Todos miran hacia América

Repentinamente, Corea del Sur tuvo que frenar su esquema de desconfinamiento frente a un sorpresivo aumento de contagios. Seúl reportó un rebrote con 34 nuevos casos, la cifra diaria más alta desde el 9 de abril, y se determinó que fue causado por un foco en una zona de bares y clubes noctunos. El Centro para Control y Prevención de Enfermedades Infecciosas informó que de las 34 infecciones, ocho son importadas, y 26 contagios comunitarios, casi todos procedentes de clubes y bares del barrio de Itaewon, que volvieron a ser cerrados.

Alivio en Europa.
Aunque Rusia superó los 200.000 casos, duplicando la cifra de contagios en 10 días y sumando casi 2.000 muertos, Europa muestra los primeros síntomas de alivio. España, Italia, Alemania, Francia y Reino Unido iniciaron nuevas fases de desconfinamiento, con cautela y aumentando los testeos para prevenir rebrotes.
Alemania dio un alerta al constatar que la cifra de contagios causados por una persona infectada volvió a subir por encima de 1, tras haberse retraído hasta 0,65, un dato que causó alarma, a poco de reabrir los principales museos del país.
En Reino Unido hubo una virtual rebelión de Escocia, Gales e Irlanda del Norte, eligieron mantener el aislamiento y no empezar el proceso gradual propuesto por Londres. El premier Boris Johnson autorizó el regreso al trabajo para quienes no puedan hacerlo desde casa y «salidas ilimitadas» para hacer deporte y tomar sol. Las muertes ascendieron ayer a 31.855, tras sumar 269 en 24 horas, el mayor número en Europa.
En cambio, Francia contó 70 fallecimientos, la cifra más baja desde el inicio de la cuarentena, cuya flexibilización progresiva comienza hoy. También Italia muestra perspectivas alentadoras luego de que Giuseppe Conte anunciara que tendrán un verano sin cuarentena y podrán ir a la playa, a la montaña y circular por sus ciudades. El primer ministro evalúa adelantar 15 días la reapertura de bares y restaurantes.

América.
Parece que la pandemia deja atrás Europa, que mantiene sus sistemas alerta, para instalarse con fuerza en América, donde el pico de contagios todavía no ha llegado y las estadísticas dependen de las medidas adoptadas por sus gobiernos. El foco latinoamericano está en Brasil, con 11.123 muertos (496 ayer) y 162.699 infectados por coronavirus. «Despertamos con una enorme dualidad de sentimientos, por un lado la alegría de un día tan especial como el Día de la Madre, y por otro la tristeza y sufrimiento de haber alcanzado la terrible marca de más de 10.000 muertes por Covid-19 en Brasil», twitteó el ministro de Salud, Nelson Teich. El presidente Jair Bolsonaro sigue restando importancia a la situación, y nunca hizo comentario alguno sobre la cifra de fallecimientos.
Ecuador, cuarto en contagios y tercero en fallecimientos del Cono Sur, llegó ayer a 2.127 muertes, al sumar los 410 casos del casillero «fallecidos probables», finalmente «confirmados».

USA, primero.
Estados Unidos se mantiene como mayor foco del mundo, con 1.326.138 infectados y 79.384, según la Universidad Johns Hopkins. El estado de Nueva York, centro mundial de la pandemia con 26.612 muertos, registró ayer 521 nuevas internaciones, la cifra más baja desde el 20 de marzo, cuando se iniciaron las restricciones.
Mientras tanto, en la Casa Blanca el virus se propaga cada vez más cerca del presidente: el jueves dio positivo un asistente personal de Donald Trump, y el viernes Katie Miller, vocera del vicepresidente Mike Pence, y una asesora de Ivanka Trump. Como resultado, el principal epidemiólogo de Trump, Anthony Fauci guarda cuarentena «parcial»: trabaja desde su casa, pero asistirá a algunas reuniones protegido con mascarilla. Fauci (79 años) encabezó la lucha contra el HIV durante los ’90 y era el principal referente actual para muchos estadounidenses, que valoran sus consejos basados en evidencias científicas, frente a las teorías conspirativas de Trump. (Télam)