Jueves 11 de abril 2024

Detuvieron a uno de los acusados por el secuestro de Rodolfo Walsh

Redaccion 12/05/2020 - 22.11.hs

Uno de los represores de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) que participaron del secuestro de Rodolfo Walsh fue detenido en Río de Janeiro para ser extraditado a la Argentina y rendir cuentas por los crímenes en el campo de concentración de Avenida del Libertador.
Según consignó El Cohete a la Luna, se trata del ex prefecto Gonzalo Sánchez, conocido en el centro clandestino como «Chispa» u «Omar», que está prófugo para la justicia argentina desde 2005 y que se fugó en Brasil antes de que el Supremo Tribunal Federal confirmara en 2019 que debía ser extraditado. En Tribunales estiman que Sánchez podría estar en Buenos Aires esta misma semana.
La novedad llegó a la Cancillería en la tarde del lunes y más tarde le fue informada al juez Rodolfo Canicoba Corral, que está a cargo de la megacausa ESMA desde que Sergio Torres renunció para irse a la Suprema Corte bonaerense. A Sánchez, de 68 años, lo buscan por más de 900 hechos.
El artículo, escrito por Luciana Bertoia, indica que «Sánchez declaró una única vez y fue ante los tribunales militares en 1986. Desde entonces, logró esquivar siempre a la justicia. En 2003, al menos, se presentó y designó defensor en el expediente. Se trataba de Gonzalo Torres de Tolosa, más conocido como el Teniente Vaca en la mazmorra y que, a diferencia de Chispa, terminó condenado a perpetua en 2017».
El represor era buscado desde 2005 y en 2009 el juez Torres ordenó su captura internacional. La policía brasileña lo encontró en Angra Dos Reis, al sur de Río de Janeiro, en 2013, donde se había reciclado como arquitecto naval en un importante astillero.

 

Asilo rechazado.
Sánchez había pedido asilo político en Brasil pero se lo habían rechazado. Estuvo un tiempo esperando el juicio de extradición en prisión domiciliaria hasta que se escapó. De todas maneras, la decisión del Supremo llegó el año pasado cuando Sánchez ya estaba fugado.
En la tarde del lunes, le comunicaron a la Cancillería -que dirige Felipe Solá y que la semana pasada logró que Francia retirara una condecoración a otro represor de la ESMA, Ricardo Cavallo- que estaba en pleno trámite la extradición de Sánchez.
En la ESMA, Sánchez integraba la rama operativa del grupo de tareas, es decir, se dedicaba a secuestrar y sobrevivientes como Miguel Ángel Lauletta lo ubican como uno de los represores que emboscó al periodista Rodolfo Walsh en San Juan y Entre Ríos mientras repartía su carta a la Junta Militar el 25 de marzo de 1977.
«Chispa», según narra la nota de El Cohete, fue un integrante activo del grupo de tareas de la ESMA. El 12 de septiembre de 1978, tres días antes de pasar a retiro, Emilio Eduardo Massera armó una ceremonia para rendir homenaje a sus mejores hombres. Chispa se llevó una medalla al «Heroico Valor en Combate».

 

El apodo.
El sobrenombre de «Chispa» fue uno de los primeros en surgir vinculado a los vuelos de la muerte. Lo mencionó el militante Horacio Maggio, el ‘Nariz’, en las cartas que envió después de fugarse de la ESMA. Concretamente, sostuvo que Chispa había explicado a otro detenido cómo se habían ido modificando las formas de exterminio dentro de ese campo de concentración. Relató que primero colocaban a los secuestrados en un auto y lo incendiaban; que después los ahorcaban dentro de la ESMA y los tiraban al mar y, por último, que les colaban un somnífero, los ubicaban en una lona y los subían a un avión.
Graciela Daleo también recordó en sus testimonios que Sánchez se había referido a ese método primitivo de aniquilamiento. «Nos dijo los habían ahorcado a Edgardo Moyano y a Ana María Ponce en el sector Dorado en la planta baja del Casino de Oficiales», relató. Alicia Milia de Pirles lo recordó también a Sánchez hablando del final de Loli Ponce y de Moyano.
A Graciela García Romero, fue el propio Chispa quien, una vez cuando la llevaba a su casa estando en libertad vigilada, le relató que los vuelos eran la forma de desaparecer a los secuestrados.
Tanto García como Susana Ramus situaron a Sánchez como uno de los responsables de las quintas, que funcionaban como satélites de la ESMA. Graciela García dijo que allí «Chispa» les daba clases de barcos. Su pasión y lo que siguió haciendo hasta hace poco tiempo en Brasil.
«Chispa» tendrá finalmente tiempo para hablar ante la Justicia argentina.

 

Domiciliarias rechazadas
Desde que se declaró la pandemia de Covid-19 y desde el dictado del decreto DNU 260/20 por parte del Poder Ejecutivo Nacional, se han recibido solicitudes de arresto domiciliario o excarcelaciones en causas por delitos de lesa humanidad.
Ante esto, la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad (PCCH) realizó un relevamiento estadístico a partir de la información aportada por las fiscalías que integran el organismo. En ese marco, informó que «las solicitudes presentadas desde marzo fueron en total 177, formuladas por parte de 137 imputados y condenados en causas de lesa humanidad en las distintas jurisdicciones del país».
«La diferencia entre el número de pedidos y la cantidad de personas está dada porque en algunos casos un imputado/condenado tiene más de un expediente y/o ha realizado más de una petición», precisaron.
De las 177 solicitudes, 127 han sido denegadas, lo que representa el 72 por ciento. En tanto, se le ha concedido el arresto domiciliario o excarcelación al 19% (34 casos). «Por otra parte, existe un 9% (16) que no han sido resueltos aun y se encuentran en trámite», precisó el informe.
Finalmente, las estadísticas indicaron que «del total de las solicitudes que han sido otorgadas se encuentra que: 25 concedieron el beneficio de arresto domiciliario efectivo, ocho concedieron un arresto domiciliario provisorio -que no se hace efectivo ya que el solicitante se encuentra imputado en otra causa donde interesa su detención- y, por último, una concede la excarcelación».

 

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