Viernes 26 de abril 2024

"El Estado debe sostener al periodismo", advirtió Adepa

Redacción 21/03/2024 - 00.03.hs

"La prensa y los medios que la vehiculizamos, somos una herramienta de la democracia moderna. Desde la propia concepción filosófica de la división de poderes, el periodismo fue llamado a cumplir un rol clave dentro del sistema de frenos y contrapesos, como representante de las distintas voces de la sociedad, como perro guardián de los desvíos y abusos del poder, como instrumento para la auditoría ciudadana y el diálogo democrático entre la población y sus gobernantes”. Así se expresó el presidente de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA), el pampeano Martín Etchevers, en el marco de la 184ª Junta de Directores de la entidad, y ante la presencia de funcionarios nacionales de relieve como el vocero presidencial, Manuel Adorni; el subsecretario de Prensa de la Presidencia, Javier Lanari, y el diputado nacional Cristian Ritondo.

 

Natural.

 

“En Adepa creemos que, aún con nuestros errores y debilidades, las empresas periodísticas son las organizaciones de la sociedad naturalmente concebidas para ejercer ese rol. Porque invertimos en periodismo profesional y lo entendemos mayoritariamente no como un medio para otra cosa sino como un fin en sí mismo”, agregó.

 

En un discurso sustancioso, y tendiendo puentes hacia una novel administración nacional que ya desde la campaña viene cometiendo ataques contra la libertad de prensa y difamaciones contra periodistas, Etchevers recordó "el aporte cívico del periodismo a la democracia", tanto en la exposición de hechos como en la opinión, tarea en la que "favorece una discusión basada en datos, en argumentos técnicos, en posiciones contrastadas con la realidad". La prensa -subrayó- "no necesita adherir sin beneficio de inventario, puede permitirse dudar, cuestionar y disentir sin por eso convertirse en un enemigo y ni siquiera sentirse en la vereda de enfrente de aquello que pone bajo la lupa”.

 

El discurso sirvió para fijar posición en el sentido de que, si bien "Argentina arrastra un período de decadencia económica y social demasiado largo", la crisis no justifica el abandono de los principios constitucionales que el gobierno juró respetar al asumir. Destacando el rol "institucionalista" (palabra "algo devaluada") de Adepa, precisó que "creemos en las libertades, derechos y garantías de la Constitución, en la división de poderes, en el estado de derecho, en la seguridad jurídica".

 

Puente.

 

Desmarcándose de la crispación que propone la actual administración, el dirigente tendió puentes de diálogo con el oficialismo, aseverando: "Estamos seguros de que, sin resignar sus banderas ni su plan de gobierno, hay espacio para encontrar, en este ciclo político, un camino de convivencia entre gobernantes, medios y periodistas. Un camino que puede ser intenso y aún áspero en algún caso, pero que no necesariamente esté marcado por el descrédito personal ante cada matiz, cada crítica o cada desavenencia. Sería interesante para todos tratar de no caer ni la endogamia profesional ni en la generalización de asociar al periodismo con intereses espurios".

 

Y es que la prensa nacional está haciendo "un gran esfuerzo por mantener vivas nuestras voces, ya que esta crisis local se da en medio de la tormenta que atraviesan los medios en todo el mundo". Resaltando la importancia en las democracias occidentales de un sistema de medios diversos e independientes, abogó -en consonancia con un reciente documento de OCDE- por la necesidad de combatir la desinformación en internet "a través de políticas universales y transparentes, que no impliquen premios y castigos". En otras palabras, una "regulación inteligente".

 

La cuestión excede con creces la cuestión de la "publicidad oficial" desactivada -bien que selectivamente- por la actual administración: "Queremos pelear contra la vulnerabilidad económica estructural, contra los fenómenos parasitarios que se alimentan de nuestros contenidos pero no los pagan, aunque sí los editan, los fragmentan y los distribuyen con criterios poco transparentes o directamente opacos. Queremos pelear contra la desertificación informativa" a través de medios de prensa "para que la conversación pública no se convierta en un diálogo de sordos", amplió Etchevers.

 

Redes.

 

Una buena parte del discurso estuvo destinada a la cuestión de las plataformas y redes sociales de internet, que no sólo afectan seriamente la propiedad intelectual de la prensa tradicional, compitiendo deslealmente en el mercado publicitario: también allí cunden el anonimato, las falsas noticias, las teorías conspirativas, los eslóganes vacíos y el culto al odio, un cóctel explosivo que, claramente, no favorece el debate sobre los asuntos de interés público. Un mundo al que el actual administración parece adherir sin reservas, y al que en la actualidad financia en forma poco transparente, principalmente para denostar cualquier opinión crítica.

 

Con agudeza, Etchevers recordó que el derecho a la propiedad privada, primer ítem del llamado "Pacto de Mayo" que impulsa el gobierno, incluye necesariamente a la propiedad intelectual -triturada actualmente en internet- que es "la quintaesencia de este derecho". Y recordó que al respecto hacen falta "regulaciones que privilegien el camino de la negociación privada, que equilibren las asimetrías de poder en esa negociación. Y que eviten los abusos de posiciones dominantes, como los que recientemente vimos en Canadá, donde una empresa decidió eliminar las noticias de sus productos para no cumplir la ley".

 

A su criterio estas regulaciones deberían ser tales "que no entorpezcan la innovación, no generen intervencionismo estatal innecesario, y menos pongan algún organismo burocrático a determinar qué es noticia, qué es falsedad o cómo se distribuye el valor que generan los contenidos".

 

Finalmente exhortó al gobierno a "sostener la industria periodística, que es, a fin de cuentas, sostener la profesión periodística o, lo que es lo mismo, el periodismo profesional. Estamos seguros de que su vigencia a lo largo y ancho del país, en un ecosistema de medios de distintos tamaños; diverso, federal, innovador y valiente, es un aporte indispensable para la salud de la democracia, para la vigencia de la república, para la defensa de las libertades y los derechos de los ciudadanos. Y en definitiva para la construcción de un país que finalmente salga de la decadencia y sueñe con el desarrollo, en unión y libertad".

 

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