Jueves 11 de abril 2024

Procesaron a tres productores

Redacción 06/11/2019 - 00.16.hs

La lucha de Sabrina Ortiz, una vecina que en 2011 sufrió un aborto espontáneo horas después de que un avión fumigara con agroquímicos encima de su casa en Pergamino -y que para llevar adelante la denuncia contra los responsables decidió estudiar Derecho-, dio un paso trascendental los últimos días: tres de los cuatro productores acusados por ella fueron procesados por la Justicia federal.
El juez de San Nicolás Carlos Villafuerte Ruzo procesó a los empresarios agropecuarios Fernando E. Cortese, Mario R. Roces y Vi´ctor H. Tiribo por el delito de contaminación del ambiente de un modo peligroso para la salud, mediante la utilización de residuos calificados peligrosos en forma continuada al menos desde 2011 en adelante.
De ser hallados culpables, los productores rurales podrían recibir una pena de entre tres y 10 años de prisión por envenenar, adulterar o contaminar "de un modo peligroso para la salud, el suelo, el agua, la atmósfera o el ambiente en general", según dicta el Código Penal.
Además, el magistrado decretó un embargo de $ 3.000.000 para cada uno de ellos, que seguirán en libertad, si no ocurre un cambio brusco en la causa, al menos hasta el final del juicio.
En el fallo donde dictó el procesamiento, Villafuerte Ruzo hizo foco en la cuestión humana, en una zona donde abundan los casos de cáncer, tiroides, asma y enfermedades de la piel. "Los elementos utilizados por los imputados, además de estar contenidos en la legislación que establece el régimen para los desechos peligrosos, poseen entidad suficiente para provocar un daño a la salud de las personas", remarcó.
El magistrado destacó que, lejos de no saber lo que hacían, los imputados conocían "las acciones desplegadas, con total y absoluto dominio de los hechos, así como también la voluntad de sostener cada uno de estos elementos en la continuidad de las acciones delictuales". Es decir que, para el juez, los productores sabían que podían afectar a los vecinos de los barrios linderos y no les importó.

 

Casos.
Ortiz estaba embarazada y todavía habitaba, allá por 2011, su casa familiar en el barrio Villa Alicia, en la periferia de Pergamino. La vivienda estaba separada del campo de Mario Roces por apenas una calle y todos allí se habían acostumbrado al malestar posterior a las fumigaciones que realizaban los aviones (literalmente) por el techo de sus casas: vómitos, diarrea o irritaciones en la piel. Una tarde de aquel año, tras una fumigación, sufrió un aborto espontáneo y activó la lucha contra la impunidad de sus vecinos poderosos.
Siete años después, cuando terminó la carrera de Derecho, Sabrina denunció a cuatro productores que rodeaban los barrios de Villa Alicia, Luar Kayard y La Guarida. La causa avanzó y en el camino de la búsqueda de Justicia ella supo que por su organismo, el de su esposo y los de sus dos hijos corrían agroquímicos tóxicos como el glifosato, a niveles 100 veces superiores que los de personas no expuestas. Además, se detectaron en sangre los herbicidas y plaguicidas atrazina (prohibido en Europa), metolaclor, acetoclor (prohibido en Europa), 2,4D, tebuconazole y clorpirifos.
La doctora en Ciencias Biológicas Delia Aiassa, confirmó que tanto Ortiz como su esposo Sergio Barbieri y sus hijos Ciro y Fiamma padecen un "daño genético" en sus células producto del contacto permanente con estos productos.
"Estas sustancias se encontraron en algunos tanques domiciliarios de agua muestreados de los barrios Villa Alicia, La Guarida y Luar Kayad, debiéndose tener en cuenta que esas viviendas poseen pozos propios y algunos cuentan con tanques sin tapa entre otras características que muestra una comunidad vulnerable para enfrentar cualquier problemática ambiental", escribió Villafuerte Ruzo.
La hija de Ortiz, que actualmente tiene 18 años, ya pasó por cuatro operaciones para sacarle quistes de los huesos, producto del contacto con los agroquímicos. Su hijo hace linfoproliferación, le hacen quimioterapia, tiene sangrado en orina y hace síntomas de enfermedades sobre las que no tiene diagnóstico.

 

Agua.
La causa por la contaminación en Pergamino tiene diversos puntos de tensión. Uno importante es sobre la calidad del agua. Un estudio del INTA Balcarce determinó que la de Pergamino no es apta para el consumo humano, pero la Autoridad del Agua (ADA) del gobierno de la Provincia de Buenos Aires respondió lo contrario. Los análisis realizados en abril mostraron que en el agua del barrio Villa Alicia hay 18 agroquímicos con alto contenido tóxico.
Hombres, mujeres y niños beben y usan esa agua de pozo para cocinar o bañarse, infectada por herbicidas y plaguicidas que, al mezclarse, forman un cóctel aún más peligroso: su potencia se estudia actualmente y preocupa a los médicos. Las pruebas fueron hechas por la científica Virginia Aparicio, del INTA Balcarce, e indican que en el agua que se consume en las casas del barrio hay glifosato, atrazina, imidacloprid, acetoclor, clorpirifos y 2.4D, entre otros.
Esas sustancias están en los cuerpos de sus consumidores. En esos barrios, casi todos los adultos y los niños padecen diferentes patologías asociadas con este drama: asma, problemas en la piel, tiroides, cáncer, que incluso provocó muertes en adultos y en mayores. (Infobae.com)

 


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