Jueves 28 de marzo 2024

Cuatro personas de entre 84 y 91 años terminaron la escuela primaria

Redacción 15/12/2019 - 12.01.hs

La Escuela Nº 105 "Pedro Matozo" de Santa Ana, localidad ubicada a 15 kilómetros de la ciudad de Corrientes, tuvo en este fin de año el egreso de cuatro estudiantes particulares.

 



Lo curioso, y muy ejemplificador, es que estas personas tienen entre 84 y 91 años de edad. Debido a que tuvieron que trabajar en el campo desde muy temprana edad, nunca tuvieron la oportunidad de dedicarse al estudio y decidieron hacerlo de grandes, informó el sitio Impacto Corrientes.

 



Los protagonistas pertenecen al Club de Abuelo "Ana y Joaquín", cuya coordinadora, Daniela Vendler, indicó que "recorrieron el camino con mucho sacrificio durante tres años para ir todas las semanas con frío, calor y lluvia a estudiar".

 



Los alumnos, de 84, 85, 86 y 91 años lograron cumplir con su objetivo de terminar la escolaridad primaria en el marco del Plan de Finalización de Estudios Primarios y Secundarios (FinES), que es implementado desde el año 2008 en todas las jurisdicciones del país.

 



"Tienen la energía, la vitalidad y las ganas de superarse y aprender día a día. Son ejemplo de fortaleza, que nos dejan un legado y una enseñanza única: la de que no hay edad para cumplir sueños, que no hay edad para seguir aprendiendo", agregó Vendler.

 





El portal Infobae entrevistó a la coordinadora del Club de Abuelos, quien fue la encargada de acompañar el trayecto educativo para que Jesús Méndez, de 91 años, Olga Cuellar (84), Justa Gauna (85) y Hermelinda González (86) pudieran finalizar la escuela primaria.

 



"Lo que noté que les llamaba la atención fue empezar a conocer las letras y la alegría que les generaba reconocerlas cuando las veían en la tele o en el almacén y las iban uniendo. También se emocionaban cuando empezaron a sumar y restar porque lo aplicaban en lo cotidiano. Al principio les costó unir las palabras y leerlas, pero la maestra fue muy amorosa con ellos, tuvo mucha paciencia, como a los niños, y los ayudó hasta que pudieron hacerlo. Cuando empezaron a leer, en segundo año, pedían libros porque querían practicar y leer todo el tiempo", contó Vendler.

 





Fotos: impactocorrientes.com

 


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