Sabado 04 de mayo 2024

Autoconvocados que culpan de lo que es culpa de ellos

Redacción 11/04/2024 - 00.29.hs

Señor Director: Confieso que, aunque trato y estoy avanzando, la realidad que implica vivir bajo los efectos de esta libertad que propone el presidente Javier Milei me sigue sorprendiendo. Cuando uno creía que, con unos cuantos almanaques encima, la capacidad de asombro se estaba agotando, otra vez debemos admitir que la realidad supera a la ficción.

 

Aunque pensando el tema con algo más de detenimiento, algunos hechos no tendrían que dejarnos con la boca tan abierta. Esto lo he estado experimentando en los últimos días, siempre a propósito de esa costumbre de leer los diarios, algo que vemos que está cayendo cada vez más en desuso. Con los peligros que ello implica. Mafalda diría, más o menos, que es mejor leer que tener que manejarse con lo que otros le dicen.

 

Arden por dentro los dos partidos mayoritarios en La Pampa. La vieja UCR -lo digo sólo basándome en la fecha de fundación- todavía no sabe bien dónde ponerse bajo la sombrilla que tiene Milei en sus manos, aunque por el pago chico ejerce una exigente oposición cuestionando a un gobierno provincial que hace cintura para esquivar los mandobles del presidente y busca, como ya hemos mencionado, sacar partido de esa situación pensando en una contienda electoral pampeana muy lejana en el tiempo.

 

Ofensiva.

 

En el oficialismo, el gobernador no sólo debe afrontar el ajuste y la ofensiva libertaria, sino que también ha tenido -tiene- que lidiar con los enemigos internos. Ubicados muy cerca del principal despacho de Casa de Gobierno, y siguiendo las instrucciones que llegan desde los suburbios de General Pico, condicionan y atacan al gobernador, que -juran- ha mostrado estos días signos de enojo que muy pocos le conocían.

 

Pero quiero poner énfasis en lo que viene acaeciendo desde hace unos días en General Pico donde un grupo de “autoconvocados” comerciantes de la ciudad han iniciado una ofensiva ya típica del estilo que impone el presidente Javier Milei. El ataque sin miramientos en busca de réditos políticos, sin argumentos verdaderos y sólidos, pasando por arriba de instituciones y de la propia Constitución Nacional.

 

Si el presidente Milei culpó a los medios por las insólitas -por llamarlas de alguna manera- opiniones de “Bertie” Benegas Lynch sobre la educación; si el propio presidente estuvo de acuerdo con su ahora íntimo amigo diputado Espert en llamar a no pagar impuestos en la provincia de Buenos Aires, ¿por qué sus pretendidos adláteres en General Pico no harían lo mismo?

 

No hace falta demasiada perspicacia periodística para, muy rápidamente, saber cómo viene la mano con la protesta de los “comerciantes” piquenses, que no sólo no quieren pagar las tarifas de energía que fijó Milei, sino que ahora pretenden reemplazar al consejo de administración de Corpico y que el municipio dé marcha atrás con los ajustes tarifarios de servicios públicos que el CD ha dispuesto.

 

En otras palabras, un llamado liso y llano a la desobediencia fiscal y una movida para intentar tomar el control de una entidad intermedia como la cooperativa que, naturalmente, no podrán lograr por el camino de la legalidad.

 

Y como todos nos conocemos en estos pagos chicos, rápidamente sus propias acciones los exponen y desnudan frente al resto de la sociedad.

 

Grupo minoritario.

 

Las crónicas con sus fotos muestran lo minoritario del grupo. Que por lo menos no tendrá problemas con Patricia Bullrich: no les alcanza el número para ocupar la calle y convocar la puesta en marcha del protocolo de la camaleónica ministra que todavía tiene tiempo para decidir si sigue de amarillo o se muda a LLA.

 

Corpico ilustró a todos los sectores sobre lo que se vino, más allá de los lamentos y porque no es difícil de entender, institucional e individualmente: comerciantes, industriales, clubes, etc., comprendieron la situación. Entre ellos, la cámara de comercio que ahora los “autoconvocados” desconocen, tanto como la cámara los desconoce a ellos.

 

La cooperativa, pudimos averiguar, tiene unos cuatro mil asociados de nivel comercial. Poco más de veinte fueron a protestar a su puerta y pedir que no les cobren impuestos. Recursos que la cooperativa no se queda para sí, es un simple agente recaudador.

 

El minúsculo grupo está vestido por las banderas de la libertad, esa que avanza sin importar lo que se interponga en el camino. Medios de comunicación, gremios, organismos oficiales, instituciones intermedias y la propia Constitución, nada les importa.

 

En Pico todos saben quiénes son, especialmente los que se arrogan la creación del grupo de autoconvocados. Los mismos que en las redes sociales se vanagloriaron orgullosamente, entre otras cosas, de haber fiscalizado elecciones a favor del león. En las últimas horas, luego de su última movida en contra de la institucionalidad de la cooperativa y del municipio y del llamado a la rebelión fiscal, las redes sociales le mostraron un amplio repudio.

 

Como muy bien lo expresa su diario en la portada, esto es parte del papel del periodismo. Es nuestro deber alertar a los desprevenidos que hay pampeanos que pretenden culpar a otros comprovincianos y a ejemplares instituciones de lo que es culpa de ellos. (R.S).

 

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