«Un endeudamiento tóxico»
El presidente Alberto Fernández calificó ayer de «tóxico» al préstamo otorgado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) a la Argentina durante el gobierno de Mauricio Macri y sostuvo que esa administración cometió un «deudicidio» en el país, al tiempo que volvió a reivindicar la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas.
Al hablar de manera virtual ante la 76º Asamblea General Ordinaria de la ONU, Fernández sostuvo que el país fue «sometido» a un «endeudamiento tóxico e irresponsable» con el FMI que implicó un «deudicidio».
El mandatario expuso que «los recursos aprobados por el FMI a la Argentina en esta deuda insostenible fueron de 57 mil millones de dólares, el equivalente a todo lo que el organismo desembolsó en los años de la pandemia con destino a 85 países del mundo».»Gran parte de esos recursos han sido fugados del país por una apertura irresponsable de la cuenta de capital», dijo, y consideró que «resulta clave rescatar los principios de sostenibilidad de la deuda que se han debatido y acordado en la ONU en aquella resolución 69/319 de 2015».
«No hay ninguna racionalidad técnica, ni lógica ética, ni sensibilidad política que pueda justificar semejante aberración», consideró Fernández.
Al respecto, el mandatario sostuvo que el Gobierno argentino «apoya la idea de impulsar un acuerdo multilateral inclusivo, capaz de abordar de manera acabada las cuestiones referidas a la restructuración de las deudas soberanas».
En esa línea, evaluó que «la prórroga de la iniciativa de suspensión de servicios de deuda promovida por el G20 es provisoria e insuficiente» porque «no aborda a fondo la cuestión sobre el alivio y la reestructuración de la insostenibilidad de las deudas».
Para Fernández, «la falta de un marco multilateral para la reestructuración de la deuda de los países de renta media sigue siendo un vacío importante dentro de la gobernanza financiera internacional», por lo que el Gobierno alienta la «ampliación de un nuevo marco común para el tratamiento de las deudas del G20 a países de ingresos medios con vulnerabilidades».
En ese sentido denunció que «América Latina y el Caribe destinan un 57% de sus exportaciones al pago de servicios de la deuda externa» y expuso la necesidad de establecer «un marco multilateral para la restructuración de la deuda de los países de renta media».
Violencia.
Señaló que «la crisis originada por la Covid-19 es también una crisis de derechos humanos» porque «la pandemia ha agudizado la violencia contra las mujeres y la estigmatización contra los inmigrantes, minorías étnicas, personas LGBTIQ+ y los pueblos indígenas», entre otros colectivos.
En esa línea, repasó algunas de las medidas que el Gobierno a su cargo impulsó para garantizar la adquisición de derechos de las mujeres, diversidades y personas LGBTIQ+, que requieren «un nuevo comienzo en favor de sociedades más justas, inclusivas e igualitarias».
Malvinas.
Asimismo, reiteró el reclamo de la Argentina por «sus derechos de soberanía legítimos e imprescriptibles, sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes que integran parte del territorio nacional argentino, ocupados ilegalmente por el Reino Unido desde hace más de 188 años».
El Presidente remarcó que «no existe ninguna razón salvo la intención del Reino Unido de mantener la manifiesta e ilegítima situación colonial para que no se retome el diálogo bilateral ya mismo por la cuestión Malvinas» y recordó que el pedido de la resolución 2065 de la ONU de 1965 «se han mantenido vigente y renovado múltiples ocasiones».
Y manifestó que el Reino Unido desoyó «el llamado a reanudar las negociaciones respecto a disputa territorial, agravado por el ilegal y unilateral uso de los recursos renovables y no renovables y la injustificada y desmedida presencia militar en las islas, para traer tensión en una zona de paz y cooperación internacional».(Télam)
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