Continúan la búsqueda en San Luis

Nuevos operativos se realizaron ayer para continuar con la búsqueda de Guadalupe Lucero, la niña desaparecida hace una semana en el barrio 544 Viviendas, en la zona sur de la ciudad de San Luis. Durante las horas del día se rastrillaron 15 sectores, principalmente sobre Ruta 3 hacia el cerro El Lince (sureste), en la zona oeste de San Luis y en Potrero de los Funes.
Lucas Chacón, jefe de relaciones Policiales informó que se sumó la provincia de Santa Fe con tres binomios K9 para la búsqueda de personas. Desde las últimas horas del lunes de la semana pasada, se desplegaron diversos operativos policiales con la colaboración de profesionales y efectivos de todo el país. Sin embargo, pese a los esfuerzos, ninguna pista firme apareció, que permita abonar una hipótesis firme sobre su desaparición.
El domingo, la inteligencia policial volvió sobre sus pasos y se desplegaron nuevos operativos en la zona donde desapareció. Por la tarde, los rastreos se extendieron a Potrero de los Funes, un centro turístico distante unos 20 kilómetros de esta capital, que posee un lago en cuyas inmediaciones se realizaron rastrillajes.

Con una mujer.
La niña fue vista por última vez el lunes 14 de junio, cerca de las 19.30, mientras jugaba con otros niños y niñas durante el cumpleaños de su tía. Emma (3 años), prima de la Guadalupe, dijo que se había ido con una mujer de características físicas similares una de sus tías, que tiene 20 años. Y ésta es la principal hipótesis sobre la que se trabajan los investigadores.
El sábado, la mamá de Guadalupe, Yamila Cialone, concurrió al Poder Judicial porque el juez de Instrucción Penal N° 2, Ariel Parrillis dispuso una Cámara Gesell para niños y niñas que jugaban con Guadalupe el día de su desaparición.
Mientras tanto, el padre de la niña, Erik Lucero, solicitó ampliar su declaración testimonial para aportar un nuevo dato que le había llegado telefónicamente durante la mañana y que creó expectativas sobre la investigación. Junto a su abogado, Hector Zabala, informaron sobre «un dato, como otros que se habían aportado a la causa» pero pretendían que constara en «el expediente» porque durante la investigación «algunos aportes que habían realizado no habían sido chequeados por la policía».
Agregó que fue «un dato recibido en las primeras horas de la mañana que luego se intentó corroborar con la persona que llamó y, al no encontrarla en su domicilio, se decidió que conste en la causa». Por eso volvieron a ordenar nuevos rastrillajes en el lugar donde desapareció la niña.

Alerta Sofía.
El miércoles arribó a San Luis personal del Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y Extraviadas (Sifebu), dependiente del Ministerio de Seguridad, para trabajar con la policía puntana, se activó el denominado «Alerta Sofia» y se fijó una recompensa de dos millones de pesos para quien aporte datos certeros sobre el paradero de la niña. También se incluyó la hipótesis de trata de personas en la búsqueda, pero nada dio resultado hasta ahora.
A medida que pasaron los días, bomberos de cuarteles de San Luis, Mendoza, Córdoba, San Juan y La Pampa se unieron a la búsqueda que coordina la Policía de San Luis, con su canes y un sistema de drones para «peinar» los territorios de búsqueda.
Los operativos involucran a más de 400 policías e incluyeron varios allanamientos en barrios de la , mientras se controlan los pasos fronterizos, aunque los abogados de la familia afectada la consideraron «una medida tardía» porque la niña despareció en un barrio aledaño a la Autopista de la Serranías Puntanas.
La búsqueda cambió también la fisonomía habitual de San Luis, signada ahora con presencia policial permanente y múltiples allanamientos, en el centro como y en barrios periféricos.