gobernadores comenzaron a decidir el rumbo político del país, en abierto conflicto con Bolsonaro, que sigue negándose a decretar restricciones de circulación y actividad económica. Todos los gobernadores se reunieron ayer «dada la gravedad de la situación y el comportamiento del presidente de la República», explicó el gobernador de San Pablo, Joao Doria.
Dos aliados clave de Bolsonaro, gobernadores de Goiás, Rolando Caiado, y Santa Catarina, Carlos Moisés Da Silva, quitaron su apoyo al presidente.

 


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