Capó al perro del vecino porque se alzó con su perra
Una inusual situación ocurrió en dos puestos cercanos a Algarrobo del Águila: una puestera hizo castrar al can de los vecinos, llamado Duky, porque estaba en celo con una perra de su propiedad. Hubo una denuncia, la Justicia la acusó de “maltrato animal” y deberá pagar los gastos del veterinario.
La novedad fue visualizada ayer desde el Ministerio Público Fiscal de Victorica. El hecho fue hace tiempo atrás en un sector rural ubicado entre las rutas provinciales 25 y 14, en un punto equidistante entre Algarrobo del Águila y La Humada.
De acuerdo a la información oficial, la dueña de un perro raza Border Collie macho denunció que otra mujer, quien vive en el puesto vecino, “mandó a castrar a cuchillo y sin los recaudos de higiene e intervención quirúrgica al perro porque estaba en celo con su perra”.
Según la fuente judicial, hubo una audiencia que se desarrolló a las 10 de la mañana del miércoles vía zoom. La misma fue presidida por el juez de Control Carlos Espínola, la fiscal María Nemesio y la defensora pública María Soledad Trímboli.
En esa instancia judicial, el magistrado de Control “hizo lugar al pedido de la Fiscalía y ahora la mujer que mandó a castrar al perro del puesto vecino, porque estaba en celo con su perra, deberá costear los gastos de veterinaria”.
La fiscal María Nemesio manifestó que “la reparación consistió en abonar los gastos del servicio médico veterinario por las heridas que sufrió el can al momento de la castración a cuchillo”.
El reclamo encabezado por Nemesio se basó en las disposiciones de la Ley 14.346 de Maltrato Animal, que considera actos de crueldad: 1° Practicar la vivisección con fines que no sean científicamente demostrables y en lugares o por personas que no estén debidamente autorizados para ello. 2° Mutilar cualquier parte del cuerpo de un animal, salvo que el acto tenga fines de mejoramiento, marcación o higiene de la respectiva especie animal o se realice por motivos de piedad. 3° Intervenir quirúrgicamente animales sin anestesia y sin poseer el título de médico o veterinario, con fines que no sean terapéuticos o de perfeccionamiento técnico operatorio, salvo el caso de urgencia debidamente comprobada.
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