Domingo 21 de abril 2024

En un año cerraron unas 1328 fábricas

Redacción 27/01/2019 - 23.07.hs

Un reguero de fábricas ocupadas y acampes de trabajadores en las puertas se están dando por estos días a lo largo y ancho del país con epicentro en el conurbano bonaerense.
La textil Sportech, ubicada en el Partido de San Martín, se encuentra ocupada luego de que sus dueños, que producen para marcas como Nike, Puma y Adidas, decidieran otorgar vacaciones obligatorias a todo el personal sin haber pagado el sueldo de diciembre ni el aguinaldo, ni el bono de fin de año. Los 120 trabajadores temen que las licencias sean la excusa para que los empresarios vacíen el establecimiento y desaparezcan.
Por su parte, la aceitera de capitales chinos Cofco, ex Nidera, anunció días atrás el cierre de la planta que tiene emplazada en Valentín Alsina y el despido de sus 200 trabajadores que acampan en las puertas de la planta para tratar de impedirlo. Cofco, la segunda productora de alimentos a escala mundial, anunció que buscará especializarse en la exportación de granos, dejando de lado la agregación de valor a través de su manufactura y conversión a aceite.
Asimismo, la fábrica de motores para maquinaria agrícola Deutz anunció el cierre paulatino de sus plantas ubicadas en las localidades de Haedo y General Rodríguez. La primera cerrará a fin de enero, dejando 70 operarios en la calle y la segunda en mayo, aunque sus 120 trabajadores se encuentran suspendidos hace ya varios meses y la planta está parada. La compañía alemana llegó al país hace 134 años.

 

Otros casos.
La textil Color Pool cerró sus puertas en forma intempestiva el 3 de enero, dejando librados a su suerte a los 72 trabajadores que se reparten entre su planta en Pilar y las oficinas administrativas en el barrio porteño de La Paternal. La UOM denunció que la planta que la empresa Zanella tiene en Mar del Plata va camino al cierre y que está pagando el 55% del salario a sus trabajadores. La fábrica de galletitas Emery también adeuda salarios y aguinaldo a sus 120 trabajadores y los empleados denuncian que están despidiendo sin indemnización a trabajadores con 22 años de antigüedad para forzar un cierre.
La gráfica Interpack se encuentra en conflicto con un acampe en la puerta desde hace más de un mes y sus delegados denuncian que los once despidos que desataron el conflicto son la antesala de una vaciamiento provocado con el propósito de redirigir la producción a otras plantas situadas en Brasil y Chile. Pilkinton, multinacional del vidrio, atraviesa un conflicto por despidos antisindicales.
Estos son apenas algunos casos recientes de un proceso que se ha venido profundizando en el último año al calor de la política de apertura comercial, la devaluación, la recesión, la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores y la consecuente caída del consumo y el mercado interno.

 

Datos oficiales
Según los informes del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) que publica la Administración Federal de Ingresos Públicos, al mes de octubre de este año (último dato disponible) existían en la Argentina 559.244 empleadores registrados (empresas), de los cuales 53.405 corresponden a la industria manufacturera. Un año antes, en octubre de 2017, las industrias manufactureras registradas eran 54.733. En apenas un año, cerraron 1328 firmas industriales que se suman a las 822 que cesaron de operar durante el año anterior y las 721 que lo hicieron entre octubre de 2015 y el mismo mes de 2016. Desde que asumió el gobierno actual y sólo hasta octubre de 2018 (los casos mencionados al principio de esta nota no forman parte de ese registro), se contabiliza el cierre en forma neta de 2871 firmas industriales.
Las más de 1300 firmas industriales que cerraron en un solo año forman parte de las 6951 empresas que tramitaron su baja en la AFIP en el mismo período.
El número, sin embargo, no llega a registrar la magnitud del fenómeno, puesto que sólo incluye aquellas compañías que hayan dejado de operar y no aquellas que, en el contexto de una política de achique, pudieran haber cerrado un establecimiento para derivar su producción a otros.
De hecho, mientras que esos cierres equivalen al 2,43 por ciento de las firmas existentes, cuando se analizan los puestos de trabajo del mismo segmento, la reducción se eleva hasta un 3,04 por ciento del total.
Para encontrar un año con un cierre de empresas de magnitud semejante hay que recalar en 2014 cuando, al igual que en 2018, se produjo una fuerte devaluación de la moneda nacional que, a su turno, redundó en una caída del Producto Bruto Interno (PBI) del 2,5 por ciento. (Tiempo Argentino)

 

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