Jueves 18 de abril 2024

«Tiene que haber educación sexual»

Redaccion 22/02/2020 - 21.56.hs

«Ninguna víctima de abuso tiene que tener un hijo sin consentimiento, no tiene por qué pasar por una odisea judicial como yo», dijo la joven cuyo caso generó el histórico caso FAL de la Corte Suprema que determinó que las mujeres violadas embarazadas pueden acceder a un aborto no punible, en la primera entrevista que brinda a un medio. La joven no quiere que se publique su nombre, por lo que será identificada como AG.
AG tenía 15 años en 2010 cuando quedó embarazada producto de las violaciones que sufría desde los 11 por parte de su padrastro, Orlando Nahuelmir, oficial de la policía de Chubut. Su mamá, a pedido de ella, solicitó un aborto en el hospital de Comodoro Rivadavia «porque no podía tomar otra decisión», afirmó la joven. «Yo era una nena. No era algo que yo quería, que busqué o provoqué», remarcó AG, pero las autoridades del centro de salud, ante su caso, recurrieron a la justicia.
Al ser menor de edad fue su mamá, Aurora, con el patrocinio legal de Sandra Grilli, quien se puso a la par de su hija para acceder al derecho.

 

Proceso judicial.
El reclamo fue rechazado en primera y segunda instancia por la Justicia de Chubut y recién cuando el Tribunal Superior provincial encuadró el caso como uno de los supuestos de aborto no punible del artículo 86 del Código Penal, se realizó la práctica. Ese artículo establece que los abortos no son punibles «si existe un peligro para la vida o la salud de la madre o si el embarazo proviene de una violación o de un atentado al pudor cometido sobre una mujer idiota o demente». Pero un funcionario judicial de la provincia recurrió la sentencia para que no sentara precedentes en el país.
Así llegó a la Corte Suprema de Justicia y se convirtió en un fallo histórico en 2012, ya que el máximo tribunal determinó que cualquier mujer puede acceder a un aborto no punible en caso de que el embarazo sea producto de una violación, sin importar su salud mental. «Cuando escucho hablar del caso FAL tengo sentimientos encontrados, porque cuando me pasó a mi no se podía acceder al aborto si eras víctima de violación, sin pasar por la justicia. Y ahora pasa lo mismo, todavía se les niega a muchas niñas, a mujeres», afirmó AG. «Tiene que haber educación sexual, acceso a información y a anticonceptivos», resaltó.

 

Miedo.
Nahuelmir fue condenado el 4 de julio de 2011 a la pena de 8 años de prisión por «ser penalmente responsable del delito de estupro agravado por ser cometido contra una menor de 18 años, aprovechando la situación de convivencia preexistente».
El violador ya está libre «porque le dieron re pocos años. ¡Con todo el daño que me causó a mi y mi familia! Tengo angustia y bronca, porque no piensan en que puede volver a dañar a otras niñas», afirmó la víctima. AG decidió no volver a recurrir a la Justicia: «Sería abrir otra puerta y no estoy preparada para eso».

 

Salir de la depresión.
AG encontró en la escritura una terapia: «Quiero publicar un libro, ya escribí mucho. Es un relato fuerte sobre todo lo que le pasa a una niña abusada, sobre cómo se logra salir de la depresión, sobre la importancia de las personas que estuvieron a mi lado. Y quiero agregar ahora mi experiencia como sobreviviente de violencia», afirmó.
En un momento clave en Argentina, cuando se espera un nuevo debate parlamentario para que se sancione la ley de aborto legal, la voz de AG se vuelve imprescindible. «No puedo pedirle a diputados y senadores que sientan lo que pasa a una niña violada embarazada. Pero sí pueden ponerse en el lugar de padres, madres, abuelos. ¿Que harían si sus hijas o nietas pasaran por eso? Quizás así puedan tomar conciencia de lo importante que es su decisión», dice.
AG tiene 25 años, trabaja y va a comenzar a estudiar el profesorado en Educación Física. «Se puede salir y necesitamos no estar solas», es la frase que elige para cerrar la entrevista. (Télam)

 

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