Domingo 21 de abril 2024

El “efecto Milei” se siente en Monte

Redacción 09/01/2024 - 00.11.hs

Resulta evidente que las primeras medidas anunciadas por el gobierno de Javier Milei impactan en diversos sectores de la sociedad; y el del turismo no escapa a esa regla general. En algunas zonas de veraneo la merma de turistas resulta muy evidente, y se estima que en el balneario rionegrino Las Grutas –ante la debacle económica- se daría de baja la temporada el último día del mes de enero.

 

Monte Hermoso –destino elegido de manera frecuente por muchos pampeanos- también muestra signos de debilitamiento en cuanto a cantidad de turistas. Sus calles, habitualmente colmadas en estos meses del año, no muestran el nivel de actividad de otros anteriores.

 

Antes de la elección que consagró al libertario se observaba un panorama de incertidumbre que no daba pie para hacer cálculos acerca de lo que podía ser la temporada. Pero enseguida de su asunción algunos centros turísticos, que habían recibido una buena demanda, fueron viendo como las reservas no terminaban de confirmarse. Conocidas las primeras medidas del flamante gobierno se puede decir que la retracción fue inmediata.

 

Bahía devastada.

 

No obstante en lugares como Monte Hermoso todavía se albergaba alguna esperanza que podía ser un comienzo de año aceptable. El propio secretario de Turismo, Franco Gentili, había dicho que diciembre “fue bastante tranquilo”, y lo adjudicaba a distintos factores, entre los que estaba el temporal que afectó Bahía Blanca. A propósito, pasar desde nuestra provincia por la ciudad sureña rumbo al balneario -ubicado a 100 kilómetros (un poco más cerca está Pehuencó)- posibilita saber de la dimensión del azote terrible que sufrió la ciudad: añosos y enormes árboles arrancados de raíz como si fueran de papel, algún silo levantado por los aires para caer en medio de un campo; carteles y techos volados, y columnas de alumbrado en el piso, se ven por todos lados. Fue, sin dudas, un fenómeno extraordinario que, incluso, produjo víctimas fatales.

 

Tranquilo.

 

Una vez en Monte se puede observar que el ritmo de la ciudad –en cuanto a la circulación de automotores y de gente- es mucho menor al de otras temporadas.

 

Carteles ofreciendo alquileres de departamentos y viviendas se ven por toda la ciudad; y las calles que en esta época aparecían atestadas esta vez permiten circular sin problemas. Los comercios también sufren la caída, porque la gente se cuida de gastar y todos cuidan el peso.

 

Cabe decir sí que en cuanto a las comidas no se advierten precios excesivos, y en todo caso el santarroseño paga más o menos lo que cuesta salir a comer afuera en esta capital.

 

No obstante hay muestras del decaimiento. Un santarroseño que fue con su familia por el viernes, sábado y domingo, y que debía dejar el departamento que alquilaba, decidió que quería quedarse un par de días más. El sábado por la noche, al concurrir a una conocida heladería -ubicada en una esquina frente mismo a la plaza- que en la parte superior tiene un servicio de hotelería con seis habitaciones muy bien equipadas, se le ocurrió preguntar si podía haber alojamiento. “No hay problema. Nos quedan tres lugares”, fue la respuesta. Además, a un precio menor al que venía pagando en el departamento que debía dejar al día siguiente por la mañana. Todo un dato, porque en ese mismo lugar -aún llamando varias semanas antes para reservar-, lo habitual era no conseguir alojamiento.

 

A la baja.

 

Se puede señalar que –antes del balotaje- las expectativas eran grandes, y por cierto no fueron pocos los propietarios que ofrecían sus propiedades en dólares (se pagaba hasta 100 dólares). Por supuesto estuvieron los que -apresurándose para no quedarse sin lugar- pagaron lo que se les pedía por adelantado.

 

Pero después la realidad hizo que las reservas no estuvieran de acuerdo al nivel que se esperaba, y los precios empezaron a bajar para poder atraer a los turistas. Aunque obviamente nunca dejaron de ser “salados”.

 

Una propietaria dijo que alquilaba a 60 mil pesos por día si se trataba de cuatro personas para ocupar el departamento. Pero decidió cambiar: “Si son dos personas pido 30 mil; y si son tres 40 mil por día”.

 

Otra vecina ofrecía una casa para 4 ocupantes a 50 mil pesos por día; y otra con tres dormitorios hablaba de 100 mil pero ante la falta de interesados la puso a 70 mil. Ni así la pudo alquilar.

 

Menos visitantes.

 

Todo ese escenario generó una competencia para no perder la temporada, pero la situación resulta muy clara: hay menos turistas.

 

Fuentes oficiales hablan de una merma del 30% con respecto del año anterior. Una simple observación daría la pauta de que es mucho mayor.

 

Lo que sí aparece ahora como una nueva forma de hacer turismo es tomarse solo tres ó, a lo sumo, cuatro. Ya no se dan largas estadías de quincenas o semanas en el balneario.

 

Las autoridades de Monte Hermoso confían en que con el aumento de los combustibles los que salen de vacaciones tal vez decidan no hacer largas distancias, con lo que un “turismo de cercanía” podría darle alguna ventaja al balneario tan elegido por los pampeanos.

 

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